Cómo perseguir la verdad (5)

¿Se han oído algunos rumores negativos en los últimos tiempos? (Sí). ¿Cuál fue vuestra reacción al oír estos rumores? ¿Sentisteis miedo? ¿Sentisteis curiosidad? ¿Queréis saber en qué consisten estos rumores? (No queremos saberlo, porque ya sabemos que el gran dragón rojo suele inventarse rumores de la nada. Diga lo que diga, es falso. Por tanto, no nos interesan los detalles de esos rumores y no queremos intentar entender las palabras endiabladas que dice). El gran dragón rojo inventa toda clase de rumores para desorientar y corromper a las personas y muchas, después de oír los rumores, se desorientan. Algunas se asustan y no se atreven a aceptar el camino verdadero; a algunas que lo han aceptado también les entran dudas y ya no quieren creer en Dios. Estas personas, no parecían tener dudas en su fe en Dios antes de oír los rumores del gran dragón rojo y estaban dispuestas a seguir a Dios y cumplir su deber. Pero después de oír los rumores, de inmediato desarrollan dudas y ya no se atreven a creer en Dios ni a cumplir su deber. En particular, algunos de aquellos a los que arresta el gran dragón rojo, bajo la coacción de su cruel tortura, se rinden y niegan el nombre de Dios, y los hay que firman las “Tres declaraciones” e incluso se ven obligados a insultar a Dios verbalmente. Hay bastantes de esas personas. Todos habéis oído muchos rumores y propaganda negativa y además habéis visto que después de que el dragón rojo arresta a los creyentes en Dios, les lava el cerebro; de hecho, ha desorientado a bastantes personas. Asimismo, también usa a aquellos que traicionan a Dios para rendir servicio para él, les obliga a vigilar a la iglesia y a seguir y espiar a los creyentes en Dios. A fin de erradicar la creencia religiosa y eliminar a la iglesia de Dios, el gran dragón rojo trata la represión y el arresto del pueblo escogido de Dios como un importante trabajo nacional, como una misión política, y lo lleva a cabo con gran meticulosidad y esfuerzo. Esto provoca que muchos creyentes en Dios sientan miedo, de modo que no se atreven a creer en Él ni a cumplir su deber. En especial, después de oír los rumores inventados por el gran dragón rojo, muchas personas se desorientan. En cuanto a estos rumores, hace mucho que la casa de Dios los resumió y discernió, así que no hay necesidad de que los discutamos aquí. Si de veras te ves en la situación de que te han arrestado y el gran dragón rojo utiliza estos rumores para intentar lavarte el cerebro, te obliga a posicionarte y a firmar las “Tres declaraciones”, ¿qué deberías hacer? Ahora sabéis que todos los rumores que inventa el gran dragón rojo son falsos, desorientan y engañan. Aunque vuestra postura sea la de no escucharlos, no fijaros en ellos ni creerlos, si te pusieran delante estos rumores, de modo que los oyeras, los vieras e incluso pensaras que son hechos, ¿influirían sobre ti? ¿Qué pensarías en tu corazón? ¿Querrías conocer la verdad sobre los hechos? ¿Querrías verificarlos? En cuanto a que el gran dragón rojo invente rumores para desorientar e intimidar a la gente o que se sirva de rumores y del ateísmo para lavarle el cerebro y llevar a cabo un trabajo ideológico, ¿hace falta que compartamos la verdad a fin de inocularla en las personas? ¿Es este un punto del trabajo necesario? Hay quien dice: “El gran dragón rojo lleva muchos años inventando rumores sobre nosotros, en especial rumores sobre Cristo, sobre el hombre al que usa el Espíritu Santo y sobre la iglesia y el trabajo de esta. Nunca los hemos aclarado, nunca hemos dado un paso al frente para dejar claras nuestra postura y punto de vista, nunca nos hemos defendido; ¿es esto lo apropiado?”. Algunas personas, desde que empezaron a creer en Dios hasta ahora, nunca han sido capaces de discernir claramente los diversos rumores del gran dragón rojo y del mundo religioso. En su corazón, siempre han tenido un signo de interrogación en lo que respecta a estas cosas. Este signo de interrogación no significa una falta total de creencia ni tampoco una creencia total; en su lugar, significa que se ciñen a una opinión entre dos aguas respecto a estos asuntos, piensan que todas estas cosas podrían ser rumores inventados por el gran dragón rojo o bien podrían ser hechos. ¿Este “podrían ser” refleja una perspectiva de buscar la verdad? (No). Es una perspectiva de creer que hace falta verificar y confirmar los rumores, o bien una perspectiva de esperar y observar, de esperar a que las personas informadas desvelen algunas circunstancias reales. Dime, ¿qué consecuencias piensas que resultarán de que las personas tengan alguna de estas dos perspectivas? ¿Están en peligro tales personas? ¿Cuál de estas dos perspectivas puede permitirles mantenerse firmes? (Ninguna de estas dos perspectivas puede permitir que las personas se mantengan firmes. Si alguien tiene este pensamiento de “podría ser”, muestra que todavía no tiene certeza sobre el camino verdadero y aún tiene dentro de sí elementos de escepticismo. En este caso, los rumores se convierten en una gran tentación para él. Si las personas no pueden tener certezas sobre el camino verdadero, no pueden creer en la verdad ni pueden desentrañar la esencia del gran dragón rojo, en realidad se hallan en gran peligro). Estas personas, a día de hoy, todavía no tienen certeza sobre el camino verdadero. ¿Cuál es su esencia? (En esencia, son incrédulas). Son incrédulas. ¿Hay muchas personas que tengan cualquiera de estas dos perspectivas? Ciertamente, hay bastantes. Cuando estas personas oyen rumores, desarrollan dudas sobre Dios en su corazón y quieren llegar al fondo de los rumores, averiguar si son verdaderos o falsos. Sin embargo, como no saben cómo buscar la verdad para resolver este asunto, al final, simplemente permiten que se quede sin resolver. De hecho, este problema todavía existe en su corazón y no se resuelve. Cuando oís estos rumores, ¿buscáis la verdad? ¿Buscáis la verdad para diseccionar y discernir los rumores o examináis los rumores uno a uno para distinguir si son correctos o incorrectos y ver si son verdaderos o falsos en realidad? Después de oír los rumores, solo pensáis en vuestro fuero interno que no son ciertos, que esto es puramente el gran dragón rojo que inventa rumores y lleva a cabo una campaña de desprestigio, pero no los refutáis según la verdad y los hechos y, en realidad, todavía tenéis algunas dudas en vuestro corazón y simplemente usáis estos enunciados doctrinales para resolver vuestras dudas. ¿Puede facilitar que os mantengáis firmes el pensar así? ¿Es esto buscar la verdad? ¿Muestra esto que entendéis la verdad y la habéis obtenido? ¿Se ha resuelto el problema de raíz? Por tanto, ¿queréis usar la verdad para resolver este problema, de modo que podáis discernir estos rumores, que no os desorienten, no tengáis preguntas de ningún tipo en vuestro corazón y se descarten por completo vuestras dudas, sospechas y cautela hacia Mí? Algunas personas piensan: “Desde el momento que empezamos a creer en Dios hasta ahora, hemos estado escuchando Tus sermones y aceptando Tu riego y pastoreo, además de haber obtenido algún provecho y de haber avanzado. Sin embargo, en realidad no hemos vivido ni tenido contacto real contigo como persona. Por tanto, nos hallamos en la oscuridad total y no estamos informados sobre qué clase de persona eres, cómo es Tu personalidad y calidad humana, así como qué clase de vida llevas”. Es decir, en lo que respecta a las diversas manifestaciones y revelaciones de la humanidad de esta carne, además de Mi vida, Mi postura y Mis manifestaciones específicas a la hora de lidiar con las personas y los asuntos, la gente siempre ha colocado signos de interrogación en estas cosas y ha albergado recelo hacia ellas. Por un lado, que las personas alberguen este recelo surge de que no tengan certeza al cien por cien respecto a la encarnación de Dios y, por otro lado, surge de que están influidas por los rumores del mundo religioso o del gran dragón rojo porque su entendimiento de la verdad es demasiado superficial. Así pues, hacéis muchas especulaciones sobre Mí. Por supuesto, el contenido de estas especulaciones ciertamente no es positivo ni apropiado; ciertamente contiene algunos elementos oscuros y negativos. ¿Es albergar estas especulaciones algo bueno o malo para vosotros? ¿Es un estorbo, una atadura o un impulso? ¿Qué pensáis? (Si las personas tienen estas especulaciones negativas en su corazón, no es algo bueno, sino un estorbo. Causará que la gente se guarde contra Dios; no ayudará en nada a su creencia en Dios). ¿Qué impacto tienen estas cosas negativas en vosotros? ¿Qué consecuencias causarán? En ciertos entornos, ¿son estas cosas peligrosas para ti? (Sí). Dado que estas cosas son un estorbo y no son una cosa buena para ti, ¿deberías usar la verdad para resolverlas? ¿O deberías apartarlas a un lado, ignorarlas y no pensar en ellas, esperar a que surja realmente un asunto