Cómo perseguir la verdad (15)
La vez anterior, compartimos sobre tres manifestaciones específicas de depravación en aquellos reencarnados de diablos: la lascivia, la provocación sexual y la licenciosidad; es decir, manifestaciones depravadas que tiene la gente en lo relativo al deseo sexual. El principal problema con tales personas es que su postura hacia el deseo sexual es particularmente disoluta; transgreden los límites de la conciencia y la razón de la humanidad normal y no restringen ni controlan sus deseos sexuales en ninguna circunstancia, sino que en su lugar les dan rienda suelta. Hay además cierto número de personas que son especialmente disolutas; es decir, al ser tan disolutas, pierden los escrúpulos, van de mal en peor. Algunas de ellas incluso buscan e ingenian toda clase de oportunidades para satisfacer sus deseos sexuales mientras predican el evangelio. En especial, predican el evangelio a miembros del sexo opuesto y, una vez que encuentran un objetivo adecuado, lanzan su ofensiva, usan diversos métodos y medios a fin de engatusar a la otra parte para que muerda el anzuelo, llegando incluso a usar trucos despreciables para lograr sus objetivos. Mientras predican el evangelio, estas personas no solo se comportan de esta manera, sino que además hacen cosas que causan gran vergüenza al nombre de Dios. No es solo que tengan pensamientos lujuriosos, sino que también aprovechan la oportunidad de predicar el evangelio como un pretexto para satisfacer sus deseos sexuales. Asimismo, cometen el mismo error una y otra vez, hacen lo mismo con personas de edades y circunstancias diferentes. Dime, cuando se descubre a tales personas, ¿cómo se las debería manejar? ¿Se les debería permitir continuar haciendo el deber de predicar el evangelio o se las debería apartar e impedir que hagan este deber? (Se las debería apartar). ¿Es una lástima apartarlas? ¿Y si pudieran ganar a otra persona? (Si se las mantiene cerca y se les permite continuar predicando el evangelio, las consecuencias serán incluso más graves. Una vez que participan en actividades licenciosas, se causa vergüenza al nombre de Dios). Dime, ¿pueden tales personas cuya mente está constantemente obsesionada con el deseo sexual ganar a personas cuando predican el evangelio? (No). Aunque en ocasiones ganen a unas pocas personas por medio de la predicación del evangelio, también son capaces de hacer cosas que causan vergüenza al nombre de Dios. ¿Acaso el uso de tales personas no hace más mal que bien? (Sí). Entonces, ¿sigue siendo una pena apartarlas? (No). ¿Puede cambiar este tipo de persona? ¿Es fácil resolver su problema? (No. Este es un problema de su esencia-naturaleza; no puede cambiar). Las personas que están llenas de lujuria no son humanas; un diablo habita dentro de ellas, usa su carne para decir lo que quiere decir y hacer lo que quiere hacer. Si otros usan exhortaciones y advertencias que son acordes con la conciencia y la razón, ¿pueden estas cosas cambiar su esencia-naturaleza? (No). Entonces, ¿se puede resolver este problema suyo compartiendo la verdad para ayudarlas? (No). Aunque se las pode, se asigne a alguien para supervisarlas o se las traslade a un entorno diferente, de modo que no tengan oportunidad de entregarse a sus deseos sexuales, ¿se puede resolver la naturaleza endiablada que hay dentro de ellas? (No). Las personas reencarnadas de diablos carecen de humanidad en cualquier cosa que hacen. Esto viene determinado por su esencia-naturaleza. Por tanto, da igual cuánto compartas la verdad para exhortarlas o ayudarlas, no puede resolver el problema de su esencia-naturaleza. Por una parte, esto es porque la esencia-naturaleza de los diablos es que odian la verdad y no pueden aceptarla en lo más mínimo. Por otra, aquellos reencarnados de diablos carecen de conciencia y razón y no tienen ni un ápice de concienciación en lo que se refiere a la maldad que cometen ni sienten vergüenza, remordimiento o angustia. Así, no poseen el sentido del pudor o de la vergüenza que deberían tener las personas normales. No entienden la moralidad ni la ética humanas ni la dignidad ni el sentido de la vergüenza que uno debería poseer al comportarse. No entienden ninguna de estas cosas. Aunque se les puedan ocurrir algunas doctrinas que suenan bien, eso no prueba que posean humanidad normal; son meramente personas hipócritas y falsas. Por tanto, no importa qué verdades se les compartan a tales personas, su esencia-naturaleza no se puede cambiar. Entonces, solo hay una solución: no uses a tales personas para el deber. Depúralas. Esto resuelve el problema. Hay quien dice: “Si se las descarta o se las echa y ya no se entregan a su deseo sexual ni perturban el trabajo dentro de la casa de Dios, entonces, ¿acaso no seguirán haciendo daño a las personas si hacen estas cosas entre los no creyentes? ¿Acaso no se las debería mantener en la casa de Dios, con alguien asignado para supervisarlas, para impedir que dañen a las personas en la sociedad?”. ¿Es correcta esta afirmación? (No). ¿Por qué es incorrecta? (Mantenerlas en la casa de Dios perjudica a los hermanos y hermanas, perturba el trabajo de la iglesia y trastorna la obra de Dios. Esto es inapropiado. Deja que regresen al mundo. Hay muchos diablos y satanases en el mundo y, sea cual sea la clase de perturbaciones que causen, no se puede considerar como dañar a los diablos. Como todos son diablos, lo que hacen no se puede considerar hacer daño). ¿Acaso esta opinión no es acorde con la realidad? (Sí). Esta opinión es correcta. Aquellos que se entregan a los deseos sexuales son diablos y no se les puede permitir quedarse en la casa de Dios para dañar a los hermanos y hermanas. Hagan lo que hagan fuera en la sociedad no tiene nada que ver con la casa de Dios, porque aquellos que no creen en Dios carecen de humanidad y son todos diablos. Por mucho que luchen los diablos entre sí, eso no perturbará el trabajo de la casa de Dios. Todos son propios de Satanás y están confabulados con Satanás desde el primer momento. Han estado luchando entre sí y perjudicándose mutuamente durante miles de años. ¿Qué tiene que ver este asunto con nosotros? Se infligen daño mutuamente, lo cual es algo en lo que participan voluntariamente. Todos son de la misma clase asquerosa; son tal para cual. En resumen, la casa de Dios no quiere a este tipo de persona. Como las personas que son diablos no se ocupan de las tareas que les corresponden y no tienen conciencia o razón, estén dondequiera que estén, solo causan perturbaciones y solo se dedican al sabotaje y la destrucción. No pueden hacer nada beneficioso para las personas. Solo pueden perjudicarlas. Aunque pueden rendir algún servicio, las pérdidas que causan no lo compensan. Puede que parezca que tales personas se comportan bastante bien y que no han hecho nada malo, pero una vez que se les brinda la oportunidad, son capaces de hacer cosas realmente malas. Por tanto, la manera en la que se debería lidiar enseguida con tales personas es echándolas. Aunque podrían rendir algo de servicio y hacer algunas cosas correctas, esto no significa que se hayan arrepentido de veras, mucho menos que su esencia-naturaleza haya cambiado. Con independencia de su condición actual, uno no debería dejarse desorientar por su falsa apariencia, mucho menos confiar en ellas o creer que pueden hacer algo de trabajo. Como su esencia-naturaleza es la de un diablo, dondequiera que vivan una vida de iglesia, son una bomba de relojería y suponen una amenaza para todos. Aunque se abstengan temporalmente de hacer cosas malas, cada palabra y acción, todos sus movimientos, seguirán interfiriendo con tu estado de ánimo y emociones e incluso pueden influir en tus opiniones. Esta es la consecuencia de tener un diablo cerca. Por ejemplo, supongamos que has estado recientemente en mal estado o un poco negativo; o has oído alguna propaganda negativa y rumores infundados, lo que ha causado que desarrolles nociones acerca de Dios. Si hay un diablo cerca de ti, podría suceder que tengas pesadillas constantes cuando duermes. Podría ser que, incluso después de conversar con él, no solo tu estado no logre volverse positivo ni se te levante el ánimo, sino que te sientas cada vez más decaído y sombrío en tu espíritu. Mientras más te acercas a él, menos puedes sentir la presencia de Dios. Mientras más estás en contacto con él, más se aleja tu corazón de Dios, más sientes que creer en Dios no tiene ningún sentido e incluso cada palabra y acción suyas afectan tus pensamientos e influyen en tus opiniones y posturas respecto a las personas, acontecimientos y cosas a tu alrededor. Sin embargo, cuando interactúas y te relacionas con humanos corruptos corrientes, es diferente y no tienes estas reacciones adversas. Por tanto, aunque la gente no pueda sentir de manera evidente el daño que causan tales personas que son diablos cuando están cerca, el daño y la amenaza que suponen para los demás es constante. Aunque parezcan bastante amistosas contigo, no parezca que te odien y no te hayan juzgado ni atacado, mientras que sean diablos y no sean humanas, sus palabras y acciones, su discurso y su comportamiento seguirán causando un impacto en ti. Este impacto surge sin que te des cuenta y aquellos que no entienden la verdad puede que no lo perciban. Por tanto, si se descubre a personas reencarnadas de diablos en los equipos evangélicos, en especial a personas que se entregan con descaro a sus deseos sexuales, se debe lidiar con ellas y echarlas con prontitud. A las personas malvadas no se las debe consentir ni tolerar. La gente siempre piensa que tener a una persona más en los equipos evangélicos añade una cuota de fortaleza a los esfuerzos evangélicos. Tener a una persona más es aceptable, pero añadir a un diablo implica problemas. Si es una persona más, aunque su calibre sea un poco pobre y solo pueda hacer tareas simples, como poco no perturbará ni dañará el trabajo de la iglesia como haría un diablo. Pero un diablo es diferente. Tal vez sea en apariencia persuasivo y elocuente y, según su calibre, podría ser competente como supervisor para cierto ámbito de trabajo. Sin embargo, dada su esencia-naturaleza, es absolutamente imposible que haga bien el trabajo. Solo puede crear un caos absoluto al respecto, porque cualquier cosa que hacen los diablos causa trastornos, perturbación y daño. Por tanto, las acciones malvadas de tales personas se deberían dejar en evidencia y discernir con prontitud, de modo que el pueblo escogido de Dios pueda identificar y discernir las acciones malvadas de los diablos. A menos que no hayas descubierto ni te hayas dado cuenta de que son diablos y te parezca que son personas normales que solo revelan ocasionalmente algo de lujuria perversa; eso apenas justificaría permitirles quedarse para una observación adicional. Si descubres que no solo revelan una lujuria perversa ocasional, sino que les causa placer, como a aquellas personas lascivas que, vayan donde vayan, convierten en su prioridad buscar a miembros del sexo opuesto que les gusten para disfrutar de sus deseos sexuales —como diablos que buscan almas que pueden devorar, que desorientan, atrapan y hacen daño a la gente por todas partes— y quienquiera que entre en contacto con ellas sufre su acoso, así como ocasionan constantemente tales problemas a su paso, entonces este no es el comportamiento de un humano; es claramente el de un diablo. Se debería echar a los diablos lo antes posible para impedir problemas futuros. Todo el mundo puede cometer errores en ocasiones, perder el control e incluso hacer cosas que crucen los límites de la humanidad, pero este comportamiento no es persistente, no disfrutan de ello y, después de hacer el mal y transgredir, sienten remordimiento, culpa y vergüenza. Cuando de nuevo se encuentran en la misma situación o el mismo asunto, pueden evitar la tentación y muestran señales de dar marcha atrás y arrepentirse. Pero los diablos nunca dan marcha atrás porque no pueden arrepentirse ni se arrepienten. ¿Has visto alguna vez que cambie la naturaleza de los diablos de resistirse a Dios, blasfemar contra Dios y atacarlo? No. Da igual cuánto tiempo haya tenido Él la soberanía sobre la especie humana y haya gestionado a esta especie y da igual cuánto de Su omnipotencia, sabiduría y autoridad haya revelado Dios, Satanás permanece desafiante y continúa clamando contra Dios. Aunque siempre haya sido el enemigo derrotado de Dios, todavía clama contra Él y todavía lo ataca y se resiste a Él. Por tanto, si la esencia-naturaleza de una persona es la de un diablo, su esencia-naturaleza depravada nunca jamás puede cambiar. La depravación es su verdadera cara, es su preferencia y además es su naturaleza, por tanto, no cambiará. Da igual en qué iglesia veas a este tipo de personas, deberías dejarlas en evidencia lo más rápido posible, discernirlas y luego echarlas. No les des a los diablos la ocasión de arrepentirse. Adoptar este enfoque beneficia al trabajo de la iglesia y al pueblo escogido de Dios. Entonces, ¿a qué clase de persona se le debería dar la ocasión de arrepentirse? Debes tener la certeza de que tal persona es normal, no un diablo, y que transgredió solo debido a una debilidad temporal o bajo circunstancias especiales, pero después sintió remordimiento, incluso se odió a sí misma y se abofeteó su propio rostro. Debes tener la certeza de que su conciencia puede funcionar. A tales personas se les puede dar una oportunidad de arrepentirse. Pero los diablos disfrutan de sus deseos sexuales cada vez que tienen ocasión. Esto lo determina su naturaleza. Por tanto, a los diablos no se les puede dar la ocasión de arrepentirse y habría que ocuparse de ellos lo antes posible, así como echarlos o expulsarlos. Este es el principio para tratar a este tipo de personas y la mejor manera de lidiar con ellas. ¿Está ahora claro este asunto? (Sí).
Algunas personas no pueden desentrañar las cosas. Ven que algunos de aquellos que son diablos son bastante viejos, sin embargo, participan constantemente en el juego del deseo sexual. Compartan como compartan otros la verdad, ellos no le dan importancia. Aunque admitan cara a cara que han actuado mal, después harán lo que les venga en gana. Las personas que no pueden desentrañar las cosas se quedan desconcertadas: “¿Cómo pueden los diablos tener un deseo sexual tan fuerte? ¿Cómo pueden seguir siendo tan depravados a su edad? Esta persona es reincidente en estos asuntos, se comporta de esta manera de manera consistente. ¿Cómo puede no tener sentido de la vergüenza? ¿Cómo es que no es capaz de restringirse?”. ¿Acaso no es esto incapacidad para desentrañar las cosas? Después de creer en Dios durante tantos años, todavía no sabe cómo tratar a las personas según su esencia-naturaleza ni entiende que su esencia-naturaleza de diablo nunca cambia. ¿No es esto muy estúpido e ignorante? Los diablos nacen de esa manera; ya sean masculinos o femeninos, sea cual sea su edad, son esa clase exacta de criatura. Su esencia-naturaleza es la de un diablo. Una manifestación de la lascivia, la provocación sexual y la licenciosidad de los diablos es que disfrutan especialmente del juego del deseo sexual y lo hacen hasta que su carne perece. Por tanto, da igual a qué edad lleguen, siguen siendo este tipo de persona y no cambiarán; esto no es nada extraño. Ves que no son jóvenes y, desde fuera, no parecen del tipo que participa en el juego del deseo sexual, pero como un diablo habita en su interior, participan en el juego del deseo sexual sin que los limite la edad o el género de su carne ni tampoco su entorno. No está relacionado necesariamente con su familia ni con sus padres; no es una cuestión de genética, sino un problema de su esencia-naturaleza interior. Tienen una esencia-naturaleza depravada y eso determina que su cualidad sea la de un diablo. Como su esencia-naturaleza ya se ha dejado en evidencia y su esencia-naturaleza determina su cualidad, para las personas de este tipo, con independencia de en qué ocupación hayan participado con anterioridad, de qué edad tengan ahora y de cuáles sean sus habilidades para hablar o cómo sean sus condiciones innatas; nada de esto afecta a su cualidad. Si solo te fijas en su apariencia exterior, te desorientará con facilidad, dirás: “Esta persona parece muy refinada y culta, habla con bastante elegancia; seguro que es alguien que entiende lo que es el decoro, la justicia, la integridad y la vergüenza. ¿Cómo pudo hacer tales cosas perversas? ¡No parece del tipo de los que participan en el juego del deseo sexual!”. No puedes desentrañar este asunto; te parece un poco inconcebible y un tanto difícil de creer. ¡Es muy estúpido por tu parte sostener este punto de vista! Un diablo puede hacer cosas endiabladas con independencia de la carne que vista. Da igual cuál sea el aspecto exterior de esta persona, la edad que tenga o cómo sea su personalidad, hará cualquier cosa que se conforme a su naturaleza. No tiene nada que ver con su apariencia, edad o educación ni tampoco con su trasfondo religioso, mucho menos con su etnia y, por supuesto, tampoco tiene nada que ver con su entorno familiar. Su esencia y su naturaleza determinan que pueda hacer estas cosas y que tenga estas manifestaciones. Por tanto, por una parte, que no te parezca extraño ni inconcebible; y por otra, no hagas cosas estúpidas. No quieras siempre tolerarla, ser paciente con ella y darle oportunidades para arrepentirse, queriendo salvarla para que cambie, intentando hacer que ame la verdad para que pueda regresar al camino de la humanidad normal. Si todavía pretendes ayudar y salvar a estas personas que son diablos, entonces eres demasiado estúpido; no entiendes la esencia de este tipo de personas, no entiendes los principios para tratarlas, no entiendes la verdad y no entiendes las intenciones de Dios. Si ves que tienen una esencia-naturaleza depravada y todavía pretendes ayudarlas a arrepentirse, eso muestra que no crees las palabras de Dios; no estás contemplando ni juzgando a las personas, acontecimientos y cosas según las palabras de Dios y no tienes auténtica sumisión ni aceptación de las palabras de Dios. Solo quieres contemplar y juzgar a diversas personas, acontecimientos y cosas en función de lo que ves y de los fenómenos externos y solo quieres comportarte según tu propio entusiasmo y tus buenas intenciones. Este es un pensamiento y un punto de vista falaz y también una manifestación de rebeldía. La solución para lidiar con este tipo de personas que participan en el juego del deseo sexual es muy simple: trátalas de acuerdo con su esencia. Mientras tengas la certeza de que pertenecen a este tipo de personas, echarlas es la manera de lidiar con ellas; no hay necesidad de darles otra oportunidad de arrepentirse. No estés limitado, aunque otros no lo entiendan. La esencia de los diablos no cambiará. Son esta clase de criatura en su juventud, siguen siendo este tipo de persona en la mediana edad y en la vejez —a pesar de su avanzada edad— todavía son esta clase de criatura; no cambiarán. Dime, ¿hay viejos de setenta u ochenta años que engatusan a chicas jóvenes o mujeres de sesenta o setenta años que buscan jovencitos? (Sí). Hay muchas de esas cosas extrañas y depravadas en la sociedad. ¿Empezaron a participar en el juego del deseo sexual solo cuando se hicieron mayores? (No). Ya eran así de jóvenes; han sido esta clase de criatura toda su vida. ¿Qué términos usan los no creyentes para describir esto? Esto es lo que se llama “asaltar cunas”; a esto le llaman ser amoroso. Mira lo eufemísticas que son sus palabras. Usan términos o dichos como “amoroso”, “espíritu libre”, “saber vivir” o “ser capaz de romper las convenciones mundanas” para describir a este tipo de cosa y este tipo de persona. Los términos y dichos que usan los no creyentes para definir tales asuntos son asquerosos. No pueden aplicar la terminología correcta para calificar estos asuntos desde la raíz, desde la esencia porque, por una parte, el mundo no creyente y esta especie humana misma son depravados y, por otra parte, nadie puede desentrañar la raíz de tales problemas. Por tanto, sus puntos de vista al definir estos asuntos son muy superficiales, así como también muy absurdos y perversos; están desligados de la esencia de estas cuestiones.
