892  La especie humana a la que Dios quiere salvar es lo más importante en Su corazón

I

Dios ve esta instancia de Su gestión de la humanidad, de Su salvación de ella, como lo más importante de todo. No hace estas cosas con Su mera mente ni con Sus meras palabras y, desde luego, Él no las hace de una manera casual; Él hace estas cosas con Sus intenciones, mientras tiene un plan, una meta y estándares. Se puede apreciar que esta instancia de la obra de Dios para salvar a la especie humana tiene un gran significado tanto para Dios como para el hombre. No importa lo dura que sea la obra ni lo grandes que sean los obstáculos en ella, ni lo débiles que sean los seres humanos, ni lo profunda que sea su rebeldía; nada de esto es difícil para Dios. Él se mantiene ocupado, está gastando la sangre de Su corazón y gestionando la obra que quiere llevar a cabo; también lo dispone todo y tiene soberanía sobre todas las personas sobre las que quiere obrar y toda la obra que quiere desempeñar; todo esto no tiene precedentes. Es la primera vez que Dios ha usado estos métodos y pagado un precio tan grande para desempeñar este importante proyecto para gestionar y salvar a la especie humana.

II

Mientras Dios está llevando a cabo toda esta obra, le está expresando y emitiendo a la humanidad, poco a poco y sin ninguna reserva, la sangre de Su corazón, lo que Él tiene y es, Su sabiduría y Su omnipotencia, y cada aspecto de Su carácter. La expresión y la emisión de estas cosas no tiene precedentes. Así, en todo el universo, aparte de las personas a las que Dios se propone gestionar y salvar, nunca ha habido ninguna criatura tan cercana a Dios que haya tenido una relación así de íntima con Él. En el corazón de Dios, la especie humana a la que Él quiere gestionar y salvar es lo más importante, y Él la valora por encima de todo lo demás. Aunque haya pagado un gran precio por la especie humana y aunque esta lo hiera y se rebele contra Él continuamente, Él no tiene quejas ni remordimientos, sigue sin abandonarla ni darse por vencido con ella, y continúa desempeñando Su obra sin cesar. Esto se debe a que Él sabe que, tarde o temprano, llegará el día en que las personas despertarán a la llamada de Sus palabras y se conmoverán con estas, reconocerán que Él es el Creador y entonces regresarán a Su lado…

de La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo III

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