para abordarlas? ¿Cuál es vuestra postura? (Cuando oía rumores, los dejaba de lado y los ignoraba. Pero justo ahora, por medio de la enseñanza de Dios, me he dado cuenta de que cuando surgen estos problemas, se deben resolver con la verdad. De lo contrario, uno no puede librarse de este estorbo en su corazón y, en ciertas situaciones, puede llevar a malas consecuencias, incluso a ser escéptico con Dios y negarlo, lo cual es muy peligroso). Aunque dices en voz alta que estos son rumores, si de veras nunca disciernes estos rumores ni tienes la postura correcta hacia ellos y siempre cargas con estas cosas negativas en tu corazón, entonces te verás a menudo restringido por ellas. Estos rumores serán como una bomba de relojería para ti, preparada para explotar en cualquier momento y lugar. Las consecuencias de esto serán sin duda inimaginables y volarás en pedazos. ¿Son aquellos que firman las “Tres declaraciones” los que han detonado la bomba y se han volado a sí mismos en pedazos? Después de que firmen las “Tres declaraciones”, el gran dragón rojo persiste aún en su empeño. Les exige que digan verbalmente unas cuantas cosas insultantes hacia Dios y, solo entonces, se puede dar el asunto por zanjado. Aunque no están dispuestos de corazón, sienten que no tienen elección y capitulan a Satanás para evitar la encarcelación. Después de insultar verbalmente a Dios, sienten que su esperanza de recibir bendiciones ha desaparecido, que están totalmente acabados. Ya no necesitan pensar si esos rumores son verdaderos o falsos y las preocupaciones, inquietudes, la timidez y el temor con el que han cargado durante muchos años de creencia en Dios desaparecen por completo. Al mismo tiempo, su esperanza de salvación también se ve destrozada. Dime, aunque las personas sean escépticas respecto a Dios encarnado o a esta corriente, ¿deberían insultar a Dios? (No). Cuando el gran dragón rojo te dice que insultes a Dios, ¿por qué lo obedeces? Sea quien sea, aunque uno niegue el camino verdadero y esta corriente, igualmente no debería insultar a Dios. ¿Qué clase de personas son esas que insultan a Dios? (Las personas que pueden insultar a Dios son aquellas que tienen una humanidad malvada y son además aquellas que tienen un odio particular hacia la verdad y se someten a la influencia de Satanás). Decidme, si la gente creyera de veras en su corazón que Dios existe, que Dios es el Creador, que Dios creó a la especie humana, que la vida humana la concede Dios y que Él es soberano sobre todas las cosas, ¿insultaría a Dios? (No). Nunca lo haría. Fueran cuales fueran las circunstancias, no insultarían a Dios. Aunque sean escépticos respecto al nombre de Dios Todopoderoso o a esta corriente que es la obra de Dios Todopoderoso, de ninguna manera insultarían nunca a Dios. Por tanto, la clase de persona que puede insultar a Dios no solo niega esta corriente y niega a Dios Todopoderoso encarnado, sino que además niega la obra de Dios y la verdad que Él expresa. ¿A qué categoría pertenecen entonces las personas de este tipo? (Son diablos; son personas que niegan a Dios en su corazón). Las personas de este tipo son parte de la banda de Satanás y los diablos; no son el pueblo escogido de Dios ni Sus ovejas; son no humanos. A algunas personas, después de que las arreste el gran dragón rojo, como no entienden la verdad ni tienen discernimiento, les entran dudas al oír los rumores. Desarrollan dudas sobre Dios encarnado y, bajo amenazas, instigaciones y la coacción de la tortura cruel, niegan el nombre de Dios, niegan esta corriente que es la obra del Espíritu Santo y niegan a la iglesia. Esto ya cuenta como traicionar a Dios. Pero algunas personas pueden incluso insultar a Dios; esto es carecer totalmente de conciencia y razón, es inexcusable y es cometer un pecado imperdonable. Cuando insultas a la gente o la atacas, juzgas o difamas, en términos legales, esto como mucho se definiría como ofensa o difamación o, en los casos más graves, un ataque personal. En realidad, no es grave y no acaba en muerte. Sin embargo, cuando alguien puede insultar a Dios, la naturaleza del problema cambia. Ya no es simplemente insultar a Dios, ¡es blasfemar contra Él! ¿Qué significa blasfemar? Significa atacar directamente, difamar, insultar o calumniar cosas positivas, la verdad o a Dios; todo esto constituye blasfemia. Dios es santo, Dios es supremo, Dios es soberano sobre toda la especie humana, Dios es Aquel que provee de vida a la especie humana y es la fuente de la vida humana. La esencia, identidad y estatus de Dios son supremos. Dios es perfecto, bueno y santo, no tiene falta y no hay nada que reprocharle. Precisamente porque Dios es santo, perfecto y supremo, así como porque Dios es la fuente que provee de vida a la especie humana, cualquier calumnia, ataque o insulto dirigido a Dios por parte de la especie humana creada constituye una blasfemia. Ahora deberías entender lo que es “blasfemia”, ¿verdad? (Cualquier ataque, insulto o calumnia dirigido hacia Dios constituye blasfemia). Si la palabra “blasfemia” se tiene que explicar, significa calumnia, juicio o condena de las cosas positivas y es especialmente la calumnia, juicio o condena de la verdad o de Dios. A esto se le llama blasfemia. Por tanto, la palabra “blasfemia” solo se puede usar para describir la calumnia, insulto, ataque o juicio hacia Dios por parte de la especie humana; esto es relativamente adecuado. Cuando las personas juzgan, insultan, atacan o condenan a otras, si no se conforma con los hechos, como mucho es difamación. Si se conforma con los hechos, entonces no constituye difamación. Sin embargo, el juicio y la condena de las personas hacia Dios es un retorcimiento de los hechos y convertir la verdad en falsedad; esto constituye blasfemia. ¿Cuál es la naturaleza de que las personas se atrevan a condenar a Dios? ¿Tiene Dios pecado? (No). Dios es santo, Dios no tiene pecado, así que cualquier calumnia, ataque, juicio o insulto dirigido hacia Dios se llama blasfemia. Aquellos que insultan a Dios piensan: “Mientras diga unas cuantas cosas que insulten a dios, me puedo liberar y escapar del peligro. Dadas las circunstancias, dios no va a recordar esto”. Desde una perspectiva humana, son solo unos pocos insultos, lo que no parece ser un gran problema. Pero ¿cómo contempla Dios este asunto? Que puedas insultar a Dios demuestra que ya has negado a Dios en tu corazón. Puedes insultar a Dios solo porque albergas odio en tu corazón hacia Él. Si insultas a Dios de manera proactiva u otros te obligan a insultarlo, es una manifestación de negar a Dios y odiarlo. Por tanto, esta clase de comportamiento y actuación es una blasfemia en toda regla.

Algunas personas nunca pueden desprenderse de diversos rumores, siempre piensan que podrían ser verdad. Siempre quieren verificar si los rumores difundidos por el partido gobernante que es el gran dragón rojo, por el mundo religioso y por los no creyentes —en especial aquellos rumores y comentarios colgados en internet— son ciertos. Si Dios nunca diera a conocer Su posición o Su casa no proveyera ninguna aclaración, creerían por completo que estos rumores son ciertos y negarían a Dios y lo traicionarían; ¿cuál es aquí el problema? ¿Cuál es la base de su creencia en Dios? Si su creencia se basa en la veracidad de los rumores, entonces ese es un enorme error. De hecho, muchos rumores ya se han diseccionado y refutado muy claramente en los sermones y enseñanzas, así como en las películas de la casa de Dios, no hay necesidad de que Yo entre aquí en detalles. Por tanto, ¿qué tipo de rumores seguís queriendo verificar? Vamos a dejar claro este tema hoy. Si queréis verificar rumores, os hablaré de lo que tengo que decir sobre ellos, para que algunas personas no sigan pensando: “¿Nos estás ocultando algo que no quieres que sepamos? Siempre tenemos la sensación de que no podemos comprenderte del todo. Aunque te hemos seguido y hemos oído muchas verdades, todavía no tenemos la certeza en nuestro corazón sobre si los rumores son verdaderos o falsos, así que siempre tenemos la idea y el pensamiento de verificarlos”. Si queréis verificarlos, decidlo con valentía. Hablemos abiertamente sobre este asunto. Os diré lo que tenga que deciros al respecto; no hay nada que esconder. ¿Quiere alguien verificarlos? (No). ¿La razón por la que no queréis verificarlos se fundamenta sobre la base de que no creéis los rumores del gran dragón rojo o se debe a que adoptáis una postura de “no voy a tomarme molestias con este asunto; simplemente lo dejaré estar”? ¿O es porque teméis que después de verificar los rumores os sentiréis decepcionados e incapaces de afrontar el resultado y no sabéis si podéis manteneros firmes ni si queréis afrontar tales consecuencias? Con independencia de cuál sea el contenido de esos rumores, de que queráis verificarlos o no, de que queráis o no oír lo que tengo que decir sobre estos rumores o Mi comentario respecto a ellos