Después de compartir sobre las manifestaciones de lascivia, licenciosidad y provocación sexual dentro de la depravación en aquellos que se han reencarnado de diablos, compartamos sobre otra manifestación de depravación: la extrañeza. La palabra “extraño” abarca mucho contenido, lo que ciertamente tiene algunas conexiones con las manifestaciones específicas de extrañeza. Aparte de ser extraño, hay además manifestaciones como ser sobrenatural, extremo y anormal; todas estas son las manifestaciones depravadas de aquellos que son satanases y diablos. Estos aspectos —ser extraño, sobrenatural, extremo y anormal— son cosas que las personas ven en la vida diaria o en sus interacciones con otros de vez en cuando. Empecemos por los casos más graves, luego debatiremos los moderados. De todas formas, da igual cómo se manifieste, todo implica la esencia-naturaleza de la depravación. La situación más grave es la de hablar a menudo en lenguas. Este caso se da particularmente durante la oración en las reuniones, donde podrían hablar idiomas extraños que no son la lengua de ninguna nación y que nadie entiende. Cuando esto ocurre, ya no se trata de la propia persona hablando, sino que la domina otro espíritu. Ella misma no sabe siquiera lo que está diciendo; no lo ha aprendido ni nadie se lo ha enseñado; sin embargo, en cierta situación, lo dice sin más. A veces habla lenguas de manera proactiva, a veces con pasividad; a veces conscientemente, a veces sin percatarse de ello. ¿No es esto muy extraño? Al terminar de hablar, si le pides que vuelva a hacerlo, no puede. Si le preguntas qué ha dicho, tampoco lo sabe. Esta es una clase de situación. También hay personas que a menudo oyen voces que las personas normales no pueden oír. Por ejemplo, podrían oír a alguien cercano que les habla, pero otros no pueden ver ni oír a nadie. De hecho, están conversando y hablando con seres desconocidos. Hablan con gran entusiasmo y tú no puedes interrumpirlas ni abrir la boca. Asimismo, el contenido de su discurso es incoherente; las palabras salen de repente de manera desconectada y sin razón. Como observador, ver esto te asusta y te pone los pelos de punta. ¿Acaso tales manifestaciones no son muy extrañas? (Sí). Este tipo de persona ve con frecuencia cosas extrañas, invisibles a simple vista en el mundo material. Por ejemplo, algunos ven a parientes fallecidos agitando la mano, sonriendo, haciendo gestos con la cabeza o incluso saludando. Se emocionan especialmente después de ver esto. Hay incluso algunas personas que con frecuencia ven figuras de negro que se les acercan y las amarran con fuerza; ellas forcejean y espetan: “¡Suéltame! ¡No voy a ir! ¡No voy a ninguna parte!”. La gente a su alrededor pregunta qué ocurre, pero ellas no perciben que nadie les esté hablando y se limitan a seguir forcejeando y a gritar: “¡Dios, sálvame…!”. Las figuras de negro se alejan asustadas y entonces estas personas regresan a la normalidad. Después de recuperar la razón, preguntan a aquellos a su alrededor si han visto a las figuras de negro. Las personas normales no pueden verlas; sería un problema grave si pudieran. Pero estos individuos pueden verlas y sentirlas. Hay otra clase de situación: algunas personas suelen ser calmadas, no les gusta bromear ni armar ruido, pero de alguna manera empiezan de repente a girar sobre sí mismas, a gritar, reír, causar alboroto y sudar profusamente. Hay incluso algunos que de repente se arrastran por el suelo como serpientes u otros que caminan como patos. De pronto, un ser humano se convierte en un animal; su comportamiento y acciones se vuelven iguales a los de un animal, completamente diferentes a los de un humano. Exhiben estas manifestaciones de vez en cuando. ¿Acaso no es esto extraño? (Sí). ¿Acaso no son sobrenaturales estas extrañas manifestaciones? (Sí). Estas manifestaciones son muy sobrenaturales. Sobrenatural significa anormal, más allá de las circunstancias naturales o normales; a esto se le llama sobrenatural. Es algo fuera de lo corriente, diferente a las manifestaciones normales de las personas corrientes; es anormal. A esto se le llama ser extraño, sobrenatural, anormal. Por supuesto, estas manifestaciones no tienen nada que ver con ser extremo, pero a juzgar por la naturaleza de ser extraño, sobrenatural y anormal, estas manifestaciones tienen una esencia depravada y no se conforman a las manifestaciones de los humanos corruptos normales de la carne. Los instintos humanos, el libre albedrío, el pensamiento normal, la razón y las diversas capacidades humanas normales limitan, restringen y controlan a los humanos normales de la carne. Pero estas manifestaciones extrañas, sobrenaturales y anormales en aquellos que son diablos ya han trascendido el ámbito de los instintos humanos normales, el libre albedrío, las capacidades, el pensamiento normal y la razón normal. Es decir, la humanidad normal ya no los controla; están fuera de control. Estar fuera de control significa actuar de manera anormal. Uno ve en ellos algunas manifestaciones y prácticas inusuales que las personas normales no deberían exhibir. Esto significa que la razón normal, el pensamiento normal o el libre albedrío no controlan a tales personas, sino que las controla e impulsa algo externo o algún espíritu malvado, lo que causa que hagan cosas que trascienden la humanidad normal, que son incomprensibles, desconcertantes e incluso espeluznantes para otros. A esto se le llama ser extraño, sobrenatural, anormal. Dime, ¿acaso estas manifestaciones no son depravadas? (Sí). Sin lugar a dudas, estas manifestaciones extrañas pueden llamarse depravadas. Aquellos reencarnados de los diablos tienen muchas manifestaciones extrañas. Por ejemplo, hay quienes suelen oír, de forma inexplicable, que alguien les habla, pero otros no lo oyen. Además, suelen oír una voz en su mente que conversa con ellos, que les ordena hacer esto o lo otro. Algunos siempre pueden ver cosas que las personas normales no ven ni perciben. Dicen: “Vi a una tropa de soldados pasando por la carretera, cuatrocientos o quinientos en número, si es que no eran dos mil, con cañones y tanques; ¡fue una gran conmoción!”. Otros no pueden ver estas cosas, pero ellos sí. No nos preocupa si lo que ven es un hecho o un fenómeno del reino espiritual; el mero hecho de que puedan ver estas cosas es muy inusual. ¿Por qué digo que es algo inusual? ¿Por qué digo que esta es una manifestación de depravación? Porque cualquier órgano sensorial creado por Dios de una persona normal tiene ciertos límites respecto a lo que puede percibir, ya sea el entorno que la rodea o las personas, acontecimientos y cosas a su alrededor. Todo se percibe dentro del rango de lo que está al alcance de los instintos de la carne; si es lo que se puede ver, oír, oler o sentir a partir de la carne, existen límites. ¿A qué se refieren estos límites? Se refieren a estar restringidos al ámbito del mundo material. Entonces, ¿por qué Dios les dio a las personas tales órganos sensoriales? Es para que cualquier cosa que no pertenezca al mundo material, ya sea una positiva o negativa del reino espiritual, no interfiera con la vida de las personas, no interfiera con ninguno de sus órganos sensoriales y no afecte al orden y los patrones de vida de las personas en el mundo material. Por tanto, los humanos viven en este mundo material y, con independencia de qué más exista fuera del mundo material, Dios no permitirá que veas, oigas o sientas estas cosas más allá del ámbito de tus órganos sensoriales carnales. Esto es para proteger tu mente y razón de la interferencia de cualquier ser que esté fuera del mundo material, lo que te permitirá vivir con normalidad. Mientras que la mente y la razón de una persona sean normales, su libre albedrío funcionará con normalidad, su juicio será normal y todos los aspectos de sus condiciones humanas innatas permanecerán en su estado original, sin daños. ¿Qué quiere decir sin daños? Significa que tu sistema nervioso, tus órganos sensoriales, tu calibre y todos los otros aspectos de tus condiciones innatas son normales y sanos dentro del ámbito de la vida carnal. Cuando la mente y la razón son normales, todos estos aspectos de una persona serán normales y serán capaces de mantener su estado original. Si lo que pueden percibir los órganos sensoriales de una persona excede al rango de lo que está alcance de la carne y ya no está limitado por esta restricción, entonces surgirán problemas relativos a su mente y su razón; las cosas de fuera del mundo material influirán en esa persona, le harán daño y la perturbarán. Entonces, surgirán problemas con sus nervios y se le desordenará la mente. ¿A qué clase de situación llevará esto? Se volverá mentalmente enferma; se volverá loca, dirá tonterías, correrá de un lado a otro desvergonzadamente, gritando y causando alboroto. Una persona así está entonces completamente acabada. ¿A qué se refiere estar acabada? Significa que algo ha entrado en el corazón de la persona, lo cual ha perturbado y dañado su mente y razón, de modo que su corazón no está controlado por la razón normal, sino por otra clase de cosa. Una vez que esta otra cosa controla a una persona, la manifestación externa, en términos médicos, es la esquizofrenia. Una vez que una persona tiene esquizofrenia, ¿sigue siendo una persona normal? (No). Ya no es una persona normal y Dios no obrará en tales personas. ¿Entendido? (Entendido).
¿Qué papel desempeñan para las personas el libre albedrío, el pensamiento normal y la conciencia y razón que Dios les concede? ¿Acaso no desempeñan el papel de proteger la mente y la razón de las personas? (Sí). Desempeñar el papel de proteger la mente y la razón de las personas equivale a desempeñar el papel de protegerlas; garantiza que el estado mental y la razón de las personas sean normales, que no interfieran en ellas las cosas fuera del mundo material ni las perturbe ningún sonido o imagen ajeno al mundo material. Esto permite que las personas crean en Dios pacíficamente y vivan con normalidad, así como garantiza su seguridad personal. Esto es algo bueno. Pero aquellos llenos de manifestaciones extrañas, sobrenaturales y anormales no poseen el libre albedrío, el pensamiento normal ni la conciencia y razón de las personas normales. En cualquier momento y lugar pueden ver cosas extrañas o escenas invisibles para las personas corrientes, oír sonidos inaudibles para estas o hacer cosas que no pueden hacer las personas corrientes, con lo que exhiben comportamientos extraños. Los que los rodean no pueden entenderlo y son incapaces de desentrañar la esencia de tales asuntos. Este tipo de persona se ha reencarnado de un diablo; no forma parte de la especie humana. No es que Satanás la capturara en una etapa posterior de su vida; más bien, este tipo de persona es esencialmente un diablo. En palabras sencillas, la mente y la razón de alguien que es un diablo no son normales desde su nacimiento; es decir, su libre albedrío, pensamiento y razón son, en su totalidad, defectuosos. Aunque reciban educación, no poseen estas cosas de la humanidad normal. Los ves hablando con relativa normalidad en circunstancias típicas cuando no están teniendo un episodio, pero eso no significa que sean personas normales. El hecho de que tengan estas manifestaciones extrañas muestra que no son personas normales, sino no humanos, son diablos. Estas manifestaciones misteriosas, sobrenaturales y anormales suyas no las aprenden de nadie ni nadie se las trasmite. ¿Cómo surgieron entonces? Son innatas; la cualidad de tal persona es la de un diablo. ¿Qué significa tener la cualidad de un diablo? Hay dos significados. El primer significado es que este tipo de personas se ha reencarnado de un diablo. El segundo es que nacen sin un espíritu humano y luego las posee un diablo. En resumen, la esencia-naturaleza de tales personas es la de un diablo, no la de un humano. Precisamente porque no son humanos, sus órganos sensoriales y todos los aspectos de sus condiciones innatas son diferentes y distintos a aquellos de las personas normales. En lo relativo a los órganos sensoriales, a menudo sienten cosas que las personas normales no pueden sentir, ver ni oír. En cuanto a los instintos de la carne, las cosas que hacen o dicen y algunas de sus manifestaciones, suelen provocar en las personas la sensación de que exceden al ámbito de los instintos humanos normales; son muy sobrenaturales. ¿Qué significa sobrenatural? Significa trascender los instintos de la carne. Las personas normales no pueden exceder el rango de lo que está al alcance de los instintos de la carne, pero estos individuos lo hacen con facilidad; no están controlados ni limitados por los instintos de la carne, de modo que suelen exhibir naturalmente comportamientos o prácticas extraños, sobrenaturales y anormales. ¿Tienes clara ahora la esencia de este tipo de persona? (Sí). ¿Envidiáis a este tipo de personas? (No). ¿Es envidiarlas algo bueno? (No). Hay quien dice: “Mira, puede hablar lenguas durante la oración; nosotros no podemos entenderlas ni hablarlas. Y sabe varias lenguas sin aprenderlas. Nunca se pone enfermo, no siente hambre después de pasar días sin comida y no se siente cansado después de días sin dormir”. Otros dicen: “Este tipo es capaz; puede indagar en el pasado y predecir el futuro, sabe de todo, desde astronomía a geografía, puede leer el porvenir de las personas en sus caras y puede leer la fortuna. Sea cual sea el aspecto de una persona, él conoce su porvenir de un vistazo. ¡Realmente es un maestro! De noche, lo ves dormir, pero en realidad ha ido a Hades a trabajar como sirviente”. Algunas personas envidian a este tipo de individuo por sus capacidades. ¿No es necio envidiar a tales personas? (Sí). ¿Habéis envidiado alguna vez a estas personas sobrenaturales con poderes especiales? “No tengo ningún poder especial. Ojalá supiera un poco de magia; si tuviera calor y quisiera helado, con solo agitar la mano podría invocar algunas barras de helado; de chocolate, de fresa, de cualquier sabor que quisiera”, ¿habéis dicho esto alguna vez? ¿Habéis tenido alguna vez tales pensamientos? Todo el mundo tiene pensamientos infantiles; cuando ven claramente que estos pensamientos son incorrectos, pueden desprenderse de ellos con naturalidad. Dios solo quiere que las personas normales experimenten la vida, que la saboreen, que experimenten las alegrías y penas de la vida, sus diversas adversidades y frustraciones y, en el proceso de experimentarlas, aprecien la soberanía de Dios, reconozcan las diversas posturas incorrectas que los seres creados tienen hacia el Creador y luego regresen a la senda correcta, logren adorar a Dios y tener sumisión hacia Su soberanía y arreglos. Cuando las personas tengan estas experiencias de vida, llegarán a darse cuenta del hecho de que el Creador tiene soberanía sobre el destino humano, entonces reconocerán, creerán y se someterán al hecho de que el Creador tiene soberanía sobre el porvenir humano. Después, pueden regresar a la senda correcta y ser seres creados adecuados. No vivas de acuerdo con ningún pensamiento que no sea realista; esas cosas nunca se harán realidad. Esas cosas sobrenaturales, extrañas y anormales son para siempre el dominio exclusivo de los satanases y los diablos; no tienen nada que ver con humanos normales. Por tanto, da igual cuándo, no pienses nunca en convertirte en una persona sobrenatural, en una persona llena de poderes especiales, ni pienses en sobrepasar tus propios instintos o tus propios límites. Céntrate en ser una persona corriente con los pies en la tierra, mantente en el lugar que te corresponde y cumple con tu deber. Esto es lo que la gente debería hacer.
