518  La manifestación de la fuerza vital de Dios

I

Todos los que vienen a este mundo deben experimentar la vida y la muerte, y la mayoría de ellos han pasado por el ciclo de la muerte y el renacimiento. Los que viven pronto morirán y los muertos pronto regresarán. Todo esto es el curso de la vida dispuesto por Dios para cada ser vivo. Sin embargo, este curso y este ciclo son, justamente, el hecho que Dios desea que el hombre contemple: que la vida que Dios le otorga al hombre es infinita, sin restricciones carnales ni de tiempo o espacio. Este es el misterio de la vida otorgada por Dios al hombre y la prueba de que la vida vino de Él.

II

Aunque muchos puedan no creer que la vida del hombre vino de Dios, el hombre inevitablemente goza de todo lo que viene de Dios, crea en Su existencia o la niegue. Si un día Dios tuviera un cambio repentino en Su forma de pensar y deseara reclamar todo lo que existe en el mundo y recuperar la vida que ha dado, entonces todo desaparecerá. Dios usa Su vida para proveer a todas las cosas, tanto vivas como inertes, y las pone en orden a todas en virtud de Su poder y autoridad. Este es un hecho que nadie puede concebir ni comprender, y estos hechos incomprensibles son la manifestación misma y el testimonio de la fuerza vital de Dios.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Dios es la fuente de la vida del hombre

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