y, con independencia de cuál sea vuestra postura, Yo solo tengo una postura: si entendéis la verdad, seréis capaces de discernir de manera natural estos rumores; si no entendéis la verdad ni la buscáis, entonces no tengo nada que comentar. Esto se debe a que he dicho muchas palabras para expresar la verdad; no tengo necesidad de explicaros estos rumores; este no es el trabajo que Yo debería hacer. ¿Ni siquiera después de escuchar tantos sermones podéis aún discernir los rumores? Si no podéis, eso significa que no entendéis la verdad. Da igual cuánto se le diga a alguien que no entiende la verdad, es inútil. Es igual que hablarle a los no creyentes; no importa cuánto les digas, no lo entenderán. Por tanto, ¡no tengo ningún comentario que hacer respecto a ningún rumor! No quiero explicar nada ni quiero decir nada ni quiero justificar ni defender nada. Se diga lo que se diga en el mundo exterior, ¡no tengo comentarios al respecto! ¿Lo habéis oído con claridad? (Sí). “No tengo comentarios”, esta es una clase de postura. Asimismo, ¿qué quiero deciros respecto a este asunto? Que pase lo que pase, la identidad y la esencia de Dios no cambiará, el estatus de Dios no cambiará, el carácter de Dios no cambiará, la autoridad de Dios y el poder no cambiarán, el hecho de que Dios sea soberano sobre la especie humana y la provea de vida no va a cambiar, el hecho de la encarnación de Dios no va a cambiar y el hecho de que Dios sea la verdad, el camino y la vida nunca va a cambiar. ¿Son suficientes estas palabras para resolver vuestras dudas? (Sí). Esto es todo lo que tengo que deciros sobre este asunto. Si entendéis, aceptadlo entonces. Si no entendéis, entonces tomaos vuestro tiempo para meditarlo. Si sigues teniendo dudas en tu corazón y estas palabras no pueden resolverlas, entonces no puedo hacer más. Limítate a dejar que las cosas sigan su curso. Esto es todo lo que puedo decir y hacer por ti. ¿Es apropiado este enfoque? (Sí). ¿Pueden causar cierto efecto en las personas estas palabras? Cuando afrontan diversos asuntos complicados, si aparece una rendija en tu relación con Dios, —o si desarrollas dudas graves sobre Dios— y estas palabras no pueden resolver el problema que estás afrontando en este momento, entonces eres un incrédulo. Lo que aceptas no es la verdad, sino las mentiras de Satanás y las palabras endiabladas que dice Satanás, sean cuales sean. Es igual que con Adán y Eva al principio. Dios dijo: “Podéis comer de cualquier árbol del jardín, pero no comáis del árbol del conocimiento del bien y del mal, pues el día que comáis de él, sin duda moriréis”. Guardaron las palabras de Dios en su corazón después de escucharlas. Pero cuando Satanás les dijo: “Dios dijo que no debéis comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal; esto no es necesariamente verdad. Si lo coméis, seguro que no morís”. A Adán y Eva les entraron dudas de inmediato. Abandonaron las palabras de Dios y creyeron las de la serpiente. Sospecharon que lo que dijo Dios era mentira. A raíz de lo que dijo la serpiente, ya no creyeron en Dios ni lo obedecieron, sino que siguieron completamente las mentiras de la serpiente. A la vista está cuál fue la consecuencia final de ello. Al creer y aceptar lo que les dijo la serpiente, también negaban lo que había dicho Dios, pensaron que lo que Dios dijo era mentira. Ya no creían que las palabras de Dios fueran ciertas ni en la identidad y esencia de Dios. En su lugar, eran escépticos respecto a Dios, sospechaban que tenía motivos ocultos respecto a ellos y los engañaba con mentiras. Por el contrario, creyeron que lo que decía la serpiente era cierto y que esta hablaba en su beneficio. Al final, la consecuencia fue que la serpiente los sedujo y Satanás los corrompió. Se alejaron del cuidado de Dios, perdieron su protección y emprendieron una senda sin retorno.

¿Se ha resuelto para vosotros el problema de los rumores? Si no se ha resuelto, procesadlo despacio por vuestra cuenta. En cuanto a cómo tratar los rumores, ya he compartido mucho. Si todavía hay personas que no pueden desentrañar diversos rumores ni pueden discernirlos, compartid sobre esto y resolvedlo vosotros mismos. Aunque este asunto no cuenta como importante, en la vida diaria de las personas es algo que puede perturbar a menudo su mente y su vida. Aunque algunos rumores no lleguen tan lejos como para arrebatarte la vida de inmediato, son también una especie de acoso para ti, como una mosca molesta que no pica a las personas, pero les provoca asco; aparecen de vez en cuando para perturbarte. En especial, cuando eres débil, cuando afrontas el fracaso o los reveses o eres negativo, estos rumores y estas palabras endiabladas surgirán para perturbarte, para atormentarte en tu corazón, tirarán de ti, te harán hundirte poco a poco. Es justo de esta manera que hay quienes se han retirado y dejado de creer. Como ves, las personas a las que se envió a los grupos B o a las iglesias corrientes están en gran peligro; pero, ¿acaso no están en peligro las que hacen deber a tiempo completo? Algunas de ellas también están en gran peligro. ¿Qué grupo entre ellas? El grupo de las personas que fracasan sin parar a la hora de entender la verdad. Por muchas palabras de Dios que hayan oído, no las entienden. En su corazón, siempre tienen dudas: “¿Por qué no puedo comprender qué palabras de Dios son la verdad? Todo el mundo dice que la verdad es el camino, la vida; ¿por qué yo no siento que sea la vida? También he oído muchas palabras de Dios, pero la vida en mí no ha cambiado; ¡sigo siendo yo, no he cambiado!”. Nunca entienden cuál es la verdad, nunca entienden la obra de Dios y siguen siempre sin tener claras las visiones. Tales personas están en peligro. Las personas de esta clase, cuando oyen rumores, nunca buscan la verdad para discernirla; solo saben evadir y rechazar rumores. Si pueden evadirlos, evitan con suerte los desastres; si no pueden evadirlos, Satanás las captura. Dime, ¿es una coincidencia que tales personas puedan ser capturadas por Satanás? (No). Aquellas que nunca entienden la verdad, que nunca entienden qué es creer en Dios, ¿son estas personas las ovejas de Dios? ¿Pueden entender las palabras de Dios? (No). Estas personas nunca entienden las palabras de Dios ni buscan la verdad y siempre les preocupa que: “¿Cuándo vendrá el día de Dios? ¿Cuándo entraremos en el reino del cielo?”. En cuanto a las cosas que las personas deberían entender al creer en Dios, no han entendido ninguna. ¡Cómo de atolondradas deben estar! Dime, cuando le hablo a esta clase de persona atolondrada, ¿qué sensación tengo en Mi corazón? ¿Es honor o pena? ¿O es una sensación de indignación? Ver a estas personas me causa irritación. ¿Qué pueden estos tontos atolondrados obtener al creer en Dios? Después de que el gran dragón rojo los arreste y les lave el cerebro, se les revela y descarta. Estas personas no entienden la verdad en lo más mínimo y la casa de Dios no las quiere. Es por medio del gran dragón rojo que se las revela y descarta. Dime, ¿es esto falta de amor? (No). Si el gran dragón rojo no arrestara a tales personas, si estos rumores no las desorientaran, ¿se aferrarían siempre a la iglesia? ¿Qué circunstancias pueden causar que se retiren? (Precisamente los rumores del gran dragón rojo. Después de oír los rumores y creerlos, se retiran). Precisamente a través de las garras demoníacas del gran dragón rojo, este contraste, él las captura y hace que terminen por dejar de creer. De hecho, estas personas no pueden comprender la verdad, no pueden hacer ningún deber ni pueden rendir ningún servicio. En la casa de Dios, solo están de relleno, aprovechándose de los demás y esperando la muerte. Cada una de ellas está en un estado patético, sin embargo, aseguran ser seguidores de Dios, ser del pueblo escogido de Dios; ¿acaso no son deshonrosas? Aquellos que siguen a Dios deben al menos ser humanos, no ser muertos sin espíritu ni bestias. Deben ser personas que puedan entender las palabras que dice Dios. Solo aquellos que pueden entender las palabras de Dios y entender la verdad son ovejas de Dios. Solo las ovejas de Dios pueden hacer con sinceridad su deber y seguirlo. Aquellos que no son ovejas de Dios no son seguidores sinceros. Se infiltran en la iglesia con un propósito, el de obtener bendiciones. No hay Dios en su corazón. Da igual cuántos años crean, no es posible que tengan nunca un corazón temeroso de Dios. Los diablos, satanases y aquellos poseídos por los demonios repugnantes y los espíritus malvados también saben que este es el camino verdadero y además desean bendiciones. Pero ¿quiere Dios a tales personas? (No). Diversos espíritus malvados y demonios repugnantes poseen a los animales y, después de pasar por muchos años de cultivo y convertirse en seres humanos sobrenaturales, siempre quieren convertirse en humanos. No están dispuestos a seguir siendo demonios repugnantes, espíritus malvados ni diversos espíritus