148 Seguimos a Cristo para ganar la verdad
I
El Hijo del hombre es Dios encarnado,
Él expresa verdades y obra para salvar a la humanidad.
Quienes tienen sed de la verdad oyen la voz de Dios
y son elevados ante Su trono.
Disfrutan de la palabra de Dios y están cara a cara con Él.
¡Qué dulzura tan grande es entender la verdad!
El pueblo escogido de Dios asiste al banquete del reino celestial
y su gozo es incomparable al vivir ante Dios.
Hoy somos afortunados de seguir a Cristo de los últimos días.
¡Qué bendición tan grande!
Ofrendamos nuestro corazón sincero, nos esforzamos al máximo
y sacrificamos todo para satisfacer a Dios.
A fin de buscar amar a Dios, debemos poner la verdad en práctica,
cumplir bien con nuestros deberes y ser considerados con Su corazón.
Debemos entrar en las realidades-verdad y vivir a semejanza humana
para ganar así el amor y las bendiciones de Dios.
II
Dios Todopoderoso expresa muchas verdades
y otorga al hombre el camino de la vida eterna.
Cada palabra es la verdad y vida, una valiosa consigna para la vida.
Al leer la palabra de Dios, entendemos los misterios de la vida
y vemos clara la raíz de las tinieblas de este mundo.
Al experimentar pruebas y tribulaciones, nuestra fe se fortalece;
estamos decididos a seguir a Cristo y ganar la verdad.
Solo la palabra de Dios puede limpiar y salvar a las personas
y, a través del juicio, nos purificamos.
Entendemos la verdad, vemos la hermosura de Dios
y buscamos amarlo y caminar por la senda de la luz.
Entregaremos toda nuestra vida a Dios, le seremos leales hasta la muerte,
seremos del mismo sentir que Él y nos convertiremos en Sus confidentes.
Deseamos ganar la verdad y vida y ser perfeccionados por Dios;
lo amaremos y daremos testimonio de Él por siempre.