¿Están ahora fundamentalmente claras las manifestaciones de extrañeza en aquellos que son diablos? Estas son algunas manifestaciones que son las más graves. Claramente, hacen que la gente sienta y perciba que tales personas no son de la misma clase que las normales. Parecen muy aberrantes entre las normales. Esta aberración hace que las que son normales sientan que su conducta y comportamiento, así como sus diversas manifestaciones en la vida diaria, son particularmente extraños, sobrenaturales y anormales; simplemente son diferentes a los de las personas corrientes. Los instintos de la carne no las limitan, no pueden restringir sus comportamientos irracionales y parecen no tener ninguna conciencia en absoluto, como si estuvieran poseídas por espíritus malvados. Esto se debería calificar como un aspecto de su esencia-naturaleza depravada de diablos, algo que la gente debería rechazar. No se deberían envidiar estas cosas sobrenaturales y anormales ni mucho menos se las debería buscar. Si una vez pretendiste buscar ser una persona sobrenatural o hacer estas cosas sobrenaturales, entonces pon el freno. Date la vuelta; la orilla está a la vista. No te propongas ser una persona así. Una vez que emprendas esta senda y un diablo se cuele en tu mente, Dios ya no te querrá y estarás acabado. ¿Por qué digo que estarás acabado? Porque una vez que un diablo te posee y controla tu mente, no llegarás a un buen final. Una vez que un diablo te posee, empieza a interferir contigo, a perturbar tus pensamientos y tu mente. Forma parte de tu vida diaria y de tu proceso de pensamiento cuando consideras a las personas, acontecimientos y cosas. Si no puedes rechazar su interferencia, poco a poco perderás tu voluntad y, al final, te someterás dócilmente. Cuando un diablo te controle completamente, en términos médicos, se te diagnosticará como esquizofrénico y en la casa de Dios, se te sentenciará a muerte. Será tu fin. Estarás acabado. ¿Se diagnostica a una persona normal como esquizofrénica? (No). ¿Todavía quiere Dios a tal persona? A ojos de Dios, ¿qué clase de persona es esta? (Una no humana). A ojos de Dios, Satanás te ha capturado. Podría sonar un poco abstracto. Dicho de manera sencilla, significa que Satanás controla tu corazón. Significa que Satanás reina sobre tu corazón y tiene poder sobre él y que te has convertido en una marioneta de Satanás. Esto significa que Satanás te ha capturado. Una vez que Satanás captura a alguien, este se vuelve igual que aquellos que son diablos y se vuelve extraño, sobrenatural y anormal rápidamente. Ya no se puede salvar a tales personas. ¿Qué quiero decir con esto? Te estoy diciendo que necesitas tener discernimiento respecto a las manifestaciones extrañas de aquellos que son diablos. Después de obtener discernimiento, debes mantenerte alejado de tales personas y no acercarte a ellas. Da igual lo que digan o hagan, no te metas. No te las tomes en serio. Por ejemplo, supón que hablan de algo que no puedes ver ni sentir en absoluto. Su propósito al decirte esto es acercarse a ti y atraerte. Si sientes curiosidad y las envidias y las sigues fervientemente, entonces estás en gran peligro. ¿Por qué digo que estás en peligro? Porque esto es Satanás en acción, desorientando y engatusando a las personas, así como buscando almas que pueda devorar. Si no tienes discernimiento alguno respecto a Satanás y todavía sientes curiosidad y envidia, ya has sucumbido a la tentación y es muy probable que Satanás aproveche la oportunidad para obrar en ti. Por tanto, estás en gran peligro. Abordas a Satanás sin protegerte en absoluto; ¿no es esto estúpido? (Sí). Cuando Satanás ve que no te proteges en absoluto ante él, tratará sin cesar de provocarte y seducirte, como un canalla. Si no te niegas, asume que das tu consentimiento tácito, de modo que procederá a hacer más. Si siempre sientes curiosidad por las cosas extrañas, sobrenaturales y anormales que dicen aquellos que son satanases e incluso preguntas e indagas sobre ellas, ¿acaso no prueba esto que estás interesado en tales cosas y no sientes repulsión por ellas? Estar interesado en tales cosas no es una buena señal. Si estás interesado en estas cosas, a ojos de Satanás, significa que no estás interesado en Dios, la verdad o las cosas positivas. Esto es un deleite para Satanás y, como es natural, te extenderá alegremente una mano “amistosa”, con la intención de ponerse a obrar en ti. De esta manera, estás en peligro. Por tanto, cuando te encuentres con tales personas, no te acerques a ellas a la ligera ni te intereses por ellas. En su lugar, deberías tener discernimiento, protegerte y distanciarte de ellas. Hay quienes dicen: “Si no nos acercamos a ellas ni nos interesamos en ellas, ¿cómo vamos a poder discernirlas? Como dice el dicho: “Conócete a ti mismo y conoce a tu enemigo, así nunca sufrirás la derrota”. Si no nos infiltramos en el enemigo, ¿cómo podemos conocernos a nosotros mismos y conocer a nuestro enemigo?”. ¿Es correcta esta afirmación? Es como cuando estalla una pandemia; algunos científicos e investigadores insisten en hacerse con el virus y estudiarlo y, como resultado, algunos acaban contrayendo el virus y muriendo. Por tanto, debes protegerte estrictamente de esos diablos que exhiben manifestaciones extrañas y sobrenaturales. Es mejor ser demasiado cauto que darles una oportunidad de hacerte daño. Esta es la manera inteligente de practicar. Por una parte, no te intereses en ellos ni contactes ni te acerques a ellos. Por otra, no busques ni emules sus manifestaciones extrañas y sobrenaturales. Así es también como deberías practicar. Si sueles ponerte en contacto con estas personas sobrenaturales, extrañas y anormales y, como no te proteges ante ellas, te influyen y oyes hablar constantemente sobre estas manifestaciones y las ves, estas extrañas manifestaciones se preservarán en tu corazón y tu recuerdo de manera inconsciente. Entonces, sin ser consciente de ello, querrás buscarlas e imitarlas. Esta es una señal incluso más peligrosa. Una vez que quieres buscarlas e imitarlas, eso significa que las defensas de tu corazón se han derrumbado por completo. Esto equivale a que permitas que Satanás entre en tu corazón para que te controle y tome posesión de ti. En esto, te estás entregando a Satanás y, de esta manera, Satanás puede tomar rápidamente el control sobre ti. Entonces, ¿acaso no estás acabado? Es realmente difícil para las personas entregar su corazón a Dios. No es fácil para Dios tener poder en el corazón de las personas. Dios no toma el control del corazón de las personas ni tiene poder sobre este fácilmente. La obra que Dios hace sobre la especie humana implica riego, pastoreo, esclarecimiento, iluminación, guía y protección a partir de sus condiciones innatas. Adicionalmente, Dios la disciplina, reprende, castiga y juzga, mientras que además dispone toda clase de situaciones para las personas. Esto les permite, a medida que envejecen, obtener poco a poco conocimiento de la obra de Dios y de diversos aspectos de la verdad en situaciones objetivas. Entonces, poco a poco —de acuerdo con el pensamiento de la humanidad normal—, las palabras de Dios y la verdad logran arraigarse en su corazón y convertirse en su vida y, así, Dios llega a ganar a estas personas. Hay un proceso para todo esto. Sin embargo, la desorientación y corrupción de las personas por parte de Satanás es diferente. ¿Por qué decimos que la esencia de Satanás es depravada? Posee y controla a las personas por la fuerza. Este aspecto es bastante para probar que la esencia de Satanás es depravada. Esta es una prueba concreta. Cuando quieres buscar ser el tipo de persona que es un diablo y cuando buscas estas manifestaciones, comportamientos y capacidades extraños, sobrenaturales y anormales, tu corazón se abre a Satanás. Esto es como si le estuvieras diciendo a Satanás en tu corazón: “Entra, tengo un lugar reservado para ti. Puedes controlar todo mi ser”. ¿Qué te dirá Satanás? “Si me escuchas y me permites tener poder en tu corazón, sabrás todo lo que quieres poseer. Tendrás todas las cosas extrañas y sobrenaturales, sobrepasarás a las personas corrientes y trascenderás a las personas comunes”. La búsqueda por parte de las personas de estos comportamientos y manifestaciones o capacidades extraños, sobrenaturales y anormales es equivalente a que conversen con Satanás y es también equivalente a que acepten a Satanás en su corazón. Si buscas estas cosas extrañas y sobrenaturales, Satanás empezará rápidamente a trabajar en tu corazón. En este punto, cuando escuches de nuevo las palabras de Dios, ya no tendrás los pensamientos, opiniones y posturas de una persona normal, sino que habrás dado un giro de 180 grados. Tu postura hacia la verdad será completamente diferente a la de una persona normal. Lo que manifiestes será aversión por la verdad y hostilidad hacia ella. Así es como es. Si sientes aversión y hostilidad hacia la verdad, ¿sigues siendo capaz de ganar la verdad? No. Satanás te ha capturado. Por tanto, en cuanto a las manifestaciones extrañas, sobrenaturales y anormales de aquellos reencarnados de diablos, las personas deben protegerse estrictamente de ellas, tratarlas con cautela y prudencia y no desestimar su importancia. Es decir, debes tener discernimiento hacia estas manifestaciones. No te intereses en ellas ni te acerques a tales personas ni mucho menos las envidies ni las admires en secreto o incluso llegues a buscarlas e imitarlas en tu corazón. En cambio, debes mantenerte alejado de este tipo de personas, tener discernimiento respecto a ellas, adoptar una posición clara y trazar un límite claro entre ellas y tú mismo. ¿Entendido? (Entendido).
Lo que acabamos de compartir eran las manifestaciones más graves de extrañeza en aquellos que son diablos. Estas manifestaciones son un poco más fáciles de discernir para las personas. También hay algunas manifestaciones que solo son ligeramente menos graves. Es decir, en la vida diaria, tienen a menudo algunos pensamientos y opiniones extremos, así como comportamientos y prácticas extremos; sus acciones a menudo sobrepasan el rango que puede tolerar la humanidad normal. Por ejemplo, si dicen o hacen algo malo, se odian a sí mismas, se abofetean la cara e incluso se castigan a sí mismas sin comer durante el día y sin dormir durante la noche. Usan a menudo métodos extremos para castigar su carne, usan esto de una manera que muestra su determinación para corregir sus errores. Alguien podría aconsejarles: “Hacer esto no resolverá el problema. Primero debes reflexionar y llegar a conocerte a ti mismo a partir de las palabras de Dios, luego encontrar los principios y la senda de práctica y solo entonces puede producirse un cambio gradual. Cambiar cualquier clase de carácter corrupto no es algo que pueda suceder en uno o dos días; requiere cierta cantidad de tiempo, hace falta que haya un proceso”. Esta es una afirmación precisa, pero ni la aceptan ni la practican. No abordan diversos problemas según los principios-verdad, sino que adoptan medidas extremas. ¿Cómo de extremas? Bueno, a fin de resolver los problemas, suelen usar métodos que perjudican su propia carne y que son para ellas un tormento. ¿Acaso eso no es extremo? (Sí). También tratan a otros de esta manera, usan métodos extremos contra ellos. Además, usan métodos extremos para tratar diversos asuntos. Por ejemplo, digamos que una mujer siente a menudo que está muy ocupada con su deber y que le resulta molesto emplear tiempo en cortarse y lavarse el pelo, así que simplemente se afeita la cabeza. Para reducir la frecuencia del afeitado, se aplica incluso algunos productos químicos para restringir el crecimiento normal del cabello. ¿Acaso no es esto extremo? Al ver que es calva, la gente asume que es un hombre, pero a juzgar por su voz y su figura, piensan que podría ser una mujer; simplemente, no pueden distinguir si es hombre o mujer. Solo averiguan que se trata de una mujer y que se afeitó la cabeza para ahorrarse problemas tras preguntarle al respecto a otros hermanos y hermanas. Hay gente sin discernimiento que incluso aprueba esto y admira a esa persona: “Mira, su determinación para rebelarse contra la carne realmente supera la de las personas corrientes. Su odio por la carne es auténtico; ¡de veras emprende acciones en lo relativo a no apreciar la carne! Algún día yo también me afeitaré la cabeza como ella”. ¡Algunos incluso la imitan! ¿Acaso no son de la misma clase que ella? Han conocido a un espíritu afín; no solo les falta discernimiento respecto a esta cuestión, sino que además la alaban mucho y quieren imitarla. ¿Acaso no son personas extremas? (Sí). Dime, ¿acaso las personas extremas no lo hacen todo con una fuerza impulsora depravada? (Sí). ¿De dónde viene esta fuerza impulsora depravada? ¿Se halla en la humanidad normal? (No). Entonces, ¿por qué no existe esta fuerza impulsora depravada en la humanidad normal? Porque, si las personas tienen el pensamiento, la conciencia y razón de la humanidad normal, considerarán los asuntos de una manera relativamente normal, positiva y práctica; así, no participarán de ninguna manera en estos comportamientos extremos. Es decir, da igual lo que hagan, ya sea algo que les guste o que no, se comportarán con normalidad y racionalidad y no serán extremistas. ¿Acaso se puede decir entonces que hay algo de malo respecto al pensamiento de este tipo de persona extremista? (Sí). Hay algún problema con su comprensión, ¿verdad? (Sí). Por ejemplo, Dios requiere de las personas que sean leales al hacer su deber. Reflexionan sobre cómo lograr ser leales y llegan a la conclusión de que deben sufrir dificultades, así que practican sufrir dificultades: siguen preceptos para cada comida, comen un número determinado de granos de arroz y de verduras; cuando se les estropea la ropa, la parchean y siguen llevándola, con lo que a ojos de los demás son ascetas; mientras que otras duermen entre seis u ocho horas diarias, ellas duermen una o dos horas. Sienten que tienen la resolución de sufrir dificultades y que son más leales que nadie. Siempre reflexionan sobre estos pensamientos y comportamientos extremos, cosa que las personas normales no son capaces de entender. Por ejemplo, si dicen algo incorrecto o usan mal una palabra al hablar con alguien y se ríen de ellas, se sienten desgraciadas y reflexionan: “Nunca usaré esta palabra de nuevo en mi vida y eso no es todo; nunca volveré a ver a esta persona en mi vida y nunca hablaré con ella, ¡así no podrá encontrarme falta!”. Y pueden hacerlo; pueden atenerse a esto. Pueden atenerse a cualquier comportamiento o pensamiento y opinión extremos durante toda su vida y se niegan a que nadie las persuada. Solo se atienen a esto e incluso tienen razones y fundamentos para hacerlo, creen que esta es una manifestación de someterse a la verdad, una manifestación de amar a Dios y una manifestación de lealtad. Dime, ¿acaso tales personas no son problemáticas? (Sí). ¿Es fácil llevarse bien con ellas? (No). Entonces, ¿cómo surgen sus comportamientos? ¿Acaso no los causa una especie de pensamiento extremo? Consideran estos comportamientos y manifestaciones extremos como practicar la verdad y perseveran al hacerlo. ¿Acaso estos pensamientos y opiniones extremos no son la raíz de estos comportamientos en este tipo de persona? Creen que hacer cosas de esta manera es practicar la verdad y expresar lealtad a Dios y, asimismo, por dentro condenan y discriminan a cualquiera que no hace lo mismo, mostrando desdén. Por ejemplo, fíjate en la mujer que mencionamos antes, la que se afeitaba la cabeza; al ver que otros no se la afeitan, piensa: “Uf, lleváis el pelo muy largo, hasta os lo peináis de varias maneras. Sois todos muy presumidos; ¡no amáis a dios! Fijaos en mí, hace muchos años que soy calva y nunca me ha dado miedo que se rían de mí; no soy presumida. Lleváis el pelo muy largo y tenéis que lavarlo a menudo; ¡qué pérdida de tiempo! Con todo ese tiempo, ¿no sería genial leer más palabras de dios y hacer un poco más de deber?”. ¡Incluso condena a los demás! Este tipo de personas escuchan muchísimas palabras de Dios y escuchan sermones durante muchísimos años, sin embargo, todavía no entienden qué es la verdad. Todavía tienen muchos pensamientos extremos y, bajo la guía de estos muchos pensamientos extremos, exhiben muchos comportamientos, prácticas y estilos extremos, así como luego se definen como las que más aman a Dios y las más leales. ¿No es esta otra manifestación de depravación? (Sí). Ser extremista en todo es depravado. Dime, estas manifestaciones extremas no dañan a otros, por tanto, ¿por qué decimos que son depravadas? (Estas manifestaciones no se conforman al pensamiento de las personas normales; no son comportamientos y prácticas que las personas normales deberían tener). Estas manifestaciones extremas no tienen relación de ningún tipo con el pensamiento y las manifestaciones de las personas normales; están despegadas de la realidad, de las vidas objetivas y prácticas que las personas con humanidad normal deberían tener. Adoptan un enfoque radical para diversos asuntos, entonces definen estos pensamientos, opiniones y comportamientos extremos y radicales como cosas positivas, mientras definen la verdad como algo negativo. ¿Acaso no es esto confundir el bien con el mal, convertir lo negro en blanco? (Sí). Confundir el bien con el mal, convertir lo negro en blanco, sustituir conceptos de manera engañosa; esto es depravado. Con independencia de cómo compartas sobre la humanidad normal, la conciencia y la razón, el pensamiento de las personas normales o los pensamientos y opiniones que las personas normales deberían tener hacia diversos asuntos, no pueden asimilarlo y simplemente no lo aceptan en su interior. Aparte de no aceptarlo, incluso formulan algunas prácticas, comportamientos e incluso pensamientos y opiniones ridículos y extraños que están separados del sendero de la humanidad normal, los ponen en marcha ellas mismas y usan esto simultáneamente como el estándar para medir a todas las personas, acontecimientos y cosas, creen que cualquier cosa que no se conforme a sus pensamientos, opiniones y comportamientos extremos está mal, mientras que todo lo que se conforme a sus pensamientos, opiniones y comportamientos está bien y es acorde a la verdad. ¿No es esto confundir el bien con el mal? ¿No es esto convertir lo negro en blanco, no es esto sustituir conceptos de manera engañosa? Esta es otra manifestación de depravación en aquellos reencarnados de diablos. Es decir, nunca aceptan las cosas positivas, sino que en su lugar hacen pasar cosas no positivas o negativas como cosas positivas que se han de emular e imitar, por lo que logran el objetivo de distanciar a las personas de Dios. Este es también una especie de comportamiento extremo.