animales; quieren ascender a un nivel superior, ser humanos. De manera similar, estos necios atolondrados también quieren elevar su rango, quieren pertenecer al pueblo escogido de Dios. Decidme, ¿quiere Dios a tales personas? No. Incluso si se infiltran en la iglesia, será en vano; se les debe depurar sea como sea. Una vez que se las depure, la casa de Dios será pura y la iglesia también. Aquellos que permanezcan deben ser al menos personas que reconozcan la identidad y esencia de Dios, que reconozcan que Dios es la verdad, el camino y la vida, así como que puedan rendir servicio para Dios de manera voluntaria. ¿Pueden esos necios atolondrados lograr esto? No alcanzan a lograr esto. Son todos unos muertos sin espíritu, si bien siempre quieren bendiciones, siempre quieren entrar en el reino, siempre quieren ir al cielo. Su ambición y deseo no son pequeños, pero ni siquiera se fijan en lo que son, ¡se sobreestiman! Descartar a esas personas es lo correcto. ¿Sentís que es una pena? (No). Desde el principio, Dios dijo: “Lo que quiero es la excelencia en las personas, no un gran número de ellas”. Este es el estándar requerido por Dios para Su pueblo escogido, además de un requerimiento y principio relativo al número de personas en la iglesia. “Lo que quiero es la excelencia en las personas”; ¿se refiere aquí “excelencia” a los buenos soldados del reino o a los vencedores? A ninguno de los dos. La “excelencia”, dicho con precisión, se refiere a aquellos que poseen humanidad normal, a los que son realmente humanos. En la casa de Dios, si puedes hacer deberes que le corresponden a un humano, si se te puede usar como a un ser humano y puedes cumplir las responsabilidades, deberes y obligaciones de un humano sin que otros tiren de ti, te arrastren o te empujen y tampoco eres basura inútil ni un aprovechado ni un vividor; puedes asumir las responsabilidades y obligaciones de un humano y asumir la misión de un humano; ¡solo esto es ser acorde al estándar como humano! ¿Pueden asumir la misión de un humano esos vividores y aquellos que no hacen los deberes que les corresponden? (No). Algunas personas no están dispuestas a asumir la responsabilidad; otras no pueden asumirla; son basura inútil. A aquellos que no pueden asumir las responsabilidades de un humano no se les puede llamar humanos. Fíjate en aquellos que son discapacitados intelectuales, son idiotas, tienen parálisis cerebral o física, ¿se les puede llamar seres humanos estándar? (No). ¿Por qué no? Tales personas no tienen capacidad para vivir ni para sobrevivir ni para cuidar de sí mismas. Dependen enteramente de otros para su asistencia y cuidado, viven sin capacidad para valerse por sí mismas y son incapaces de asumir las responsabilidades y obligaciones de un humano. Aquellos que son incapaces de asumir su propio deber en la casa de Dios no son humanos normales y Dios no los quiere. Si eres un líder o un obrero o haces trabajo específico relacionado con las habilidades profesionales, debes ser capaz de asumir el trabajo del que eres responsable. Más allá de ser capaz de gestionar tu propia vida y supervivencia, tu existencia no consiste meramente en sobrevivir ni en comer, beber y divertirte, sino en ser capaz de asumir la misión que Dios te ha dado. Solo tales personas son dignas de llamarse seres creados y de llamarse humanas. Aquellas en la casa de Dios que siempre quieren aprovecharse y salir del paso con engaños, con la esperanza de llegar hasta el final con sus artimañas y obtener bendiciones, no pueden asumir ningún trabajo ni ninguna responsabilidad, ya no digamos una misión. A tales personas se las debe descartar y no es ninguna lástima. Esto es porque lo que se descarta no es humano; no están cualificadas para que se las llame humanas. Puedes llamarlas inútiles, vividoras u ociosas; en cualquier caso, no son dignas de llamarse humanas. Cuando les asignas trabajo, no pueden completarlo de manera independiente; y cuando les asignas una tarea, no pueden asumir su responsabilidad ni cumplir con la obligación que les corresponde; tales personas están acabadas. No son dignas de vivir; merecen la muerte. Que Dios les perdone la vida ya es Su gracia, es un favor excepcional.

En cuanto al tema de los rumores, pararemos aquí. Si todavía tenéis problemas, podéis sacarlos a colación y compartir sobre ellos o buscar la verdad para resolverlos por vuestra cuenta. No hablaremos más sobre ello, ¿de acuerdo? ¿Alguien tiene objeciones al respecto? (No). Si hay algún problema que no haya debatido, entonces se os puede ocurrir la manera de resolverlo a vosotros mismos. A este respecto, he cumplido con Mi responsabilidad. Supongamos que alguien dice: “No hemos recibido todavía la respuesta que queremos; ¿son verdaderos o falsos esos rumores? Por favor, danos una respuesta clara”. Aunque os dé una respuesta clara, ¿qué problema resolvería? Por eso digo que deberíais encontrar esta respuesta por vuestra cuenta. No tengo comentarios al respecto. Todo depende de si tenéis discernimiento. Aquellos que han obtenido la verdad nunca se desorientarán. De hecho, estos rumores han revelado a muchas personas. Se ha revelado a todos aquellos que han creído en Dios durante años, pero no han obtenido la verdad; esta es la sabiduría de Dios. Esta es Mi respuesta. ¿Lo entendéis? (Sí). Entonces, ¿qué es lo que quiero contaros? Lo que quiero decir está todo en los volúmenes de La Palabra manifestada en carne y en todos los sermones. Estas palabras son lo que quiero deciros. ¿No son suficientes? (Sí). Si algunas personas siguen insistiendo en decir: “Entonces, en cuanto a los rumores, ¿tienes alguna respuesta?”. Digo que no, sigo sin tener comentarios al respecto. Ya he dicho mucho de lo que quiero decir en todos los sermones. Si estáis dispuestos a buscar la verdad y podéis aceptar estas palabras y ateneros a ellas, entonces se resolverán vuestros problemas. Si no aceptáis estas palabras, entonces vuestros problemas seguirán siendo problemas para siempre. He cumplido con Mi responsabilidad; ya no tiene nada que ver conmigo. ¿Lo habéis oído con claridad? (Sí).

Vamos a continuar compartiendo el tema de “Cómo perseguir la verdad”. Durante este periodo, seguimos debatiendo contenido relacionado con “desprenderse” dentro de “Cómo perseguir la verdad”, hablando sobre el tema general de “xxx”. El primer aspecto de este tema es desprenderse de las nociones e imaginaciones de uno respecto a Dios. En este aspecto, hemos debatido las nociones e imaginaciones de las personas respecto a la obra de Dios, lo que implica un tema relativamente complejo: las distinciones entre las condiciones innatas, la humanidad y las actitudes corruptas. Hay muchos detalles en esto. Cuando la gente se enfrenta a problemas en su vida diaria, siempre confunde conceptos y no puede distinguir con claridad a qué categoría pertenece algún asunto o cómo diferenciarlos. Por ejemplo, en lo que se refiere a ciertas manifestaciones, la gente no puede distinguir si están relacionadas con la humanidad o con las condiciones innatas. Y en cuanto a algunas otras manifestaciones, la gente no puede distinguir si son asuntos relacionados con las actitudes corruptas o con la humanidad. Las personas no pueden distinguir estos asuntos. Consideran a menudo ciertos problemas y defectos de las condiciones innatas como actitudes corruptas o consideran ciertos defectos y problemas de humanidad como actitudes corruptas. Algunas veces, incluso cuando es una revelación de un carácter corrupto, en su lugar lo consideran una revelación de una condición innata que no puede cambiar. Por tanto, a menudo la gente no tiene nada claras las cuestiones de las condiciones innatas, la humanidad y las actitudes corruptas durante el proceso de creer en Dios y no puede distinguirlas. La vez anterior compartimos parte de esto y, por supuesto, dimos algunos ejemplos, pero me parece que no fue lo bastante específico. Hoy vamos a tomar las cuestiones dentro de estas tres categorías y compartirlas de manera más específica. Hablaré sobre algunas manifestaciones y ejemplos específicos y luego discerniréis a qué categoría pertenecen: condiciones innatas, humanidad o actitudes corruptas. Si no podéis discernirlos, los exploraremos juntos. ¿Qué os parece? (Bien). La vez anterior, compartimos un poco más sobre las condiciones innatas, así que, por supuesto, vuestro discernimiento a este respecto está un poco más claro. Sin embargo, sigue habiendo algunas cosas que están relativamente al límite o son similares a aspectos dentro de la humanidad y las personas todavía no pueden distinguir si se las debería categorizar como condiciones innatas o humanidad. Propondré algunas manifestaciones o algunos comportamientos y acciones para que luego me digáis en qué aspecto se deberían categorizar. ¿Cuál es el beneficio de compartir de esta manera? Una vez que sepas a qué aspecto pertenece cierta manifestación, sabrás cómo abordarla y cómo lidiar con ella.

Empecemos por la primera manifestación: ser diligente al hacer las cosas, lo que quiere decir que uno trabaja con mucho empeño. ¿A qué aspecto pertenece esto? (Esta es una manifestación de la propia humanidad). Entonces, ¿es esto un mérito o un defecto de humanidad? (Un mérito de humanidad). Ser muy diligente y trabajador es un mérito de humanidad. El gusto por el orden y la limpieza, así como por mantener la higiene, ¿qué clase de manifestación es esta? (Un mérito de humanidad). (Este es un buen hábito de vida, se encuadra en las condiciones innatas de uno). ¿Es una condición innata? ¿Acaso no es un mérito y un punto fuerte de la humanidad de uno? (Sí). Hace un momento alguien dijo que era una condición innata; esto es incorrecto. Esto implica a la humanidad de uno, así como a los hábitos de vida; por supuesto, también es un mérito y un punto fuerte de humanidad. La siguiente manifestación: algunas personas son holgazanas; les gusta la comodidad y odian la mano de obra y no les gusta trabajar. Cuando no trabajan, se sienten particularmente tranquilas, pero cuando empiezan a trabajar, su estado de ánimo empeora; les entra inquietud, se irritan y se enfadan. Cuando hay trabajo que hacer, se sienten lentas, faltas de energía y no quieren trabajar. Sin embargo, en lo que respecta a comer, beber y divertirse, tienen energía ilimitada. ¿Qué clase de problema es la holgazanería? (Es mala humanidad). Como poco, es un defecto de humanidad, un defecto y un problema significativo en la humanidad. No llega aún al nivel de mala humanidad. Si a tales personas les gusta mandonear a otros y explotarlos, hacer que los demás hagan el trabajo mientras ellas no hacen ninguno, ¿qué clase de problema es este? (Mala humanidad). Cuando se les pide que hagan algo de trabajo, encuentran toda clase de razones y excusas para eludirlo; simplemente no quieren trabajar. No afirman abiertamente sus intenciones, sino que en su lugar usan diversos métodos, tácticas o mentiras y estafas, intentan hacer que otros hagan el trabajo mientras ellas lo evitan para disfrutar del ocio. ¿Qué clase de problema es este? (Un carácter corrupto, un carácter perverso). ¿Es meramente un carácter corrupto? En primer lugar, la gente que gusta de explotar a los demás y de mandonearlos tiene mala humanidad y una calidad humana vil. En segundo lugar, sus métodos astutos de mandonear dejan en evidencia su carácter falso y perverso. Al manifestar un gusto por explotar y mandonear a los demás muestran tanto que tienen mala humanidad como que su carácter corrupto es grave; es falso y perverso. Fíjate, algunas manifestaciones simplemente reflejan mala humanidad o cierto defecto en la humanidad de uno y no se elevan al nivel de carácter corrupto. Sin embargo, algunas manifestaciones basadas en el fundamento de la humanidad vil implican directamente actitudes corruptas. Por tanto, ninguna manifestación es así de simple. Algunas manifestaciones no involucran solo un asunto, sino dos.

¿En qué aspecto se encuadra la superficialidad? (Este es un defecto de humanidad). Correcto, este es un defecto de humanidad. Si meramente se trata de que les encante arreglarse, estar guapos, así como del gusto por recibir cumplidos relativos a su buena apariencia, hermosura, belleza o juventud —querer que otros tengan una opinión alta o positiva de su apariencia—, entonces esto se limita a ser una cuestión de humanidad. ¿Qué clase de cuestión de humanidad? Claramente no es un mérito, sino un defecto. Algunas personas puede que digan: “A todo el mundo le encanta la belleza; ¿cómo puede ser esto un defecto?”. Por tanto, ¿por qué digo que la superficialidad es un defecto de humanidad? Dado que la superficialidad es un defecto, sus manifestaciones no son legítimas. La superficialidad no consiste en tener un aspecto adecuado, digno, devoto o serio, en darles a otros una impresión de dignidad y decencia; no es una cuestión de tener un aspecto adecuado, en su lugar es más excesivo y severo que un enfoque legítimo en lucir bien. Cuando las personas son superficiales, prestan particular atención a arreglarse y exhibirse a sí mismas, hacen que otros se centren en su imagen, hasta el punto de incluso ser un poco desvergonzadas; en otras palabras, la apariencia influye y constriñe a estas personas en muchos asuntos. Este es un defecto de humanidad. Por ejemplo, algunas se avergüenzan de salir sin llevar maquillaje. Les avergüenza encontrarse con otros a menos que se echen perfume antes. Siempre les preocupan estos asuntos, siempre quieren arreglarse en exceso para hacer que los demás tengan un pensamiento elevado respecto a ellas y gustarles. Esto es ser completamente superficial; llegado este punto, se convierte en un defecto. Este defecto ya ha superado el ámbito y los estándares requeridos de la humanidad normal. Ser demasiado superficial es un defecto de humanidad. Con esto concluye nuestra discusión sobre esta manifestación.

La siguiente manifestación es la pasión por ser el centro de atención. ¿Qué tipo de manifestación es esta? (Es un defecto de la propia humanidad; es el gusto por ponerse en primer plano, el gusto por exhibirse). Entonces, ¿hay un carácter corrupto dentro de esto? (Sí, porque si a alguien le encanta ser el centro de atención, luego quiere exhibirse, quiere destacar). La pasión por ser el centro de atención y querer siempre exhibirse; ¿qué clase de problema es este? ¿Es porque tienen capacidad de liderazgo o porque entienden la verdad y tienen un sentido de la carga? Si tienen sentido de la carga, capacidad de trabajo y pueden asumir un punto del trabajo, esto no es pasión por ser el centro de atención. Entonces, ¿qué clase de problema es la pasión por ser el centro de atención? En un aspecto, es un defecto de la propia humanidad. A las personas de este tipo les encanta ser el centro de atención. Vayan donde vayan, les encanta exhibirse, temen que los demás no las vean. Además, hablan de una manera ostentosa y exagerada, muy alto. Mientras más gente haya, más ansiosas están por hablar, siempre quieren ocupar un lugar en la multitud. La pasión por ser el centro de atención no se puede considerar una manifestación de mala humanidad. No involucra a la calidad humana de una persona y es meramente un defecto de humanidad, una especie de defecto o problema. ¿Por qué digo que es un defecto o un problema de humanidad? Porque es una manifestación de falta de razón. Estas personas buscan constantemente ser el centro de atención, pero ¿de veras son capaces de asumir el trabajo? ¿Por qué quieren ser siempre el centro de atención? ¿Es porque les impulsa la ambición y el deseo? ¿Es porque les encanta el estatus, ser ensalzadas y convertirse en el centro de atención? ¿Es porque les encanta tener prestigio entre las personas, ser superiores a los demás y liderarlas? (Sí). ¿Acaso no se deja en evidencia la humanidad de esta clase de persona? ¿Qué clase de humanidad es? Carece de razón. ¿No es esto un defecto de humanidad? (Sí). Por un lado, es un defecto de humanidad. Por otro, esta clase de persona no solo se pone en primer plano o se exhibe ocasionalmente; en cambio, como las mueve la ambición y el deseo, les encanta el estatus, el poder y tener la última palabra, les encanta ser el centro de atención. Por tanto, ¿acaso esto no implica también un carácter corrupto? (Sí). ¿Qué clase de carácter corrupto es este? (Uno arrogante). Esto es arrogancia. ¿Qué les da el derecho a ser el centro de atención? ¿Qué les da el derecho a tener la última palabra y liderar a los demás? Hay quien dice: “Entiendo la verdad y tengo un sentido de la carga”. Aunque tengas un sentido de la carga, sigue siendo necesario fijarte en si puedes hacer trabajo real o no. No es el caso que en realidad puedas hacerlo bien solo porque tengas un sentido de la carga y quieras hacerlo. No hay conexión lógica entre estas dos cosas. Querer hacerlo y que te encante hacerlo no significa que puedas hacerlo o que seas competente en un trabajo de liderazgo. Te encanta ser el centro de atención, te encanta el estatus; ¿significa eso que todo el mundo deba elegirte? ¿Cuáles son los principios para elegir a los líderes de la iglesia? (Se deben basar en si la persona tiene capacidad de trabajo, en si es alguien que persigue la verdad y en si es una persona recta). Como mínimo, debes ser una persona recta. Debes tener entendimiento espiritual, tener la capacidad para comprender la verdad y, además, tener capacidad de trabajo. Solo entonces cumples las condiciones para ser cultivado y convertirte en un candidato para el cultivo. Debes cumplir todas estas condiciones. Si no cumples ninguna de estas condiciones, ¿te elegiría alguien para ser líder solo porque te encante ser el centro de atención? Eso nunca sucedería. Por tanto, si siempre te encanta ser el centro de atención, siempre te encanta exhibirte, ¿es esto arrogancia? (Sí). Es arrogancia y sobreestimarse a uno mismo. La arrogancia, desde la perspectiva de la humanidad, es una carencia de razón. Si se mide según la verdad, este es un carácter corrupto y un carácter satánico. La manifestación de que te encante ser el centro de atención es tanto un defecto de humanidad como un carácter corrupto, lo que también implica dos cuestiones. Aunque que te encante ser el centro de atención no llega al nivel de tener escasa o mala humanidad, es sin embargo una manifestación específica de carecer de razón y además una manifestación de un carácter arrogante. Si a una persona meramente le gusta ser el centro de atención y no reprime ni atormenta a nadie, así como tampoco se sirve de los métodos propios de las personas malvadas para sembrar la discordia o formar camarillas, entonces esto es solo un defecto de su humanidad. Sin embargo, si exhibe las manifestaciones de las personas malvadas o los anticristos y además participa en algunas malas acciones, entonces este defecto de humanidad crece; ¿en qué se convierte? En una humanidad escasa, terrible y malvada; estos aspectos se usan para calificar a tal humanidad. Asimismo, las manifestaciones de las actitudes corruptas que revelan tales personas incluyen tanto arrogancia como crueldad; por supuesto, hay también más manifestaciones específicas. Por tanto, la humanidad de tales personas se debería calificar en función del grado en el que se revelen estas actitudes corruptas. Si meramente les encanta ser el centro de atención y no muestran manifestaciones de humanidad malvada —sin reprimir o atormentar a las personas, sin formar camarillas y afianzar un reino independiente en secreto o usar métodos nada ortodoxos para desorientar a las personas y hacer que obedezcan—, entonces esta pasión por ser el centro de atención es un mero defecto de humanidad. Pero una vez que se cometen tales acciones malvadas, esto ya no es meramente un defecto de humanidad. ¿Qué clase de problema es entonces? (Es una humanidad escasa, terrible y malvada). Exacto. Ya no es meramente un defecto de humanidad, sino que más bien es una humanidad malvada. Una pasión por ser el centro de atención es meramente un defecto de humanidad. Si tal persona tiene entendimiento espiritual, cierto calibre y capacidad de trabajo, ¿la elegiríais como líder? (Sí). ¿Por qué la elegiríais? (Porque no es una persona malvada). Su pasión por ser el centro de atención es meramente una revelación de un carácter corrupto. No hay un elemento de maldad en su pasión por ser el centro de atención ni es una persona malvada. Mientras cumpla con las condiciones para ser líder, se la puede elegir y cultivar más. Aunque la pasión por ser el centro de atención es una manifestación de tener escasa razón en la humanidad, dado que puede hacer trabajo, tiene capacidad de trabajo, tiene entendimiento espiritual, tiene la capacidad para comprender la verdad y, además está dispuesta a hacer algún trabajo y ser supervisora, se la puede elegir. ¿Por qué se la puede elegir? Porque su humanidad es acorde al estándar, como lo es su calibre. Mientras no sea una persona malvada o un anticristo, no atormente ni reprima a las personas y no intente establecer un reino independiente, se la puede elegir líder. Pero si su pasión por ser el centro de atención contiene elementos de humanidad malvada, ¿debería elegirse a una persona tal? (No). Antes de que sea siquiera elegida líder, ya empieza a usar métodos desviados, a formar camarillas secretas y manipular votos. A fin de lograr sus objetivos, realiza maniobras turbias e incluso es capaz de inventar rumores y hablar mal de algunas personas buenas que son relativamente sinceras en su búsqueda de la verdad y cumplen su deber. Hace muchas cosas que van en contra de la verdad y la moral humana, comete algunas acciones malvadas. ¿Puedes elegir a una persona tal como líder? (No). ¿Por qué no? (Porque su humanidad es malvada). Para ser concretos, porque es una persona malvada; no cumple con los principios de la casa de Dios para usar a las personas. La casa de Dios no usa a personas malvadas. ¿Cuáles son las consecuencias si el pueblo escogido de Dios cae en manos de personas malvadas? Por un lado, sufrirá tormento y represión. Por otro, la iglesia se dispersará como arena suelta y caerá en el desorden. En este caso, no estarías haciendo tu deber, sino sirviendo a personas malvadas, siendo controlado por ellas y siguiéndolas. ¿Cuáles serían las consecuencias de esto? Se arruinarían tus esperanzas de obtener la salvación. ¿Lo entendéis ahora? (Sí). Por tanto, si a dos personas les encanta ser el centro de atención y tienen actitudes corruptas, ¿en función de qué elegirías a una de ellas para ser líder? (En función de su humanidad). Eso es, en función de su humanidad. Las revelaciones de diversas actitudes corruptas, como la arrogancia, la falsedad y la intransigencia son universales; todo el mundo es igual a este respecto. Por tanto, ¿dónde radica la distinción? En la humanidad de las personas. En apariencia, algunas son más desenfrenadas, mientras que otras son más conservadoras; algunas son relativamente atolondradas y descuidadas, mientras que otras son relativamente astutas y meticulosas. Algunas son más extrovertidas y alegres, mientras que otras son más introvertidas. Las manifestaciones externas de la personalidad de las personas difieren y, desde luego, su esencia-humanidad tampoco es la misma. Algunas personas tienen límites de conciencia y moralidad, mientras que otras no. Algunas son incluso malvadas, implacables y crueles; matan sin pestañear y devoran enteras a las personas, con huesos y todo. Son capaces de hacer cualquier cosa. Por tanto, en lo que respecta a las personas malvadas, atormentar a otros no les supone nada. Si caéis en manos de personas malvadas, vuestros días buenos habrán terminado y a partir de entonces viviréis en la oscuridad. Si alguien cae en manos de personas malvadas, eso equivale a caer en manos del gran dragón rojo. ¿Habéis experimentado esto? (Sí). Las manifestaciones más prominentes y obvias de las personas malvadas en cuanto a su humanidad son la maldad, la crueldad, la implacabilidad, una ausencia de límites morales y la falta de estándares de conciencia. A tenor de su postura hacia Dios y hacia la verdad, no tienen en absoluto un corazón temeroso de Dios. Son audaces e imprudentes, se atreven a hacer cualquier cosa, no tienen límites de conciencia. Con respecto a la verdad, no la aceptan en lo más mínimo. En apariencia, pueden realizar esfuerzos y soportar la adversidad en sus deberes y además pueden dar limosna. Sin embargo, no tienen el menor miedo en lo que respecta a cómo tratan a Dios y a la verdad. En lo que se refiere a dar testimonio de Dios, dar testimonio de Dios encarnado, dar testimonio de la identidad y esencia de Dios, dar testimonio de las obras de Dios o dar testimonio de cómo Dios paga un precio por la especie humana y cómo usa Dios la sangre de Su corazón y Su vida para salvar a la especie humana, no tienen nada que decir ni quieren hablar. Desprecian a Dios en su corazón. Pero cuando dan testimonio de sí mismas, tienen mucho que decir y hablan sin parar. La pasión por ser el centro de atención es meramente un defecto de humanidad. Si tales personas no cometen maldad, así como tienen límites de conciencia y moralidad, entonces, siempre que puedan comprender algunas verdades, pueden generalmente medir los asuntos de acuerdo a los límites de su conciencia; su conciencia funciona. Por ejemplo, si les gusta alguien del sexo opuesto y quieren abordarlo, dado que tienen límites de conciencia en su humanidad y sentido de la integridad y la vergüenza, se contendrán de manera natural. A las personas malvadas, sin embargo, no les preocupan tales cosas. Si les gusta alguien, lo abordan a la fuerza; si la otra parte no consiente, idean toda clase de maneras de atormentarla, subyugarla o crearle problemas. A aquellos con límites de conciencia los restringe su conciencia; hay ciertas trasgresiones que no cometerán y ciertas líneas que no cruzarán porque tienen sentido de la integridad y la vergüenza. Si entienden la verdad y su aceptación de ella es relativamente profunda y fuerte, tendrán un corazón temeroso de Dios. Debido a que reverencian y temen a Dios, por lo general no traspasan ciertos límites. Por tanto, tener como líder a alguien que tiene límites en su conciencia es muy beneficioso para vosotros. Como poco, no te hará daño y ni mucho menos te obstaculizará ni te perjudicará, así como también puede ofreceros algo de provisión y ayuda. Sin embargo, las personas malvadas son diferentes. No usan meramente palabras para desorientarte; además emplean diversos métodos para atormentarte, reprimirte y pisotearte. Si no las obedeces, no las escuchas o si discutes con ellas sobre algo, no solo te atacarán, sino que además te condenarán, te avergonzarán e incluso buscarán subyugarte. De esta manera, caerás completamente en sus manos. La mayor diferencia entre los humanos corrientes corruptos y las personas malvadas radica en si su humanidad es buena o malvada y en si su conciencia funciona. Las personas malvadas no tienen conciencia, por tanto, tampoco tienen sentido de la integridad o la vergüenza y son capaces de cometer cualquier tipo de mala acción. En cuanto a los humanos corruptos corrientes, si bien su humanidad también cuenta con defectos y fallos, están restringidos por la conciencia y la razón, así que hay muchas clases de líneas que son incapaces de cruzar. Aunque no crean en Dios, no cometerán ciertas maldades obvias; son incapaces de cometer actos tales como la inmoralidad sexual o el robo, por ejemplo. Piénsalo: antes de que creyeras en Dios, mientras estabas en el mundo, ¿podías caer en la promiscuidad si alguien te lo permitía? ¿A qué se refiere la promiscuidad? Se refiere a tener múltiples compañeros sexuales, incluso a estar involucrado con diversas personas del sexo opuesto al mismo tiempo sin sentir ninguna sensación de hacer el mal ni ninguna acusación interior. ¿Podríais vosotros hacer tal cosa? (No). Fijaos en estas mujeres promiscuas, prostitutas y libertinas; pueden hacer tales cosas. ¿Acaso no sois diferentes a estas personas? (Sí). ¿Dónde radica la diferencia? Radica en si alguien tiene la conciencia y razón de la humanidad. La conciencia y razón te dan un sentido de la integridad y la vergüenza, de modo que no cometas actos de promiscuidad y tengas un estándar: “Comportarse de esta manera no es bueno; no seré esa clase de persona. Marcaré una clara distinción entre mí mismo y esas personas. Aunque me dieran una paliza de muerte, no participaría en la promiscuidad”. Si se vieran abocados a esa clase de situación, algunas personas dirían: “¡Preferiría morir antes que convertirme en esa clase de persona!”. Algunas personas soportan humillación e injusticia, la aceptan con reticencia, pero no es la voluntad de su corazón y aprovecharán cualquier oportunidad para salir de la situación. Otras, sin embargo, buscarán esa clase de escenario por sí mismas, aunque los demás intenten detenerlas. Lo hacen aunque no ganen dinero con ello; simplemente disfrutan de participar en la promiscuidad y no podría importarles menos que les genere beneficios o que no. ¿Acaso no son diferentes estos dos tipos de personas? (Sí). Esta es precisamente la diferencia entre la humanidad de las personas. La diferencia en la humanidad es crucial. Si podéis desentrañar las diferencias en las manifestaciones de humanidad entre los diferentes tipos de personas, entonces seréis capaces de discernir a las personas. Por tanto, evaluar a una persona no puede basarse por entero en su carácter corrupto ni en sus manifestaciones y revelaciones durante un corto periodo de tiempo ni en un solo incidente. Más bien, la clase de persona que es en realidad se debe evaluar en función de su humanidad y su esencia-naturaleza. Con esto concluye nuestro debate sobre la manifestación de la pasión por ser el centro de atención.