Aquellos que son diablos tienen otra manifestación de depravación: no aman la verdad en lo más mínimo. Les gusta buscar cosas anormales y sobrenaturales, siempre quieren formular una serie de teorías y dichos absolutamente espirituales, incluso quieren investigar la base de estos asuntos sobrenaturales. Tratan estas cosas como la verdad, como guías, direcciones y objetivos para acciones en la vida diaria, las usan para lidiar y juzgar a toda clase de personas, acontecimientos y cosas. Por ejemplo, cuando tienen problemas, recuerdan qué sueños tuvieron la noche anterior, si ocurrió algún fenómeno anormal a su alrededor o si hubo señales de mal agüero, en un intento por buscar una base en ello para determinar su fortuna; estas son la clase de cosas que siempre buscan. En especial, cuando se encuentran a personas con enfermedades graves, lo consideran de mal agüero, creen que el contacto con tales personas drenará su propia energía vital y traerá mala suerte. Por tanto, después del contacto con tales personas, a menudo se miran al espejo para ver si su frente se ha oscurecido o si tienen un aire de desgracia en ellos. Normalmente, solo reflexionan todo el tiempo respecto a cómo será su fortuna. Cuando tienen un momento ocioso, hojean el viejo almanaque o buscan en internet dichos adivinatorios. Se basan en cosas como un sueño que tuvieron o un dicho supersticioso que le oyeron a alguien para juzgar si su fortuna es buena o mala. Aunque creen en Dios, nunca usan las palabras de Dios como base para tratar a las personas, los acontecimientos y las cosas a su alrededor ni usan la verdad como base para tratar cada acontecimiento que suceda a su alrededor. En su lugar, siempre buscan algún sentimiento inusual. Por ejemplo, si se sienten un poco mal un día que están cantando, piensan: “¿Me está deteniendo dios? ¿No quiere dios que cante?”. Si en una ocasión van a salir a predicar el evangelio, aunque hayan dispuesto con claridad la hora y el lugar con alguien, todavía tienen que orar para captar el sentimiento en su espíritu. Después de orar, esperan unos pocos minutos, pero no sienten nada. Entonces, buscan ver si hay algún fenómeno anormal con el sol ese día o si hay urracas o cuervos graznando fuera, con lo que usan esto para juzgar cómo será su fortuna ese día, si su salida para predicar el evangelio irá bien y si ganarán gente. Si estos métodos no funcionan, lanzarán incluso una moneda para decidir si van o no. Si sale cara, para ellos significa que las cosas irán sin problemas y serán capaces de ganar a las personas; si sale cruz, significa que tendrán problemas y no ganarán a personas. Deciden si van a salir en función de estas cosas. Da igual hace cuánto tiempo crean en Dios, nunca usan la verdad como base o como su principio de práctica. En su lugar, siempre confían en estos dichos supersticiosos o estos sentimientos y fenómenos anormales para juzgar a las personas, acontecimientos y cosas, para lidiar con los diversos asuntos que ocurren a su alrededor o para decidir los principios según los que deberían practicar. Siempre buscan estos sentimientos infundados, extraños, raros y sobrenaturales y siempre actúan y viven en función de ellos. Algunas personas, al ver a un gato negro al salir, creen que indica mala suerte y prefieren demorar las cosas que salir. A algunos puede que se les estropee el coche de camino a lidiar con algo y creen que es Dios el que los detiene, que su suerte ese día es mala y no deberían haber salido. Algunos que ven un ataúd cuando salen creen que tendrán suerte con el dinero ese día. Cuando hacen algo, este tipo de personas siempre busca una base en alguna clase de dicho supersticioso; no tienen principios precisos de práctica basados en la verdad. Da igual cómo compartan los demás o cómo lleve a cabo el trabajo la casa de Dios, nunca aprenden a vivir y trabajar de acuerdo con los principios-verdad. Si de vez en cuando ocurren en casa algunos fenómenos anormales, como que de repente se rompa un grifo y gotee, sospechan que es un mal augurio. Si un golpe de viento abre de vez en cuando una ventana y se rompe el cristal, sienten: “Este golpe de viento no es normal; parece una señal de desastre. ¿Es que dios me está impidiendo salir?”. Si nieva en cuanto salen, dicen: “Mira, nevó en cuanto salí. La gente suele decir: ‘Las personas distinguidas atraen el viento y la nieve cuando salen’. ¡Parece que soy una persona distinguida!”. ¿Acaso no es una tontería? Usan estos dichos raros y extraños como base para juzgar y decidirlo todo. Por ejemplo, si la tira de su mochila se queda atrapada en un picaporte cuando salen, creen que hay un dicho para eso y que tiene un sentido. Consultan rápidamente el almanaque y ven que el dicho para salir a hacer las cosas en este momento es este: “Todas las cuestiones desfavorables; no apto para salir”. Reflexionan: “Todas las cuestiones desfavorables; eso significa que no puedo hacer nada. Debo quedarme en casa. Esto es que Dios me permite disfrutar de la calma y la comodidad; ¡es la protección de Dios!”. Incluso encuentran una base para esto. ¿Acaso no es ridículo? Sea cual sea la situación, sienten que hay algún dicho para ella. ¿No es esto extraño? Todo lo que ocurre a su alrededor se ve como un fenómeno extraño y la base para lidiar con estos “fenómenos extraños” es toda clase de dichos extraños. Usan estos diversos dichos extraños para tratar todo lo que ocurre a su alrededor. Por tanto, si vives con este tipo de personas, a menudo sientes que son particularmente extrañas. Podrían decir de repente algo que hace que te acelere el corazón, que te dé escalofríos. Por ejemplo, oír a un perro ladrar a altas horas de la noche es muy normal, pero para ellas es un acontecimiento importante. Deben buscar información, recurrir a la adivinación y a la clarividencia para averiguar qué dicho explica el ladrido de un perro a esas horas. ¿Qué sentirás después de interactuar y asociarte con ellas durante un tiempo? Seguro que algunos dichos absurdos te perturbarán con frecuencia. ¿Tendrás paz y alegría en tu corazón? (No). Sin paz y alegría, te volverás intranquilo como ellas, necesitarás encontrar un dicho para todo. A medida que buscas y buscas, Dios desaparecerá de tu corazón y tu corazón solo se quedará con estos dichos supersticiosos. Esto significa que estás siendo perturbado por estos espíritus malvados, diablos y satanases, hasta el punto que tus pensamientos son agitados, tu corazón no tiene paz ni alegría, tu pensamiento es caótico y pierdes las manifestaciones de humanidad normal. El orden y los patrones normales de la vida de las personas caen en el absoluto desorden por estos pensamientos y dichos caóticos. Da igual lo que suceda, este tipo de personas puede explicarlo con algún dicho extraño y, al final lo tratan de una manera ridícula, rara. Esto es depravación. Hay incluso algunas personas que, después de que un líder las pode, reflexionan: “Esta mañana sentí que algo no iba bien en mi cuerpo. Al lavarme la cara, noté que tenía la frente oscura. Claro, me podaron hoy. Ves, hay señales. Por tanto, debo mirarme en el espejo todos los días cada vez que tenga un momento libre. Si me parece que mi frente está oscura, he de tener cuidado; tal vez me poden, tal vez me tope contra un muro o me frustre con algo”. Cuando algunas personas van a predicar el evangelio y ven que el destinatario potencial del evangelio es una persona bastante buena con un corazón que ansía y busca y puede aceptar la verdad cuando se le comparte, además de darle las gracias a Dios, también reflexionan: “Ayer soñé que me estaba lavando los pies en un arroyo. Ese arroyo representa la riqueza y obtener riqueza representa ganar a alguien por medio de la predicación del evangelio. Por tanto, para ganar hoy a esta persona, también debo agradecerle a dios: ¡dios ya ha dado una señal!”. No importa lo que encuentren o lo que sientan, siempre quieren rastrear la causa principal y siempre necesitan encontrar una base. Algunas personas creen en el dicho supersticioso: “Si tienes un tic en el ojo izquierdo es señal de buena fortuna, pero si es en el ojo derecho es señal de desgracia” y lo usan como base para juzgar las cosas que les suceden. Nunca dedican esfuerzo a la verdad ni buscan la verdad ni la usan como base para juzgar diversos asuntos. Su corazón está lleno por completo de diversos dichos, pensamientos y opiniones extraños, ridículos, raros e incluso sobrenaturales, así como de herejías y falacias; tales cosas consumen a estas personas.
Algunas personas parecen bastante normales desde fuera; su vida, su trabajo y las interacciones con los demás no muestran manifestaciones extremas, sobrenaturales o extrañas. Sin embargo, después de asociarse con ellas durante mucho tiempo, uno descubre que su mente y su corazón están llenos por completo de toda clase de dichos supersticiosos ridículos, extraños y distorsionados que proceden de las tendencias malvadas y usan estos dichos como base para juzgar los diversos asuntos que suceden a su alrededor. Aunque reconocen que las cosas están bajo la soberanía, los arreglos y la protección de Dios, todavía buscan alguna especie de dicho supersticioso como base para explicar tales asuntos, con lo que interpretan la soberanía y los arreglos de Dios con dichos supersticiosos. ¿No es esto depravación? (Sí). Después de oír tanta verdad, ¿cómo es que todavía no pueden entenderla, no pueden contemplar los problemas con la verdad y no pueden decir ni una sola cosa que se conforme a la verdad? ¿Cómo puede carecer de verdad su corazón y, en su lugar, estar ocupado y lleno de esas herejías, falacias y supersticiones? ¿Acaso no es esto depravación? (Sí). Algunas personas incluso dicen: “¡No debes pisar a las hormigas! Una hormiga también es algo vivo. Si pisas una y la matas y regresa del reino espiritual e informa al viejo en el cielo, sufrirás retribución”. “Si matas a un pez y tiene la boca abierta y mirando hacia ti, ¡eso significa que te está acusando! No puedes comerte ese pez; si te lo comes, ¡sufrirás retribución! Matar pollos, perros, bueyes, cerdos; todo eso es quitar la vida, ¡sufrirás retribución por ello!”. ¿De dónde sacan estas herejías y falacias? ¿Acaso no las oyen de esta especie humana malvada? Escogen un dicho aquí y un dicho allá, los aceptan a todos e incluso tratan estos dichos como órdenes supremas, los estiman tanto como la voluntad de Dios. Algunas personas, después de creer en Dios durante varios años, aún dicen cosas como: “No puedes matar pollos. Si matas pollos en esta vida, te convertirás en un pollo en la siguiente y alguien te matará. Por tanto, no puedes quitar la vida; ¡sufrirás retribución por quitar la vida!”. Dicen esto, pero en lo que respecta a comer pollo, ellas mismas se comen uno entero en una sola comida. ¿No es esto ser depravado? Otros dicen: “No puedes llevar pieles de animales. Después de que los animales mueren, sus almas todavía pueden sentir. Si llevas pieles de animales, eso es como envolverte en el alma del animal. Si este animal murió injustamente, podría encontrarte y cazarte y, una vez que empiece a cazarte, no tendrás paz”. Dime, ¿no son extraños estos dichos? (Sí). Hay incluso otras personas que, al ver que alguien lleva una peluca, también tienen algo que decir: “El propietario original de esa peluca podría haber muerto injustamente; su alma sigue en el cabello. Si llevas su cabello, su alma te seguirá”. Toda clase de dichos extraños, raros y absurdos se convierten en cosas que este tipo de personas atesoran en el corazón; son sus directrices supremas. Se atienen a estos dichos absurdos y ridículos como si fueran la verdad y, sin embargo, creen que están siguiendo el camino de Dios. No solo se atienen a ellos por sí mismas, sino que les dicen a otros que lo hagan. Si otros no lo hacen, usan incluso dichos terroríficos, que ponen los vellos de punta, para amenazarlos e intimidarlos, para obligarlos a obedecer. Estas personas intimidan a aquellos que no entienden la verdad. Tales dichos raros y ridículos consisten en algunos rumores y falacias infundados que difunden los diablos y Satanás en el mundo humano. Por un lado, interfieren en el pensamiento normal y en el libre albedrío de las personas y los controlan; por otro lado, los diablos y Satanás usan estas herejías y falacias para ocupar a algunas personas, con lo que hacen que estas personas rindan servicio para ellos en este mundo humano y se conviertan en sus canales, en los que ponen en marcha sus diversos pensamientos raros y extraños. Por tanto, a juzgar por cualquier manifestación de estas personas extrañas, su esencia-naturaleza es perversa. No aceptan la verdad en lo más mínimo; lo que más veneran son las cosas depravadas. Este es exactamente el problema. Cuando las personas no entienden la verdad y carecen de discernimiento, de manera inadvertida, estos dichos extraños y raros influyen en ellas y las desorientan. Sin embargo, tras entender la verdad, saben cómo determinar lo que deberían y no deberían hacer en función del juicio de la razón y el pensamiento normales, además de cómo actuar, qué defender y a qué renunciar cuando las cosas recaen sobre ellas. Esto es lo que las personas con humanidad normal deberían entender y defender, en lugar de usar estos dichos raros y ridículos para discernir, juzgar y decidir cómo tratar a las personas, acontecimientos y cosas. Después de ganar discernimiento de este tipo de persona extraña, ¿ves con claridad su esencia? ¿Cuál es su esencia? Una esencia depravada. No honran la grandeza de Dios, sino que honran la grandeza de Satanás. Incluso cuando quieren hablar sobre un aspecto de la verdad, agradecerle a Dios o aceptar los entornos que Dios dispone, buscan un dicho extraño, raro, ridículo o absurdo como su base. Para ellas, estos dichos y opiniones raros y ridículos están por encima de la verdad y de la soberanía de Dios. Por tanto, la esencia-naturaleza de este tipo de personas es incuestionablemente una esencia depravada. Como viven según la vida de Satanás, lo que exaltan, lo que propugnan y lo que admiran no es la verdad, sino las herejías y falacias de Satanás. Aunque lo que veas es su comportamiento personal, la fuerza impulsora detrás de estos comportamientos personales son los diversos pensamientos y opiniones de los diablos y de Satanás. Aunque desde fuera parezcan humanas, son un canal, herederas de las diversas herejías y falacias de los diablos y Satanás y testigos de ellas. De lo que dan testimonio y lo que propugnan son las herejías y falacias de Satanás, no la verdad. Esta es la manifestación de su esencia-naturaleza depravada.
Dime, ¿es bueno que una persona sea capaz de ver ángeles? Si de veras uno puede ver ángeles, eso es algo bueno, por supuesto. Pero si ese ángel no es auténtico, sino que es uno al que ha suplantado Satanás, entonces verlo es muy peligroso. Si Satanás se hace pasar por un ángel y te permite verlo, ¿esto es bueno o malo para ti? (Malo). ¿Por qué dices que es malo? En circunstancias normales, ¿puede la carne normal ver a los ángeles? (No). ¿Tienen esta facultad los humanos? (No la tenemos). Para ser precisos, los humanos no tienen la facultad de ver a Satanás ni a los ángeles, que pertenecen al reino espiritual. Pero ¿qué sucede si los ves? ¿Acaso no significa que la facultad de tu carne ha cambiado un poco? (Sí). Eso es exactamente. Cuando un fenómeno preternatural ha ocurrido con la facultad de la carne, ¿lo cambió Dios, otra cosa o tú mismo? (Probablemente lo cambió otra cosa). Entonces, ¿lo cambiaría Dios por ti? (No, Dios no hace tal trabajo). Mientras las personas estén vivas, para hacer que su fe sea más firme, ¿cambiaría Dios sus facultades, les permitiría ver a ángeles o algunas cosas del reino espiritual? ¿Haría Dios esas cosas? (No). Podemos decir con certeza que Él no lo haría. Antes de que una persona logre la salvación, Dios no haría en absoluto estas cosas; esto es cierto más allá de la duda. Entonces, si la facultad de tu carne cambia de repente y sucede un fenómeno preternatural —y no lo cambió Dios ni pudiste cambiarlo tú mismo—, ¿qué sucede? Dios no haría semejante cosa y tú no podrías cambiarlo por tu cuenta. La única posibilidad es que Satanás y los espíritus malvados hayan estado obrando en ti; es decir, Satanás y los espíritus malvados te han desorientado y controlado, de tal modo que participas en prácticas sobrenaturales, lo cual te permite ver cosas que las personas normales no pueden ver y oír palabras que las personas normales no pueden oír. Esto no es en absoluto algo bueno. Si Satanás te permite ver cosas que otros no pueden ver, ¿cuál es el propósito de esto? ¿Es el de ampliar tus horizontes, hacerte creer en la existencia del reino espiritual o darte fe en Dios? (No). Cuando Satanás te hace esto, ¿tiene buenas intenciones o motivaciones? (No). Desde luego que no. Satanás usa esta facultad preternatural tuya para permitirte ver algunas cosas que no puedes ver normalmente, de modo que te seduce y hace que te intereses más por asuntos del reino espiritual. Te da este pequeño beneficio, este pequeño gusto, y luego te engatusa para aceptar lo que hará a continuación. ¿Y qué será? ¿Te concederá Satanás la verdad? ¿Te proporcionará la vida? No, te corroerá, destruirá las diversas facultades innatas de tu carne, para luego tomar posesión de ti, arrancarte del lado de Dios y hacer que renuncies a Él. Si Satanás permite que una persona vea ángeles o cualquier fenómeno del reino espiritual, dime, ¿es eso bueno? (No). Si alguien puede ver a menudo cosas que otros no pueden o dice ver a menudo ángeles volando en torno a su tejado, así como dice que los ángeles son bellos y puros y a menudo conversa con ellos, ¿qué deberías hacer al encontrarte a tal persona? (Alejarte rápidamente). Debes alejarte rápidamente de tal persona; no discutas nada con ella. Si estás interesado en este asunto y lo discutes con ella, eso es peligroso. No le digas: “Estás en peligro; siempre puedes ver cosas que otros no pueden. Estás siendo depravado, no voy a asociarme más contigo”. No necesitas decir estas cosas; limítate a ser consciente en tu corazón; eso es suficiente. Los diablos y Satanás ya la tienen en la mira o esta persona es naturalmente un diablo, no es humana. Los humanos no pueden asociarse con los diablos. Solo hay un desenlace final para los humanos que se asocian con los diablos: que los diablos los devoren. Cuando te encuentras con este tipo de persona que experimenta fenómenos sobrenaturales, da igual lo raras o extrañas que sean las cosas que diga, no debes ser curioso en ningún caso. Mantente alejado rápidamente de tales personas; no las observes ni las estudies ni trates de cambiarlas, ni mucho menos les prediques el evangelio ni les hagas creer en Dios. Si haces eso, eres demasiado estúpido. Ni siquiera Dios quiere a las personas que son diablos; pese a ello, traerías a un diablo a la casa de Dios y le harías hacer un deber. ¿Puede esto beneficiar al trabajo de la iglesia? No solo no traerá ningún beneficio, sino que además causará perturbación y trastorno al trabajo de la iglesia. Aunque hagas esto con buenas intenciones, Dios no lo recordará ni te condenará siquiera; esta es una acción malvada. Por tanto, nunca debes hacer tales cosas. Ya sea alguien con el que estés familiarizado o no, ya sea familia, un pariente cercano o bien se trate de amigos o hermanos y hermanas con los que cooperas; si a menudo ven que alguien camina por su jardín o que alguien siempre los mira por la rendija de la puerta, así como además dicen a menudo que pueden conversar con ángeles, que pueden oír lo que dice Dios, que ya se sienten niños victoriosos, que son un primogénito, alguien que será arrebatado; ¿podrías seguir tratando a tal persona como un hermano o una hermana? (No). Debéis tenerlo claro en vuestro corazón; no confundáis a tales personas con hermanos y hermanas, no seáis necios. Si eres necio y, al ver a tales personas piensas: “Son vencedores, primogénitos, personas que son perfeccionadas; tienen la verdad, debo acercarme a ellos”, entonces no solo estás en peligro, además será fácil que te desorienten, lo cual será problemático. No puedes discernir a estas personas ni desentrañar su esencia-naturaleza. ¿Haría Dios esa clase de trabajo? Dios no salva a los diablos y satanases. La obra que hace Dios es la de proporcionar la verdad a las personas, la de permitirles —por medio de entenderla, practicarla y someterse a ella— lograr tener la verdad como su vida y obtener el verdadero conocimiento y el verdadero temor de Dios, de modo que se liberen completamente de la influencia de Satanás y logren la salvación. Esta es la obra que hace Dios. Solo la verdad puede salvar a las personas, no ningún extraño dicho, herejía o falacia. Estas herejías y falacias no tienen relación de ningún tipo con la verdad; solo pueden desorientar y corromper a las personas y de ningún modo pueden permitirles lograr la salvación. Para que las personas logren la salvación, para lograr la sumisión a Dios y evitar el mal, la única senda es aceptar la verdad y practicarla; no hay otra senda. No intentes hacer pasar por la verdad algunos métodos o dichos extremos, así como tampoco dichos ridículos y raros, ni sustituir la verdad por ellos para lograr la salvación. Ninguna de estas sendas funciona; no provienen de Dios.
Tras haber terminado de compartir las manifestaciones de depravación en aquellos que se han reencarnado de diablos, hablemos ahora sobre otra de sus manifestaciones: la maldad. Las manifestaciones de maldad tienen similitudes con las de depravación, pero también hay diferencias. Las manifestaciones de depravación no se conforman al pensamiento, la conciencia, la razón o a los instintos de humanidad normal ni se conforman a las diversas condiciones innatas de la humanidad normal que ha ordenado Dios para los seres humanos creados; en su lugar, van más allá de estas diversas condiciones innatas de humanidad normal. La manifestación general es ser anormal, sobrenatural, extremo y extraño. Es decir, la gente con la razón y conciencia de la humanidad normal encuentra a tales individuos muy extraños, tanto en lo que se refiere a sus manifestaciones y comportamientos como a sus pensamientos y puntos de vista. Simplemente, no puedes comprender por qué pensarían o actuarían de esa manera. Ahora, por medio de la enseñanza, ya lo entiendes. Por tanto, ¿dónde radica la raíz? Radica en su esencia-naturaleza y en su cualidad como diablos. Estas son básicamente las manifestaciones de depravación. Sin embargo, la maldad de los diablos no solo involucra algunas manifestaciones externas que se ven comúnmente; en su lugar, involucra directamente a la postura de este tipo de persona respecto a la verdad. Es incluso más vil y más seria que la depravación. Las manifestaciones de maldad, por supuesto, también se califican por cómo tratan la verdad tales personas. Primero, aquellos que son diablos son hostiles a la verdad; esta es la primera manifestación de maldad. La segunda manifestación de maldad es que, además de tener una postura de hostilidad hacia la verdad, los diablos también la atacan proactivamente. La tercera manifestación de maldad es que, además de ser hostiles y de atacar la verdad, los diablos van un paso más allá y quieren reemplazarla. Sus manifestaciones de maldad nunca se detendrán meramente en el nivel de ser hostiles y atacar la verdad; en cambio, sobre la base de estas dos manifestaciones, también quieren reemplazar la verdad. Esta es su esencia. Muchas de las manifestaciones de maldad en los diablos son las mismas que las manifestaciones de aquellos con la esencia de anticristos, las cuales hemos compartido antes, de modo que no hay necesidad de profundizar en estos aspectos. Hoy diseccionaremos principalmente estas tres manifestaciones de maldad en los diablos; ser hostil a la verdad, atacarla e intentar reemplazarla.
Primero, vamos a hablar sobre la manifestación de hostilidad hacia la verdad en aquellos que son diablos. Hemos compartido bastante el tema de la hostilidad hacia la verdad con anterioridad; este no es vuestro primer encuentro con semejante tema. La manifestación de hostilidad hacia la verdad es muy evidente en aquellos que son diablos. Es decir, no pueden aceptar ninguna cosa positiva, ninguna cosa que sea correcta y se conforme a la conciencia y razón de la humanidad. En especial, cuando se trata de algo que involucra a los principios-verdad, son incluso menos capaces de aceptarlo. Su incapacidad para aceptar no es simplemente una cuestión de que sacudan la cabeza y se nieguen; en cambio, sienten repulsión y asco en su corazón, además de odio. ¿Cómo de profundo es su odio? Si cualquiera comparte la verdad de forma específica y acorde a la realidad, esa persona les parece desagradable. No es solo un poco de celos; se trata de hostilidad. ¿Qué es la hostilidad? Significa tratarte como si hubieras asesinado a su padre. De hecho, puede que no hayas tenido ninguna clase de interacción profunda con ellos ni te conozcan necesariamente, pero si entiendes la verdad y la compartes, sienten repulsión en su corazón. No sienten repulsión hacia alguien que expresa palabras y doctrinas, pero su repulsión es vehemente hacia cualquiera que comparta la verdad con ellos; su odio llega al punto de sentirse como si los estuvieran matando. ¿Cuáles son sus manifestaciones específicas? Cuando los demás comparten los principios-verdad o las intenciones de Dios, sienten aversión al oírlos y no pueden permanecer quietos. Algunos buscan una excusa y se van; hay otros que incluso se levantan y se marchan sin reparo alguno. Las personas con la conciencia y la razón de la humanidad normal, por otra parte, aunque no ansían las palabras correctas ni las aprueban —en especial aquellas que se conforman a la verdad—, como mucho no las aceptarán en su corazón, pero aún pueden permanecer sentadas y aguantar para salvar su imagen. Pero aquellos que son satanases no pueden quedarse quietos. En cuanto oyen la verdad, sienten repulsión y su corazón se altera y, al estar tan alterados, no pueden quedarse allí, se van. Si no pueden irse, se conectan a internet para ver vídeos, dejan que su mente divague y se dedican a algunas acciones para distraerse, cambian de tema y charlan ociosos o exaltan y testifican sobre su propia historia “gloriosa” mientras infravaloran a los demás y les dan lecciones. En resumen, si compartes la verdad, sienten repulsión; adoptan una postura de hostilidad extrema hacia la verdad. Si no compartes la verdad, sino que solo hablas sobre algún trabajo de asuntos administrativos o generales, compartes algunas anécdotas de predicar el evangelio o charlas sobre cuestiones externas, ellos son capaces de quedarse sentados y charlar junto a todos los demás, con lo que dan la impresión de ser bastante harmoniosos. Pero en cuanto se comparte la verdad, en especial cuando se leen las palabras de Dios, su esencia y su verdadero rostro salen a la luz. Se alteran y, si escuchan siquiera un poco más, sienten como si estuviera a punto de explotarles la cabeza. Mientras más lees las palabras de Dios, más sienten que se les está juzgando y que se les condenará y descartará, así como que su vida está en riesgo. Mientras más lees las palabras de Dios, más repulsión y asco sienten en su corazón, como si hubieran contraído alguna enfermedad. Dime, ¿acaso no es muy serio este problema? ¿Aún pueden salvarse tales personas? En especial, en lo que respecta a practicar la verdad y ser una persona honesta, aquellos que persiguen la verdad, como quieren ser honestos, se forman para hablar sinceramente y se abren y se ponen al descubierto. Cuando los diablos oyen esto, sienten repulsión en su corazón, te desprecian y te odian. Sienten que eres vulgar por practicar la verdad, mientras que ellos son honorables —y más nobles y grandes que tú— por no practicarla. ¿Qué clase de punto de vista es este? ¿No es esto convertir lo negro en blanco? Así es como son aquellos hostiles a la verdad. Si compartes la verdad o algún principio de práctica, no solo te desprecian en su corazón, sino que también sienten aversión hacia ti; ni siquiera te miran a los ojos. Si quieres debatir con ellos sobre el trabajo de la iglesia, siempre te evitan; no quieren hablar contigo y a su parecer no tenéis nada en común. Puedes charlar con ellos sobre cualquier tema, excepto respecto a aquellos que involucran a la verdad o a la obra de Dios de salvar al hombre; no quieren debatir estos temas. Por ejemplo, si les dices: “Hablemos sobre cómo hacer nuestro deber con lealtad y debatamos qué problemas existen todavía al hacer nuestro deber en esta etapa y cómo resolverlos”, al oír esto, les parece que está a punto de explotarles la cabeza, sienten extrema repulsión en su corazón y puede que incluso arda un fuego en sus ojos a medida que toman una posición antagónica contigo. Están dispuestos a sufrir cualquier adversidad para ser leales a Satanás, pero sienten especial repulsión hacia Dios y la verdad, no aceptan la verdad en lo más mínimo. Sea quien sea el que comparta la verdad con ellos, no pueden asimilarla. Si les pides que adquieran un saber o estudien obras literarias famosas, están muy dispuestos, sienten que son muy nobles. Pero cuando escuchan sermones o a otros compartir la verdad, es como si los ultrajaran o juzgaran ante un tribunal. Lo que les hace sentir más aversión es leer las palabras de Dios y compartir la verdad. Por tanto, en su vida diaria, si bien harán algún trabajo de asuntos generales y cosas que beneficien a su estatus, reputación y expectativas de obtener bendiciones, tales personas nunca leen las palabras de Dios ni participan en la devoción espiritual. Además, no comparten la verdad durante las reuniones y nunca comparten su conocimiento vivencial personal; su asistencia a las reuniones es meramente una formalidad. Si les pides que compartan su conocimiento sobre las palabras de Dios o la verdad, no pueden pronunciar ni una sola palabra y sienten repulsión en su corazón, piensan: “Compartir las palabras de dios y la verdad es algo para las amas de casa y para aquellos en los escalones más bajos de la sociedad. ¿Cómo podría una figura tan grande como yo hacer tales cosas? Soy alguien que hace grandes cosas y gran trabajo, alguien que recibirá grandes bendiciones. Cuando entre en el reino, seré un pilar y un puntal en el reino de dios. Soy alguien que asume grandes responsabilidades. ¿Quién os creéis vosotros que sois? ¡Incluso asistir a reuniones en la misma iglesia que vosotros supone rebajarme!”. ¡Mira qué altivos son! Su hostilidad hacia la verdad es hostilidad hacia todas las personas y cosas relacionadas con la verdad, además de hacia las prácticas y dichos relacionados con la verdad; son incluso hostiles hacia las cosas positivas. Por ejemplo, si mencionas que los hermanos y hermanas en la iglesia deberían tener santo decoro, que las interacciones entre ambos sexos —ya sea en el trabajo o en la vida diaria— deberían conducirse dentro de ciertos límites, que todo el mundo debería ser digno y decente, no participar en un coqueteo imprudente, respetar las relaciones entre hombres y mujeres y el matrimonio, así como que uno debe practicar en este asunto de acuerdo con las palabras de Dios y que la casa de Dios no propugna la liberación sexual, ¿qué pensarán al oír esto? “Ese es un dicho pasado de moda, un cliché. ¿En qué era estamos ahora para seguir hablando de santo decoro y límites entre hombres y mujeres! En el pasado, los emperadores tenían harenes enteros en sus palacios para ellos solos, ¡eso era genial! Si yo tuviera la capacidad y los medios, aunque no pudiera tener un harén, ¡al menos tendría a una selección de personas con las que alternar!”. Nunca aceptan ninguna cosa positiva o dicho correcto, en especial las palabras de la verdad, e incluso sienten una repulsión considerable hacia ellas y las odian. Por tanto, sobre la base de su hostilidad hacia la verdad, estas personas atacan la verdad y las cosas positivas constantemente. Sea cual sea el aspecto de la verdad o el requerimiento especifico de Dios que se comparta, siempre cuentan con una serie de herejías y falacias con las que criticarlos y juzgarlos. ¿Acaso esta crítica y juicio no son un ataque? (Sí). Da igual cuántas personas acepten la verdad y las cosas positivas, ellos nunca lo harán. Creen que lo que propugna la casa de Dios y lo que la verdad requiere que practiquen las personas son en su totalidad consignas y formalidades, que lo que de veras satisface las necesidades humanas son las tendencias mundanas; sea lo que sea que ahora propugnen las tendencias mundanas, esa es la mayor verdad. ¿No es esto venerar la maldad? Por tanto, sea cual sea el aspecto de la verdad que compartas, muestran una hostilidad subjetiva hacia ella y, asimismo, juzgarán la verdad, la atacarán y blasfemarán contra ella. Por ejemplo, Dios requiere que las personas sean honestas. ¿Cómo definen ser una persona honesta? “Ser una persona honesta es para necios; solo los necios practican ser personas honestas. Solo los necios les dicen a los demás lo que piensan en su corazón, sus asuntos privados. Solo los necios hablan con sinceridad. Solo los necios confían su porvenir al control de otros. No soy un necio; ¡mi porvenir está en mis propias manos y otros no tienen derecho a interferir! Quiera yo decir lo que pienso en mi corazón o no, los demás no tienen derecho a interferir. Si no es algo que quiera contarle a nadie, ¡no sueñes siquiera saber de qué se trata!”. ¿Acaso no es esto sentir aversión por la verdad y odiarla? (Sí). Las personas que son diablos no aceptan la verdad ni la practican. Además de ser hostiles y atacar la verdad, lo llevan un paso más allá y usan diversos venenos satánicos y puntos de vista y prácticas de Satanás para reemplazar la verdad. Por ejemplo, usan intrigas, mentiras, varios métodos o la fachada de sufrir adversidades y pagar un precio para desorientar a otros, como condiciones para obtener bendiciones y negociar con Dios. Piensan que, al creer en Dios, uno no necesita ser una persona honesta, no necesita ser leal a su deber ni aceptar ni practicar la verdad; mientras uno sufra más adversidades, pague un precio más alto, haga más trabajo, realice más buenas obras y acumule más mérito, haga más cosas que se ganen la aprobación y la alta estima de las personas, así como por medio de estos métodos obtenga la confianza de los hermanos y hermanas, además de su exaltación y apoyo, entonces puede lograr el objetivo de intercambiar todo esto por las bendiciones del reino celestial. ¿Acaso este punto de vista no es increíblemente ridículo? (Sí).