Pasemos a otra manifestación. Algunas personas hacen cosas metódicamente, con un esquema mental y de manera ordenada; pueden determinar qué hacer primero y qué hacer después mediante el pensamiento y la consideración. Siguen pasos y tienen planes en lugar de hacer las cosas con prisas. Hagan lo que hagan, siguen los pasos, incluso para la tarea más simple como lavar la ropa. Separan la ropa por colores, lavan las prendas oscuras y las claras por separado; saben cuánta agua y detergente usar en función de la cantidad de colada, cómo evitar el gasto; todo esto está planeado, es muy organizado, meticuloso y económico. ¿Qué clase de manifestación es esta? (Este es un mérito y un punto fuerte de humanidad). Entonces, ¿puede representar este mérito que esta clase de persona tenga buena humanidad? (No). Esto es meramente un mérito y un punto fuerte de su humanidad. No llega al nivel de implicar a la calidad humana o a los principios de conducta propia ni implica un carácter corrupto. Es simplemente un hábito de estilo de vida o una postura hacia la vida. Algunas personas hacen las cosas con un esquema mental, con un plan; pueden captar patrones y, cuando termina la tarea, otros la encuentran satisfactoria. Son personas de buen calibre. Pero en cuanto a aquellas de escaso calibre, es diferente; lo hacen todo de manera desordenada y caótica, sin un esquema ni un plan mental, de una manera totalmente al azar que acaba en un completo embrollo. ¿Qué clase de problema es este? (Un defecto de humanidad). ¿Qué implica este defecto de humanidad? (Un calibre extremadamente escaso). A estas personas de escaso calibre simplemente se les llama descerebradas. Cuando a algunas les digo: “¿Acaso tienes el cerebro de un cerdo? ¿Cómo puedes no entender una cosa tan simple?”, responden: “Soy descerebrado”. ¿Qué significa ser “descerebrado”? Significa no tener calibre o tener escaso calibre; es un problema de calibre. ¿En qué se encuadra este asunto? ¿Acaso no es una condición innata? (Sí). Si alguien es descerebrado de manera innata, ¿sirve de algo formarlo? Tales personas abordan todo sin planearlo o sin un esquema mental. Una tarea simple les lleva todo el día, demoran asuntos importantes. Esto es no tener calibre o tener escaso calibre. Los no creyentes describen a menudo a las personas con mala humanidad como que no tienen calibre. Por ejemplo, cuando alguien ve a otra persona tirando basura, siendo antihigiénica o gritando mucho en público, perturbar a otros que están estudiando o descansando, podría decir que esa persona no tiene calibre. Para Mí, esto supone no entender las normas de comportamiento y carecer de humanidad; ¿cómo se le puede llamar a esto no tener calibre? ¿“No tener calibre” se refiere a esto? ¿A qué se refiere el “calibre”? Se refiere a la eficiencia y la eficacia al hacer las cosas; esto se llama calibre. Por tanto, ¿son aquellos que hacen las cosas sin un esquema mental de escaso calibre? (Sí). Este también es un defecto de humanidad. ¿Es este defecto innato? ¿Es fácil cambiarlo? ¿Se puede cambiar por medio de la formación? ¿Se puede hacer a un cerdo subir a un árbol? Un cerdo no está hecho para eso; no tiene calibre para ello. Carecer de un esquema mental al hacer las cosas es un problema de calibre.

Hacer cosas con un gran comienzo, pero un final flojo; ¿en qué clase de asunto se encuadra esto? (Es un defecto de la propia humanidad). Este es un defecto de la propia humanidad. Algunas personas, cuando comienzan una empresa, lo planean bastante bien, dan grandes pasos, reúnen a un grupo de personas, crean informes, asignan tareas e incluso pronuncian grandes afirmaciones llenas de resolución, pero a medida que avanzan, todo esto se evapora y no hacen seguimiento ni supervisan ni inspeccionan lo que está sucediendo. Si nadie que entienda la verdad está allí para proveer supervisión y guía, la empresa puede fracasar por completo o puede que surjan consecuencias indeseadas, dejando el trabajo en absoluto desorden. También hay personas que pueden expresar doctrinas de manera bastante lúcida y clara, pero en lo que respecta a hacer cosas realmente, no tienen ni idea de cómo avanzar y ningún plan concreto. Cuando surgen circunstancias especiales o situaciones inesperadas, no saben cómo lidiar con esto, no comparten con los demás ni buscan de aquellos por encima de ellas ni los consultan. Cuando empiezan a hacer algo, parecen confiadas y empiezan a lo grande, como si estuvieran a punto de conseguir algo importante, pero a medida que avanzan, pierden entusiasmo y salen huyendo; es como si se desvanecieran en el aire. Cuando alguien les pregunta: “¿En qué estás trabajando ahora? ¿Cómo progresa esta tarea?”, responden: “No se va a hacer”. Sin embargo, no informan a tiempo de que no puedan hacer las cosas, lo que las demora dos o tres meses sin que haya resultados. ¿Acaso no es exasperante? (Sí). ¡Tales personas son realmente detestables! Esta clase de personas tiene otro problema, sumado al de hacer cosas con un gran comienzo, pero un final flojo: todo lo que hacen se vuelve cada vez más caótico a medida que lo continúan haciendo. Al principio, puede que tengan algún esquema mental, algunas ideas y un poco de estructura, pero a medida que continúan, sus pensamientos se vuelven atolondrados. Pierden de vista el motivo por el que empezaron la tarea o los resultados que se supone deben lograr. Cuando alguien les aconseja que realicen algo de búsqueda, dicen: “No hay necesidad de buscar nada. Vamos a seguir haciéndolo de esta manera; de todas formas, no es que nadie esté sentado ocioso”. Como ves, empiezan a hacer cosas con un gran impulso, hacen mucho ruido. Pero a medida que avanzan, las cosas se acaban quedando en nada. Todo es mucho ruido y pocas nueces; no hay ningún resultado. Si no preguntas por la tarea, no haces seguimiento de ella ni la inspeccionas, dejarán que se desinfle sin terminarla, sin hacer siquiera un informe. ¿Dónde fue la resolución que expresaron al principio? Se ha olvidado. ¿Qué hay del plan inicial que escribieron? Desaparecido sin rastro. ¿Y de esas ideas que tenían al principio? Han desaparecido; se han olvidado. ¡Simplemente, son esta clase de criatura! Este tipo de persona, cuando ves su entusiasmo inicial, parece una auténtica persona de acción. Pero en realidad, es sumamente inútil; simplemente no es alguien que haga las cosas de una manera sensata; es una persona inconstante. Solo está dispuesta a ser el centro de atención, pero no quiere soportar la adversidad y teme asumir responsabilidades. Todo lo que hace queda inacabado. ¿Qué clase de humanidad tienen tales personas? (Mala humanidad). Dime, ¿puede esta clase de persona conseguir algo? (No). Siempre tiene un gran comienzo, pero el final es flojo, un completo caos; este es su estilo. Sea cual sea el deber que hace, empieza con bastante entusiasmo, escuchando música y tarareando. Pero pasado un tiempo, pierde el interés y se limita a parar el trabajo y dejarlo. ¿Qué clase de criatura es? ¿Acaso tales personas no son detestables? (Sí). Asumen de manera imprudente tareas que saben que podrían no ser capaces de conseguir, intentan mostrar su competencia, alardean y hacen grandes afirmaciones; ¿acaso desconocen sus propias capacidades? Si no pueden hacer el trabajo ni aportar resultados, ¿por qué no lo dicen y ya está? ¡No deberían demorar las cosas! En su lugar, guardan silencio, retrasan tu trabajo mientras intentan embaucarte. ¿Acaso no son de una calidad humana inferior? (Sí). ¡Su calidad humana es demasiado baja! ¿Se les puede confiar a tales personas que lidien con las cosas? (No). ¿Son dignas de confianza? (No). Tales personas no son dignas de confianza. Si te dan su palabra, ¿te atreverías a creerlas? (No). ¿Qué clase de personas son? ¿Acaso no son fraudes? (Sí). Aunque no te engañen para su provecho financiero o con un propósito sexual, su manera de comportarse y de lidiar con las cosas es muy detestable y odiosa. Por tanto, ¿cuál es la causa principal de que tales personas sean tan odiosas? Su calidad humana es inferior, no conocen su lugar en su conducta propia, les encanta fanfarronear, les encanta exhibir cualquier competencia que crean tener, les encanta ser el centro de atención y alardear. Nunca perseveran en nada de lo que hacen. Al mismo tiempo, se sobreestiman e ignoran su propia estatura y la clase de tareas con las que pueden lidiar. Pese a ello, siguen intentando exhibir su competencia, son atrevidas al asumir cualquier clase de trabajo importante. Después de asumirlo, incluso cuando no lo hacen bien y demoran asuntos importantes, permanecen indiferentes; mientras sean el centro de atención, con eso les vale. ¿Acaso no son personas vulgares y miserables? (Sí). Entonces, ¿acaso estas personas no tienen muy mala humanidad? (Sí). Si os encontráis con una persona así, ¿os atreveríais a confiarle cosas de gran magnitud o importantes? (No). Por ejemplo, si tienes que salir a predicar el evangelio y necesitas que alguien cuide de tu hijo pequeño, ¿a qué clase de persona deberías buscar para que te ayude? ¿Te atreverías a elegir a alguien así, sin sentido de la responsabilidad, que no puede mantener el rumbo y no es digno de confianza? (No). ¿Por qué no? Porque podría perder a tu hijo. Si le preguntas cómo se perdió tu hijo, dirá: “No lo sé. Me quedé dormido un momento y el niño había desaparecido. ¿Cómo me vas a culpar por eso? El niño tiene piernas y puede caminar solo; no estaba atado a mí. ¡No puedes echarme la culpa!”