Ya esté juzgando y condenando la verdad, siendo hostil a la verdad y atacándola o queriendo siempre usar las herejías y falacias de Satanás para reemplazar la verdad, estas son las manifestaciones específicas de cómo tratan los diablos la verdad. Con independencia de qué manifestaciones sean, todas dejan en evidencia por completo la esencia malvada de los diablos. Ser hostil a la verdad, atacarla e intentar reemplazarla; estos son actos que solo los diablos pueden cometer. Solo los diablos tratan la verdad y a Dios con tanto odio, juicio y condena, así como son capaces de recurrir a cualquier método para desorientar, engañar y alejar a la gente de la verdad y de Dios. Solo los diablos pensarán en cualquier manera de ganarse de manera fraudulenta la confianza, el apoyo y la alabanza de las personas, de lograr su objetivo de comprar el corazón de las personas y controlarlo, en un intento por reemplazar el lugar de Dios en su corazón. En resumen, el hecho de que los diablos adopten tal postura hacia la verdad y hacia aquellos que persiguen la verdad deja en evidencia que su esencia es malvada. Las cosas positivas y la verdad son lo que todos los seres humanos creados ansían y aman; son también dignas de ser apreciadas por las personas. Por supuesto, es además lo que más necesitan los seres humanos creados. Esto es porque la verdad es una cosa esencial para que la especie humana se libere de la influencia de Satanás, camine por la senda correcta y sea capaz de temer a Dios y evitar el mal. Que las personas normales logren la salvación, persigan la verdad, la acepten y la practiquen es un proceso necesario; no hay otro camino. Aunque sea difícil para ellas aceptar y practicar la verdad porque tienen actitudes corruptas, desde la perspectiva de su ser interior más profundo y su voluntad subjetiva, no son hostiles a la verdad; su postura subjetiva no será hostil a la verdad ni es la de atacar intencionadamente la verdad ni intentar por todos los medios usar cualquier herejía y falacia para reemplazar la verdad. Solo Satanás puede hacer esto; su esencia de hostilidad hacia la verdad es la misma que la del gran dragón rojo. Cualquier cosa que sea positiva, que involucre a la verdad, Satanás la niega, la condena y la rechaza. Aunque estas verdades no suponen una amenaza para él, sigue siendo hostil hacia ellas y las odia; esto lo dicta su naturaleza. Como los diablos tienen una naturaleza malvada, para ellos la verdad es su enemiga. ¿Qué implica la palabra “enemiga”? Implica que los enemigos nunca pueden ser compatibles, nunca pueden ser amigos ni compañeros de un mismo pensamiento. Es como el gran dragón rojo. Trata a aquellos que creen en Dios con particular odio y hostilidad. Mientras dejes de creer en Dios y lo insultes, puedes cometer cualquier maldad en la sociedad; no le importa que robes, hurtes o participes en actividades licenciosas; puedes confabularte con él y hacer cualquier maldad. Pero si crees en Dios y caminas por la senda correcta, el gran dragón rojo no lo permitirá; te arrestará, te perseguirá e incluso te matará. Simplemente no te permitirá existir. Mientras existas, eres una espina clavada en su costado; cada día que existes, se siente angustiado e intranquilo por dentro. Solo cuando te haya destruido, cuando ceses de existir, se sentirá victorioso, en calma y en paz. La postura hacia la verdad de aquellos que son diablos es de la misma naturaleza que el odio que siente el gran dragón rojo hacia la verdad. Si persigues la verdad, la practicas, lo haces todo de acuerdo con los principios, tienes una posición y defiendes los principios, te encontrarán desagradable y te odiarán. Si se convierten en líderes y obtienen poder, pensarán en cualquier método posible para encontrar una debilidad en ti con la que atormentarte e incluso te inculparán por alguna ofensa para depurarte. Cuando excluyen a todos aquellos que persiguen la verdad y los que permanecen en la iglesia son todos unos atolondrados que no entienden la verdad en lo más mínimo, se sienten a salvo, sienten que no hay ninguna amenaza para ellos y que sus días son fáciles. Por tanto, aquellos que son diablos no solo son hostiles a la verdad, sino que también son hostiles a aquellos que aman la verdad y la persiguen. ¿Acaso no muestra esto que tienen una naturaleza malvada? (Sí). Algunas personas, después de que los diablos las condenen, excluyan y atormenten, dicen: “No los he ofendido, ¿por qué me encuentran desagradable, pues?”. ¿No es esto charla atolondrada? ¿No es esto no lograr desentrañar las cosas y ser incapaz de discernir a las personas? ¿Arresta y persigue el gran dragón rojo a los cristianos porque estos vulneran las leyes y cometen crímenes? ¿O porque los cristianos participan en actividades políticas para subvertir y hacerse con su poder político? (Ninguna de las dos cosas). Entonces, ¿por qué lo hacen? No participamos en política ni nos oponemos al gran dragón rojo ni lo dejamos en evidencia y ni mucho menos participamos en actividades políticas para hacernos con su poder. Entonces, ¿por qué reprime y arresta a aquellos que creen en Dios de esta manera? Te odia simplemente porque sigues a Dios, aceptas la verdad y honras la grandeza de Dios y lo veneras. Cree que lo has traicionado; no lo sigues, no lo adoras y no te sometes a él, por eso te odia. Así pues, quiere reprimirte y eliminarte, para lograr el objetivo de hacerte desaparecer. Simplemente porque es un diablo malvado y tiene la esencia-naturaleza que es hostil a la verdad, si sigues a Dios, será hostil contigo, te odiará e intentará por todos los medios atormentarte, eliminarte y arrancarte del lado de Dios. Este es su objetivo. Si dejas de seguir a Dios, no será tan hostil contigo. Por supuesto, seguirá intentando acabar contigo, corromperte, jugar contigo y controlarte. Si puedes adorarlo y seguirlo, entonces estará complacido y no te atormentará, pero al final, solo acabarás enterrado junto a él. ¡Nadie que adora a Satanás tiene nunca un buen final!
La naturaleza de Satanás de resistirse a Dios nunca cambiará. ¿Por qué aquellos propios de Satanás que son anticristos son tan hostiles a la verdad y a Dios? Dime, ¡cómo de malvada es su esencia-naturaleza! No aceptan la verdad, la obra de Dios, ninguna cosa positiva o prácticas y dichos correctos, sin excepción. No solo sienten repulsión en su corazón y se niegan a aceptarlos, sino que además hacen maldad activamente para resistirse a Dios y difunden diversos rumores y falacias infundados para condenar la verdad y las cosas positivas. Las personas malvadas como estas también quieren obtener bendiciones al creer en Dios; se cuelan como gusanos en la casa de Dios, pero como no aceptan la verdad en lo más mínimo, se las revela y descarta. Por ejemplo, aceptar la poda es algo positivo. Cuando las personas normales hacen el mal y se las poda, reflexionan sobre sí mismas. Si su mala conducta se debió a malas intenciones o a un carácter corrupto, buscarán la verdad para resolverla. Si su mala conducta surgió porque su calibre es escaso y no veían las cosas con claridad, buscarán además de manera proactiva una senda para resolverlo, en la que encontrarán a personas de buen calibre que entiendan la verdad para ayudarlas y guiarlas. En resumen, bajo la guía y los preceptos de su conciencia y razón, tratarán de manera correcta el ser podadas. Sin embargo, ¿cómo tratan aquellos que son diablos el ser podados? Los propios diablos son hostiles hacia la verdad, pero con su naturaleza malvada, no pararán en absoluto en la mera hostilidad; también condenarán la verdad, se resistirán a ella y blasfemarán contra ella. Por tanto, cuando se les poda, tratan con vigor de discutir y de defenderse a sí mismos. No solo niegan la verdad, sino que además atacan y condenan a aquellos que los podan e incluso difunden palabras tales como: “¡Creer en dios es demasiado difícil! Aquellos de nosotros con escaso calibre que no entendemos la verdad acabaremos simplemente siendo expulsados. ¡No es fácil intentar vivir a costa de la casa de dios! Las personas de escaso calibre no tienen ningún futuro; no podemos hacer otra cosa que sufrir el tormento de los demás. Por mucho que los demás se metan con nosotros, tenemos simplemente que soportarlo. ¿A quién podemos culpar sino a nuestro propio escaso calibre? ¡Si tu calibre es escaso, eres inferior a los demás!”. No solo no aceptan la poda ni reflexionan sobre sí mismos ni se conocen, además no buscan principios de práctica ni una senda de práctica para resolver este problema. Si de veras es escaso su calibre, entonces, a partir de la base de sus condiciones inherentes, ¿cómo pueden hacer lo mejor posible su deber y ofrecer su lealtad? ¿Pensarían de esta manera? Son hostiles a la verdad, así que no pensarían así en ningún caso. Es más, subirán el tono y se dedicarán a juzgar y calumniar, incluso maldecirán en secreto en su corazón a aquellos que los podan: “¡Uf! Hoy me has incomodado. ¡Cualquier día te voy a dar una lección! ¿Piensas que mi calibre es escaso? ¡He creído en dios durante muchos años, tú solo llevas creyendo unos cuantos! ¿Te parezco desagradable? Un día te haré sufrir las consecuencias, ¡te haré sufrir una muerte terrible!”. Fíjate, cuando se les poda, aunque no digan nada e incluso sonrían, su corazón rebosa de resentimiento, odio y maldiciones. Algunas personas muestran su falta de voluntad para aceptar la poda, de vez en cuando pronuncian palabras de queja, ataque o juicio. No solo son hostiles a la poda, sino que además toman la iniciativa de atacar a aquellos que las podan, se niegan a ceder ante quienquiera que lo haga. Algunas mujeres puede que sean un poco pequeñas y parezcan bastante delicadas desde fuera, pero montan en cólera cuando alguien las poda de veras: “He sufrido mucho al creer en dios durante todos estos años, ¿acaso ha sido fácil? Te parezco desagradable; bueno, ¡yo ya estaba predicando el evangelio antes de que tú nacieras! ¿Tratas de acosarme solo porque soy más vieja? Deja que te diga una cosa: ¡eso no va a ocurrir! Pregunta por ahí, ¿acaso he cedido ante alguien en toda mi vida?”. ¿Pueden las personas con esta clase de carácter aceptar la verdad? Desde luego que no. No solo no aceptan que se las pode, sino que además maldicen a aquellos que las podan. ¿Acaso no son malévolas? Las personas que son diablos y satanases son depravadas, escurridizas, traicioneras y taimadas. Dado que su postura hacia la verdad es la hostilidad y el ataque, cuando sus acciones malvadas se dejan en evidencia y se enfrentan a que las echen o expulsen sin esperanza de obtener bendiciones, no son en absoluto tan educadas o dóciles, sino que emplean métodos para resistirse. Algunas inventan mentiras, dicen que los líderes y obreros las están atormentando, incitan a otros a acudir en su defensa, con lo que perturban de manera deliberada el trabajo de la iglesia. Otras fingen sumisión, dicen: “No importa cómo me trate la casa de dios, aunque me manden al grupo B o me echen, seguiré haciendo mi deber igualmente. Soy leal a dios y nunca jamás negaré este camino ni renunciaré a mi deber”. Muestran una fachada para embaucar a la gente, para que parezca que se han arrepentido, como si pudieran aceptar y someterse sin importar cómo los trate la casa de Dios, así como que no van a renunciar a su deber. De hecho, te están engañando y jugando contigo. Piensan para sí: “¡Uf! ¿Quieres usarme para rendir servicio? ¡Ni hablar! Cuando te expreso mi resolución y digo que estoy dispuesto a hacer mi deber, eso no es más que una formalidad, ¡solo os estoy engañando!”. Desde fuera, parecen particularmente dóciles y obedientes, hacen que la gente piense que están dispuestas a hacer deber. Pero cuando de veras dispones que hagan un deber, son negligentes, se sirven de trucos, te engañan e incluso desaparecen. Podrían pasar más de diez días desde que se les haya asignado una tarea sin que se produzcan progresos en absoluto. Algunas personas son ignorantes, carecen de discernimiento y esto les parecerá desconcertante, piensan: “Fueron bastante honestos cuando aceptaron hacerlo, dijeron que estaban dispuestos a hacer su deber. No parecía que estuvieran mintiendo. ¿Cómo es que ahora no se les puede encontrar por ninguna parte?”. Deja que te diga la verdad: son grandes estafadores, son diablos. ¿De qué manera consideran el cumplimiento del deber aquellos que son diablos? Lo consideran como si la casa de Dios los usara para rendir servicio, como si jugara con ellos. Esta es la mentalidad que tienen hacia el cumplimiento del deber aquellos que son diablos. ¿Qué hay en ti que merezca la pena usarse? Como mucho, entiendes un poco respecto a cierta profesión. Si la casa de Dios tiene una necesidad en el trabajo de este ámbito, eso significa, en el mejor de los casos, que eres apto para hacer este deber. Usar este asunto de hacer deber para medirte y hacerte exigencias es una exaltación para ti. Si te niegas y no aceptas, entonces no estás apreciando la amabilidad. Así de impermeables a la razón son aquellos que son diablos. Piden hacer un deber y, cuando la iglesia dispone trabajo para ellos, presuponen que la casa de Dios quiere usarlos. Si de veras tienes algo de valor para que se te use en la iglesia, ¿esto para ti es una suerte o una desgracia? (Una suerte). ¿Para ti es una desgracia o una bendición? (Una bendición). ¿Por qué dices que es una bendición? (Ser capaz de rendir servicio para Dios es la exaltación por parte de Dios, así que es una bendición). Debes entender esto: rendir servicio para Dios es la exaltación por parte de Dios. ¿Qué significa exaltación? Significa que tienes este poco de fortaleza profesional a la que se le puede dar uso en el trabajo de la casa de Dios, lo cual es una oportunidad que Él te da; Dios te ha dado una oportunidad de rendirle servicio, una oportunidad de lograr la salvación, y esta es una condición básica para que seas bendecido. Solo cuando posees esta condición básica puedes tener la oportunidad de aceptar la verdad y practicarla paso a paso, así como de lograr la salvación. Si no tienes ninguna cualidad redentora en absoluto, entonces eres un inútil en la casa de Dios. ¿Te seguirá proveyendo la casa de Dios gratis? Si no hay deber que puedas hacer en la casa de Dios, entonces careces de un vehículo adecuado y razonable y de una condición básica para mantener una relación normal con Dios. Si no se te puede dar uso en ningún trabajo específico en la casa de Dios, eso significa que no has establecido ninguna relación con Él y, por tanto, no tienes la oportunidad de acudir ante Dios, no tienes la oportunidad de aceptar ningún paso o ningún periodo de la obra que hace Dios para salvar a la especie humana. Entonces, ¿todavía tienes la oportunidad y las condiciones para lograr la salvación? Por tanto, si se dice que tienes valor para que se te use, esto podría sonar incómodo en el mundo no creyente y tal vez “use” sea una palabra negativa aquí; pero en la casa de Dios tienes que fijarte en quién te está usando. ¿Cómo se debería interpretar este “uso”? Si Dios te usa, eso demuestra que todavía tienes algo de valor y aún puedes rendir servicio para Dios. Cuando rindes servicio para Dios, ¿no es esta la exaltación por parte de Dios? (Sí). Esto es que Dios te da una oportunidad, la exaltación hacia ti por parte de Dios. Es algo bueno; demuestra que Dios tiene algo de consideración hacia ti y todavía está dispuesto a darte una oportunidad. Por tanto, ¿es una vergüenza que te use Dios? ¿Es una pérdida? ¿Sufres una pérdida cuando se te usa? ¿Te hace perder tu integridad o dignidad? No, ganas mucho más. Te da la oportunidad de acudir ante Dios para aceptar la verdad y Su salvación. No sufres ninguna pérdida en absoluto; obtienes una gran ventaja. Pero aquellos reencarnados de diablos no lo ven de este modo. Tienen una naturaleza malvada. Da igual cuánto los use y corrompa Satanás, no muestran objeción; les satisface bastante. Si los funcionarios del gobierno los usan, lo consideran una suerte, una señal de prosperidad. No lo disciernen ni se oponen, no se resisten ni lo rechazan. Pero en la iglesia, si se les asciende para hacer un deber, sienten que es rendir servicio, que se están vendiendo y que la iglesia los está usando. Por ejemplo, cierta mujer entiende un poco sobre cierta habilidad profesional, de modo que la iglesia dispone que haga trabajo en este ámbito. No solo no puede aceptarlo de Dios, sino que además siente una particular repulsión en su corazón: “¿Tratas de usarme? ¡Piénsalo mejor! ¡No soy tan necia! He vivido todo este tiempo y nunca me ha usado nadie. ¡La persona que podría usarme aún no ha nacido!”. No hace falta que te alteres tanto. Si estás dispuesta a hacer tu deber, entonces acéptalo de Dios y cúmplelo bien. Si no estás dispuesta a hacer tu deber, entonces deja la casa de Dios. La puerta de la casa de Dios está abierta; puedes marcharte en cualquier momento e irte donde quieras. Dios concede la verdad a las personas gratis. Dios concede la verdad y Su provisión de vida a las personas sin ningún coste en absoluto. ¿Te ha pedido un céntimo siquiera? (No). Haces un poco de deber y aún así lo percibes como si Dios te usara. ¿No es esto carecer de conciencia, no apreciar la amabilidad? ¿Y qué si Dios te usa? ¿Está mal eso? Dios te dio tu propia vida. ¿Acaso Dios no es digno de usarte? ¿No está Él cualificado para ello? ¿Te puedes comportar con superioridad solo porque entiendas un poco de una profesión? ¿Tiene que ser Dios obsequioso, suplicarte con respeto, prometerte cosas, elevarte y colocarte en un trono? ¿Eso es lo que te haría feliz? La gente sin humanidad normal no puede entender correctamente el asunto de hacer deber. Siempre dice: “La casa de Dios me está usando. No soy tan necio; ¡solo los necios están dispuestos a que dios los use!”. Fíjate, ¡este pensamiento es tan depravado como malvado, además de totalmente irracional! ¿Cómo se debería tratar a tales personas? Es fácil: ya sea echándolas o asignándolas al grupo B, depúralas sin más. Si tienes tanto miedo de que se te use, ¿por qué te sigues aferrando a la casa de Dios y dices que quieres hacer un deber? ¿No es esto ser hipócrita y engañar a las personas? Si te da miedo que se te use, la casa de Dios nunca te usará para hacer un deber; la casa de Dios no impone cosas a la gente. Ahora es el momento en el que se ordena a cada uno según su tipo. Quienquiera que esté dispuesto a cumplir su deber se quedará; quien no esté dispuesto a hacer su deber, debería marcharse enseguida de la iglesia y no volver nunca. La casa de Dios no obliga a nadie. Solo aquellos que hacen su deber voluntariamente pertenecen al pueblo escogido de Dios. Aquellos que no están dispuestos a hacer su deber son todos sirvientes de Satanás que están aquí para perturbar el trabajo de la iglesia. Algunas personas quieren obtener bendiciones al hacer su deber, pero al mismo tiempo temen que las usen. ¿Tienen conciencia y razón? (No). Siempre temen sufrir pérdidas, siempre sienten que la casa de Dios se está aprovechando de ellas, que están sufriendo una gran pérdida. ¿Acaso no es esto no lograr reconocer lo que es bueno para ellas? ¿Qué pérdida has sufrido tú? Si tratas de intercambiar tus habilidades técnicas por la verdad y por la salvación, te digo que no puedes hacer ese intercambio; no eres digno, no estás cualificado. Las palabras de Dios son vida; son el arma más poderosa para que la especie humana deseche las actitudes corruptas y se libere de la influencia de Satanás. Solo las palabras de Dios, solo la verdad, pueden erradicar a la vieja especie humana que posee la esencia-naturaleza de Satanás. Solo la vida de Dios, solo la verdad, puede permitir a esta especie humana continuar sobreviviendo y acabar con el destino de Satanás. La vida de Dios y la verdad son tesoros invaluables; ninguna cosa material en el mundo y nada que las personas consideren precioso se puede intercambiar por ellas. Aunque las personas ofrezcan su vida, esta no se puede intercambiar por ellas, mucho menos por sus insignificantes habilidades técnicas. La verdad no se vende; la casa de Dios no vende la verdad, no vende vida. Por tanto, ¿qué pueden hacer exactamente las personas para obtener vida? Solo pueden obtener vida al aceptar la verdad, someterse a ella, ofrecer su lealtad y sinceridad a Dios, así como al cumplir con el deber de un ser creado.
Las personas con la esencia malvada de Satanás tienen unas actitudes particularmente malévolas. No solo muestran hostilidad hacia la verdad y la atacan, sino que además quieren usar sus propias herejías y falacias para reemplazar la verdad. Su principal manifestación es que odian y atacan a cualquiera que las poda o las deja en evidencia y les pone las cosas difíciles. Esta esencia-carácter es demasiado malvada, más cruel que la de un animal salvaje. Aunque los tigres y leones tienen actitudes feroces, cuando no tienen hambre o no les supones una amenaza, te ignoran y no quieren hacerte daño. Sin embargo, los diablos son diferentes. Aunque los ignores, mientras supongas una amenaza para su estatus, no te dejarán ir; tomarán la iniciativa de atacarte; con mayor razón lo harán si los dejas en evidencia y los podas. No solo nunca aceptan ser podados, sino que además rechazan escuchar cualquier dicho correcto o sugerencia correcta. En su lugar, piensan en diversas maneras de devolvérsela a la otra parte para convertir la derrota en victoria, ganar la partida en toda lucha y contienda, con lo que convierten la pasividad en iniciativa. Supón que ves a alguien en la iglesia que no sigue las reglas, no está limitado por ninguna restricción, no puede asumir que lo critiquen o le lleven la contraria, no acepta cuando cualquiera comparte la verdad, se resiste y discute cuando lo podan y odia y ataca a quienquiera que lo deja en evidencia; este es un diablo. Algunas personas cometen unos cuantos errores en su trabajo y antes incluso que otros las critiquen o las dejen en evidencia por cualquier cosa, atacan de manera preventiva, buscan por todos los medios pretextos para justificarse y defenderse, dicen que hay razones y explicaciones para su mediocre trabajo y que alguien lo saboteó; intentan a toda costa pasarles la responsabilidad a otros y limpiar su propio nombre. Son particularmente sensibles cada vez que alguien comparte o disecciona su propio carácter corrupto, pues creen que en realidad están hablando de ellos e intentan por todos los medios proteger su ego y encubrir sus errores, de modo que incluso juzgan y condenan a aquellos que comparten la verdad. Tales personas no admitirán nunca jamás sus errores ni reflexionarán sobre sí mismas y ni mucho menos se arrepentirán. En su lugar, piensan en todas las maneras posibles de disfrazarse, de ser personas perfectas e individuos sin mácula a ojos de los demás, de que se considere que nunca cometen errores. Ya digan una frase equivocada, usen un término erróneo o tengan algunas desviaciones o fallos en su trabajo, o bien expongan algunas actitudes e intenciones corruptas que otros descubren, a ellas les parece un mal presagio, como si algo terrible estuviera a punto de ocurrir, su vida estuviera en juego o el mundo estuviera llegando a su fin. Entonces piensan en diversas maneras de justificarse y defenderse a sí mismas; esta es su reacción instintiva. Crean incluso algunas fachadas, dicen cosas que se conforman con las nociones e imaginaciones de las personas, palabras que se ganan el corazón de las personas, para embaucar a aquellos que están a su alrededor. En particular, temen que la gente conozca su verdadera cara, sus defectos y fallos y, sobre todo, temen que su verdadera situación se deje en evidencia. Nunca admiten que su calibre sea escaso o que tengan problemas con su humanidad y, por supuesto, menos aún admiten los errores que han cometido o las actitudes corruptas que han revelado. Son muy herméticas y se aseguran de que no se les escape nada. Su objetivo es proteger su estatus y reputación, mantener siempre una imagen gloriosa e inmaculada en el corazón de las personas, con lo que hacen que la gente piense que ellas no tienen defectos en su humanidad, que aman y persiguen la verdad, pueden practicarla, pueden sufrir adversidad y pagar un precio y no tienen actitudes corruptas de ningún tipo. Tales personas son diablos, no son humanos. Los diablos simplemente no aceptan la verdad e incluso piensan en todas las maneras posibles de disfrazarse de la mismísima personificación de la verdad, del epítome de una imagen perfecta. Esto es tanto depravado como malvado, ¿verdad? Da igual cuántos años crean en Dios, siempre se presentan a sí mismas como personas perfectas, libres de defectos. Aunque tengan negatividad, debilidad o nociones, nunca se atreven a dejarlas en evidencia, las mantienen ocultas. Una vez que alguien las deja en evidencia, odian a esa persona y piensan diversas formas de atormentarla, mientras que usan de manera simultánea diversos métodos y medios para restaurar su imagen. Por ejemplo, algunas personas siempre se defienden a sí mismas, pronuncian algunas palabras endiabladas y desorientadoras e intencionadamente convierten lo negro en blanco y confunden el bien y el mal, a fin de desorientar a algunas personas que carecen de discernimiento, de modo que cambian la percepción que la gente tiene de ellas y hacen que reevalúen su calificación. Tales personas son auténticos diablos, sin un ápice de humanidad. Por muy bien que puedan desempeñarse los diablos, sean cuales sean sus puntos de vista sobre diversos asuntos, en resumen, como tienen una naturaleza malvada, serán hostiles a la verdad. Es decir, desde las profundidades de su corazón, nunca aceptan la verdad ni las cosas positivas. No escuchan las palabras de Dios ni las aceptan; su esencia-naturaleza es la de odiar a Dios. Diga lo que diga Dios, sienten repulsión. Tal vez no puedas descubrir su repulsión; en apariencia, también asisten a las reuniones y leen las palabras de Dios y no muestran una postura de hostilidad hacia cada verdad. Pero cuando sucede algo que no se conforma a sus nociones o involucra a sus intereses, juzgarán a Dios, a la casa de Dios y a la verdad, juzgarán y atacarán a aquellos que persiguen la verdad y juzgarán cualquier cosa positiva; dejarán en evidencia su naturaleza malvada. En este momento, descubrirás que el hecho de que afirmen estar dispuestas a aceptar la verdad es todo fachada; en el fondo de su corazón, detestan la verdad y les causa repulsión, no la aceptan en lo más mínimo. Pero como se les da bien disfrazarse, engañan a algunas personas, igual que los fariseos.
Aquellos que se han reencarnado de diablos tienen una actitud de hostilidad, juicio y ataque hacia la verdad; con tal mentalidad, es imposible para ellos aceptar la verdad. En lo que respecta a los arreglos del trabajo de la casa de Dios, solo hacen una lectura superficial en voz alta para que los demás los oigan y con eso les vale. Cuando llega el momento de hacer trabajo real, no practican en ningún caso de acuerdo con los principios requeridos en los arreglos del trabajo, sino que más bien actúan de acuerdo con su propia voluntad, sus nociones e imaginaciones. Es más, solo pondrán en marcha aquellos arreglos del trabajo que resulten beneficiosos para su estatus y reputación; si los arreglos del trabajo no son beneficiosos para su fama, provecho y estatus, no los pondrán en marcha, aunque tengan calibre para hacerlo. ¿Por qué? Porque una vez se pongan en marcha los arreglos del trabajo, la gente sabrá que los hizo la casa de Dios y se limitarán a agradecérselo a Él, no a ellos; la gente sentirá que Dios ama al hombre y no sentirá que ellos tengan ningún mérito, lo que significa que no obtendrán reputación, estatus o ningún beneficio. Esta es una razón. Otra razón es que, como los diablos tienen una naturaleza que es hostil a la verdad, no harán nada de acuerdo con los principios-verdad, sino que más bien actuarán de acuerdo con sus propias ambiciones, deseos e instintos. ¿Cuáles son los instintos de Satanás? Hacer maldad y resistirse a Dios, trastornar la obra de Dios y hacer que la gente se distancie de Él, lo traicione y en su lugar venere a Satanás. El propósito de Satanás es llegar a la iglesia para perturbar y demoler el trabajo de la iglesia. Hará cualquier cosa que pueda llevar el caos y la perturbación al trabajo de la iglesia. Aunque no cause beneficios a su estatus o reputación, mientras pueda causar trastorno, perturbación y daño al trabajo de la iglesia, ha logrado su objetivo. Por ejemplo, la casa de Dios requiere que las iglesias en todas las localidades informen con precisión y veracidad del número de personas que ganan cada mes por medio de la predicación del evangelio. ¿Pueden hacer esto sin dobleces? No, pensarán en todas las maneras posibles de engañar y dar cifras falsas. Informarán de unas cien personas adicionales este mes, doscientas más el próximo y, si nadie lo descubre, añadirán otros varios cientos más. Nunca practican de acuerdo con los arreglos del trabajo y, sea cual sea el problema con el que se encuentren, no buscan los principios-verdad; no tienen límites morales en su comportamiento y acciones. Son diablos. Da igual cómo se comparta la verdad, ellos no la aceptan. Su conciencia carece de sentimiento; son criaturas sin conciencia. Los arreglos del trabajo de la casa de Dios estipulan los principios para distribuir los libros de Sus palabras; quién debería recibirlos y quién no. ¿Pueden actuar de acuerdo con estos principios? (No). Los arreglos del trabajo estipulan cuántas personas hacen falta para fundar una iglesia, cuántas iglesias para formar un distrito, cuántos distritos para formar una región y cuáles son las condiciones y principios para establecer a los líderes de todos los niveles. ¿Pueden practicar de acuerdo con estos principios? (No). No harán ninguna labor que sea beneficiosa para el trabajo de la casa de Dios o para la entrada en la vida de los hermanos y hermanas. Piensan para sí: “Si hago bien el trabajo para ti, y todos los hermanos y hermanas crecen en la vida y me disciernen, ¿podré aún mantener mi posición y mi estatus? ¡Desde luego, no voy a cansarme por ti! Simplemente haré las cosas al azar. La casa de Dios requiere que cincuenta personas formen una iglesia, pero insistiré en que sean ochenta o noventa. En cuanto a cómo se elige a los líderes de iglesia, eso depende de qué práctica me beneficie a mí. Si el líder de iglesia elegido no es de mi gusto, entonces nombraré a alguien que me escuche y me obedezca”. Si trabajan de esta manera, ¿puede surgir vida normal de iglesia? Se tardará una eternidad. Sin una vida de iglesia normal, ¿pueden los hermanos y hermanas crecer rápido en la entrada en la vida? ¿Pueden los nuevos creyentes establecer rápidamente una base? (No). Es decir, estos falsos líderes y anticristos que son diablos no harán ningún trabajo que resulte beneficioso para la entrada en la vida de los hermanos y hermanas. Ves que se ocupan de manera bastante enérgica, pero ¿qué están haciendo? Solo hacen las cosas por su propia fama, provecho y estatus. Hacen cualquier cosa que les plazca mientras sea para su beneficio, se dan completa carta blanca a sí mismos. Sean cuales sean las ambiciones y deseos que tengan, los harán realidad en la mayor medida posible cuando se aseguren el poder; no se perderán en absoluto esta oportunidad. En cuanto a la vida de iglesia, la entrada en la vida de los hermanos y hermanas, el orden de la iglesia y a si el trabajo evangélico de la casa de Dios y el trabajo en otros ámbitos está progresando o avanzando con fluidez, nada de esto les preocupa. Por ejemplo, si se les dice cómo debería distribuir los libros una iglesia y a quién, reflexionan: “No hace falta ser tan estricto. Los distribuiré de cualquier manera y ya está”. Cuando se les pregunta si es seguro el lugar donde almacena los libros la iglesia, dicen: “¿A quién le importa si es seguro o no? En cualquier caso, tenemos un lugar donde guardar los libros, así que está bien”. Mira, toman contramedidas respecto a las políticas de los superiores. No ponen en marcha ninguno de los arreglos del trabajo o de los principios de práctica específicos de la casa de Dios; en su lugar, actúan de acuerdo con sus propias ideas y métodos. ¿No es esto intentar reemplazar la verdad con sus propias prácticas? Si el pueblo escogido de Dios cae en manos de tales diablos, sufrirá; los diablos harán cualquier cosa que les plazca y todo el mundo tendrá que escucharlos, como si fueran señores bandidos, tiranos locales, amos o emperadores. Será imposible para el pueblo escogido de Dios tener una vida de iglesia normal, será imposible que establezca rápidamente una base en el camino verdadero y que progrese con rapidez en diversas verdades. Los diablos no harán ni una cosa buena. Dondequiera que una iglesia experimente perturbaciones de las personas malvadas y anticristos y surja un estado de caos, eso prueba que los líderes de esa iglesia son incapaces de hacer trabajo real y son meras figuras decorativas. Los anticristos desorientan a los hermanos y hermanas que son nuevos en la fe antes de que hayan establecido siquiera una base y la vida de iglesia también desciende hasta el caos. La causa de todo esto es que los falsos líderes no hacen trabajo real. ¿Puede ser que los falsos líderes no tengan tiempo de hacer trabajo real? (No). Si quisieran hacer este trabajo esencial, tendrían tiempo más que suficiente, pero simplemente no lo hacen. Esto deja en evidencia la naturaleza humana de los diablos. No hay nada que teman más que el hecho de que la iglesia no esté hundida en el caos, desean que se vuelva completamente caótica, ansían que el trabajo de la iglesia esté en un estado de caos y estancamiento, con la esperanza de que todos los miembros de la iglesia obedezcan a las personas malvadas y los anticristos, de que los anticristos, las personas malvadas y los diablos los desorienten y de que no sigan a Dios. Esto sería exactamente lo que quieren y estarían felices y satisfechos. Cuando los hermanos y hermanas tienen una vida de iglesia normal y pueden comer y beber las palabras de Dios y compartir la verdad con normalidad, y pueden obtener algo cada vez que participan en la vida de iglesia, los diablos se sienten incómodos. Porque si la gente siempre está ganando algo y creciendo poco a poco en la vida, obtendrá discernimiento y rechazará a los diablos, así que ellos perderán su estatus, lo cual es un desenlace que no quieren ver. Sienten que mientras más caótica sea la iglesia, más oportunidades tienen para exhibir sus talentos, más espacio tienen para desplegarlos y más pueden encontrarse en su elemento y buscar victoria en el caos. ¡Esta es realmente la intriga de los diablos! Ningún principio-verdad ni arreglo del trabajo específico puede ponerse en marcha cuando los diablos están presentes. Los hermanos y hermanas no son capaces de leer los arreglos del trabajo y no tienen senda al hacer su deber. Cuando surge el caos en la iglesia, estos falsos líderes y anticristos que son diablos simplemente no lo resuelven e incluso se regocijan en secreto. Hasta llegan a pensar en todas las maneras posibles de crear algunos problemas y nombran a otro diablo o anticristo como líder, lo que causa que la iglesia se vuelva incluso más caótica; esto los pone más felices si cabe. ¿Acaso no es esta la misma manera en la que hace las cosas el gran dragón rojo? El gran dragón rojo no permite que las personas crean en Dios, que lo sigan o cumplan su deber; solo permite que escuchen al Partido y lo sigan. Pueden comer, beber, divertirse y cometer cualquier delito; sea cual sea el delito que cometan, eso no las restringe. Hay muchos rufianes, gamberros y prostitutas locales en la sociedad; la gente vive en pecado y se entrega a los placeres del pecado, así que a nadie le importan los asuntos nacionales y nadie investiga cuánta maldad ha hecho el PCCh entre bambalinas. A esto se le llama desviar la atención. A lo largo de sus muchos años de gobierno en China, la táctica más efectiva para el gran dragón rojo ha sido la de introducir en China diversas tendencias malvadas, así como pensamientos y puntos de vista malvados de varios países. Después de esto, las personas chinas están completamente liberadas en cuanto al sexo, tienen la mente abierta y también hablan sobre sexo de una manera abierta. Se pasan el día pensando sobre estas cosas. ¿En qué se ha convertido la vida de las personas comunes? Gira en torno a la comida y el sexo, a sus deseos naturales. Toda la gente común está atrapada en un círculo tan vicioso que se relaja y deja de vigilar a la política y los gobernantes, se vuelve insensible a ellos y ya no le importan. Como los adictos al opio, su fuerza de voluntad disminuye. Los hombres ya no tienen la ambición de buscarse una profesión y las mujeres ya no tienen el deseo de ser buenas esposas y madres amorosas. Las personas no caminan por la senda correcta ni se ocupan de las tareas que les corresponden. Nadie participa en política y todo el mundo está completamente supeditado al gran dragón rojo. De esta manera, el régimen del gran dragón rojo se consolida, ya que tales personas son fáciles de gobernar. ¿Qué significa “fáciles de gobernar”? Significa que da igual cuánto oprima el gran dragón rojo a la gente común, no tienen objeciones y tienen que soportarlo. ¿No es este precisamente el efecto que se ha conseguido ahora? (Sí). Fíjate en las películas chinas o en los vídeos de internet; el ochenta o noventa por ciento de ellos tratan sobre deseo sexual o relaciones entre hombres y mujeres. Esto causa un terrible impacto en las personas; no protege a los niños ni a los menores. Los occidentales tienen reglamentaciones estrictas a este respecto; protegen a los niños y menores y disponen medidas preventivas respecto a ellos. Los jóvenes chinos de hoy en día crecen en semejante entorno social. A una edad muy temprana, su mente está saturada de cosas como el romance, el amor, el sexo y el matrimonio. ¡Es aterrador! Si la especie humana vive en tal contexto social y, por medio del condicionamiento y la educación del entorno social, Satanás corrompe las necesidades fisiológicas normales de la especie humana hasta un nivel degenerado, entonces el corazón de las personas será perverso y degenerado. Una manifestación de perversidad y degeneración es que las personas no tienen sentido de la vergüenza cuando se trata de esto o que su estándar para el sentido de la vergüenza es inferior a este respecto. Algunas personas, como tienen conciencia y razón, tienen una línea en su corazón que no van a cruzar; este es el poco sentido de la vergüenza que su insignificante conciencia y razón pueden conseguir. Pero una vez que estas personas comienzan a creer en Dios, siguen arrastrando las sombras y las huellas de haber crecido en ese contexto social. A día de hoy, algunas se están deshaciendo de ellas poco a poco, mientras que otras aún viven en esa sombra y no han surgido de ella. Las personas que crecen en ese tipo de entorno social y trasfondo han visto asolado hasta cierto punto su deseo interior de cosas positivas, de rectitud, así como su resolución, determinación o anhelo de caminar por la senda correcta. ¿Qué significa “asolado”? Significa que, al haber estado condicionadas y educadas por semejante entorno social, la determinación, perseverancia y fuerza de voluntad de estas personas para ansiar cosas positivas y buscar la luz y la rectitud son muy débiles; no pueden soportar ninguna tormenta, ningún revés ni ninguna derrota. Es como las personas que han fumado opio; aunque lo dejen, el daño de la droga no acaba ahí. Cuando se topen con reveses o fracasos, cuando se sientan desanimadas o negativas, podrían recaer y consumir opio de nuevo para adormecerse la mente y escapar de las diversas dificultades en la vida. Es decir, es imposible para ellas dejar su adicción a las drogas de una vez por todas; recaerán a lo largo del camino, volverán a sus viejas costumbres y usarán el mismo método para resolver diversos problemas en la vida. Estas personas que crecieron en un entorno y trasfondo sociales tan malvados han recibido muchas herejías y falacias de Satanás, que se han arraigado muy profundamente en su corazón. Su voluntad para perseguir la verdad todavía es muy frágil y no pueden soportar que las malvadas fuerzas satánicas las desorienten y engatusen, al igual que las diversas tentaciones de estas. Es decir, aunque estas personas siguen a Dios, su perspectiva sobre la vida, su sistema de valores, su perspectiva sobre el amor y su perspectiva sobre la felicidad están todas profundamente influidas y condicionadas por las tendencias malvadas; estas cosas incluso las atan y encadenan. Algunas todavía quieren buscar un matrimonio feliz, un mundo de dos, y regresar a las tendencias malvadas del mundo para disfrutar de su deseo sexual. Resulta muy sencillo para estas personas volverse a dejar impregnar o controlar por esos pensamientos y puntos de vista malvados. En especial, al ver algunas películas que tratan sobre amor y matrimonio, el corazón de la gente se torna débil, envidia que los no creyentes vivan en el matrimonio y el amor y disfruten de la vida, y pierde el deseo de perseguir la verdad y cumplir su deber. Esto es algo muy aterrador. A partir de estas situaciones reales, se puede ver que todas las personas, aunque hayan pasado por incontables adversidades para seguir a Dios hasta el día de hoy, siguen sin estar a salvo. Tal vez sientas que ya has empleado toda tu fortaleza para perseguir la verdad, aceptarla y practicarla, pero las repercusiones de que Satanás asolara al hombre todavía no se han erradicado en ti, así que aún te hallas en gran peligro.
Continuemos compartiendo las manifestaciones malvadas de los diablos. Las manifestaciones malvadas de los diablos son demasiado numerosas; podrías decir que son ubicuas, pues las encontrarás en cualquier grupo de personas. Medimos principalmente las diversas manifestaciones malvadas de los diablos de acuerdo con la verdad para calificar su esencia-malvada. Esta es la forma más precisa. Según las diversas posturas que los diablos tienen hacia la verdad —ser hostil a ella, atacarla y buscar reemplazarla—, la esencia-naturaleza de este tipo de personas es una esencia malvada, la esencia de un diablo. Nunca cambiarán, ya que nunca aceptan la verdad ni la consideran como una cosa positiva. ¿Por qué no consideran la verdad como una cosa positiva? Porque no tienen humanidad y son diablos; no pueden aceptar la verdad y no tienen la facultad de aceptarla ni la necesidad de hacerlo. ¿Cuál es entonces su necesidad? La de hacer cosas malvadas, cosas que son contrarias a Dios y la verdad y que atacan la verdad y la reemplazan. Esta es su misión y también lo dicta su esencia-naturaleza. Por tanto, al final, a tales personas solo se las puede echar de la iglesia. La casa de Dios no tiene un lugar para ellas ni ningún deber que puedan hacer. La casa de Dios no tiene necesidad alguna de ellas. Aquellos que hacen sinceramente su deber en la casa de Dios, con independencia de si aman la verdad o no, están al menos dispuestos de manera subjetiva a aceptar la verdad, no son hostiles hacia ella, nunca la negarán y nunca juzgarán a Dios, no lo atacarán ni blasfemarán contra Él. Por supuesto, tampoco pronunciarán intencionadamente ninguna afirmación ni participarán en ningún comportamiento o práctica que reemplace a la verdad. Las manifestaciones malvadas de Satanás y los diablos —ser hostil a la verdad, atacarla y reemplazarla— son suficientes para probar que Satanás tiene una esencia malvada; no pueden permanecer en la iglesia. Como el pueblo escogido de Dios entiende cada vez más la verdad y, como la mayoría de la gente obtiene discernimiento de diversos tipos de personas que sienten aversión por la verdad y hostilidad hacia ella, la esencia-naturaleza de aquellos que son diablos se deja en evidencia con cada vez mayor claridad y las personas la reconocen y disciernen de manera cada vez más clara y precisa. Por tanto, los demás rechazan cada vez más a estas personas, que son cada vez menos capaces de llevarse de manera amigable y de cooperar armoniosamente con el resto. Entonces, al final, solo se las puede descartar poco a poco. ¿Estáis dispuestos a ver a esas personas descartadas? (Sí). Su descarte gradual es algo bueno. Por un lado, prueba que la mayoría del pueblo escogido de Dios ha crecido en estatura y obtenido discernimiento respecto a aquellos que son diablos, ya no los consideran creyentes en Dios ni hermanos y hermanas. Por otro lado, las cosas que hacen aquellos que son diablos se dejan cada vez más en evidencia. La gente pone al descubierto su esencia-naturaleza y todo el mundo ve que no están siquiera cualificados para rendir servicio; solo causan perturbaciones y trastornos en la iglesia y no tienen ningún efecto positivo. Una vez que se los ha descartado y echado, el trabajo de la iglesia progresa con normalidad. Aquellos que son diablos no tienen humanidad; son peores que bestias. Algunas bestias saben escuchar a sus amos, trabajan con diligencia y no les causan problemas. Las bestias tienen algo de razón, pero los diablos no pueden lograr tal cosa. Si los usas para hacer un deber, tienes además que disponer que otras personas los supervisen. Si pudieran rendir servicio con obediencia, eso sería aceptable, pero no rendirán servicio de manera apropiada. Aunque los supervises, siempre habrá veces en las que no puedas vigilarlos. Si apartas los ojos de ellos durante un momento o se te escapa alguna cosa, los diablos aprovecharán esa laguna y causarán caos y problemas para el trabajo de la iglesia. Usas a diversas personas para vigilarlos y, al final, todavía necesitas a otras tantas para limpiar el desaguisado que han creado. Sentirás que usarlos para hacer un deber causa una pérdida demasiado grande, que no merece la pena y que usarlos es demasiado agotador y exasperante. Observarlos trabajar es como observar a las bestias; nunca pueden hacer lo mismo que las personas normales. Al final, los desentrañarás. Tales personas son bestias, son diablos; nunca cambiarán. Las bestias y diablos nunca aceptarán la verdad. Al final, percibes con claridad esta cuestión y decides en última instancia no volver a usar nunca a los diablos y los depuras. ¿Se pueden convertir en humanos las bestias y los diablos? Es imposible. Hacer que el gran dragón rojo suelte el cuchillo de carnicero es imposible; su naturaleza es la de un diablo, mata a la gente sin pestañear. Los diablos y Satanás son de la misma cohorte. Tu manera de contemplar al gran dragón rojo es la misma con la que deberías contemplar a estas bestias y diablos; esto es lo correcto. Si contemplas a los diablos de manera diferente a como contemplas a Satanás y al gran dragón rojo, eso demuestra que todavía no tienes un entendimiento profundo de la esencia de los diablos; si todavía los tratas como humanos, crees que tienen humanidad, que poseen algunas cualidades dignas de elogio, que todavía se les puede redimir y que todavía necesitas darles oportunidades, entonces eres un ignorante, has caído de nuevo en sus artimañas y tendrás que pagar el precio por ello. Para evitar caer en estas artimañas, debes dedicarte a fondo a echar a los diablos. ¡No les muestres clemencia! Muy bien, con esto terminamos la charla de hoy sobre las manifestaciones malvadas de los diablos. ¡Adiós!
17 de febrero de 2024