. ¡Hasta elude la responsabilidad! ¿Acaso no es un bribón desvergonzado? (Sí). A tales personas no se les pueden confiar de ninguna manera asuntos de vida y muerte. En su conducta propia, son inconstantes y no tienen integridad ni dignidad. Cuando surgen problemas, se atreven a recurrir a la desvergüenza y niegan las cosas. Aunque hacer las cosas con un gran comienzo, pero un final flojo sea un mero defecto de humanidad, este defecto en particular es un asunto sumamente grave; es una cuestión de integridad. A algunas personas les encanta ser el centro de atención y asumen las tareas con ganas, pero no se atreven a responsabilizarse. En cuanto se encuentran con dificultades, eluden de inmediato la responsabilidad y se distancian de la situación. Son completamente irresponsables. Son además particularmente inconstantes y no pueden perseverar en nada de lo que hacen. Cuando la cosa se pone así de mal, ya no es un mero defecto de humanidad; es una cuestión de tener una calidad humana realmente baja y mala humanidad. ¿Por qué digo que tales personas tienen mala humanidad? Es porque no son dignas de confianza; no te atreverías a confiarles nada. Sea cual sea la tarea que les confíes, la aceptan enseguida, pero en cuanto te das la vuelta, desaparecen y no tienes ni idea de lo que están tramando. Podrían pasar incluso varios días antes de que las vuelvas a ver. Si no les preguntas cómo avanza la tarea, no te volverán a informar, se comportarán como si no ocurriera nada. ¿Qué clase de criaturas son? ¡Son sumamente irresponsables! Incluso suspenden la prueba y no se puede confiar en ellas cuando se trata de algo poco importante como esto. ¿Qué más crees que podrían conseguir? (Nada en absoluto). Si les confías el cuidado de un niño, podrían surgir problemas en cualquier momento. El niño podría caerse y hacerse daño, comer algo que no debería o, al salir fuera a jugar, alejarse y que lo secuestre gente mala; todos estos son posibles desenlaces. Esto se debe a que son irresponsables, su calidad humana es extremadamente baja y no respetan ningún límite de conciencia en nada de lo que hacen y solo actúan para satisfacer sus propios deseos egoístas, ignorando todo lo demás. Cuando les confías una tarea, les parece que, si se niegan, eso podría ser malo para tu imagen; la aceptan en consideración hacia su propio orgullo y para satisfacer su vanidad, pero después no se responsabilizan de ninguna manera. Fanfarronean al mismo tiempo que no logran llevar bien a cabo la tarea. Esto es lo que significa no ser digno de confianza. ¿Son buenas tales personas? (No). ¿Se puede elegir líder a alguien que hace las cosas con un gran comienzo, pero un final flojo? (No). ¿Por qué no? (Podría dañar la obra de la casa de Dios). Exacto. Cuando hablan y hacen promesas, parecen estar a la altura y la gente está dispuesta a confiar en aquellos capaces de fanfarronear. Pero en lo que respecta a hacer realmente las cosas, sus acciones son impredecibles. Aunque metan la pata, no te informarán al respecto y, si surge algún problema, no te darán ninguna explicación sobre lo qué ha ocurrido. Estás esperando ansiosamente que se ocupen bien de las cosas, pero acaban estropeándolas e incluso muestran una indiferencia total al hacerlo, no se toman en absoluto aquello que les confiaste como un asunto serio. En sus acciones, tienden a ser inconstantes. Algunos de ellos hacen cosas basadas solo en sus propios intereses, sus aficiones y su curiosidad; a algunos les encanta llamar la atención y solo hacen cosas para llamar la atención y ser vistos. Tales personas son inconstantes e irresponsables, así como incapaces de hacer cosas de una manera sensata. Es bastante problemático. Esto todavía no ha afectado a si tienen entendimiento espiritual, pueden aceptar la verdad, son sumisos o son personas que persiguen la verdad; esto todavía no ha afectado a estos aspectos. Puramente en términos de su humanidad, tales personas no son dignas de confianza. ¿Se las puede elegir para ser líderes? (No). Las personas cuya humanidad no es acorde al estándar no tienen siquiera valor para el cultivo. ¿Por qué no? Porque su calidad humana es demasiado baja; carecen incluso de integridad y dignidad básicas. Por tanto, tampoco están cualificadas para ser líderes ni para ser cultivadas como líderes.

A continuación, discutamos ser cauto al hacer las cosas. ¿Qué clase de manifestación es esta? (Es un mérito de humanidad). Ser cauto al hacer las cosas, no ser imprudente y, cuando surgen asuntos, ser capaz de abordarlos con calma y buscar la verdad; este es un mérito de humanidad. En esta sociedad malvada, entre diversos grupos de personas con trasfondos complejos, necesitas abordar con cautela la urgencia de diversas personas, acontecimientos y cosas. Incluso cuando estás haciendo tu deber en la casa de Dios, hay algunas situaciones complejas entre las diversas cosas que te encuentres y deberías abordarlas con cautela. Por ejemplo, cuando te topas con personas malvadas que causan perturbaciones mientras estás haciendo tu deber, primero deberías aprender discernimiento y luego abordar la situación de acuerdo con los principios-verdad. Esta es una actitud que deberías tener hacia tu deber. ¿Qué implica ser cauto al hacer las cosas? Implica la razón de una persona. Cuando te encuentres con asuntos que no puedas desentrañar, necesitas ser cauto. Aunque entiendas algunas verdades, cuando todavía no puedes desentrañar la esencia subyacente y la causa principal de ciertos asuntos especiales, ¿necesitas ser cauto? (Sí). Tales situaciones requieren más aún que seas cauto. Ser cauto no es ser conservador o dar pequeños pasos ni tampoco es no atreverse a actuar o tener miedo de responsabilizarse; no se refiere a estas cosas. La cautela de la que se habla aquí se refiere a un mérito de humanidad. ¿Cuáles son las manifestaciones específicas de cautela? Es cuando, al hacer algo, primero buscas los principios-verdad y luego buscas los pasos específicos de práctica, la senda específica de práctica y los desenlaces deseados para esa tarea o ese trabajo. Es decir, abordas asuntos importantes y tu propio deber con un corazón cuidadoso y cauto. Por supuesto, algunas personas son también particularmente cautas cuando abordan diversos asuntos que se encuentran en su vida diaria; no son descuidadas, sino que en su lugar son increíblemente cautas. Esto no es algo malo; también se le puede llamar mérito de humanidad, no un defecto. Se puede decir que la cautela es un mérito de humanidad; tener una postura cauta solo puede beneficiar a las personas y no limitará para nada a las personas ni las atará de ninguna manera. Si no te atreves a hablar cuando surgen asuntos, si no te atreves a hacer algo ni a interactuar con nadie —si tienes miedo de que una hoja caída te dé en la cabeza—, entonces esto es ser excesivamente cauto. Vivir en tu propio pequeño mundo todo el tiempo, pasar tus días de una manera demasiado precavida; ¿es esto cautela? (No). Tener miedo de que te engañen cuando vas de compras, tener miedo de perder dinero si abres una tienda, tener miedo de que, si compras una casa, esta acabe por ser una propiedad estigmatizada, tener miedo de que al comprar una computadora esta tenga virus —estar tan atado a un miedo excesivo que no te atrevas a hacer nada y te parezca difícil dar un solo paso—, sin duda, estas no son manifestaciones de la clase de cautela de la que estamos hablando aquí. Estas manifestaciones indican que una persona es ignorante, inútil y cohibida, inmadura y que carece de la capacidad de vivir con independencia. Son manifestaciones de escaso calibre. Es decir, cuando tales individuos afrontan esta sociedad malvada y grupos complejos de personas, no cuentan con contramedidas de ningún tipo. Siempre están preocupados, temerosos y tan asustados que se retraen y no se atreven a avanzar. Bien les asusta que los timen y engañen o bien que les hagan daño o los asesinen. No se atreven a relacionarse con nadie ni a lidiar con ningún asunto. Cuando van a trabajar, les da miedo que no les paguen su salario. Algunas mujeres incluso no se atreven a trabajar por miedo a que las maltraten. Algunas personas no se atreven siquiera a dejar su casa, por miedo a la posibilidad de encontrarse con gente mala; les da miedo que les roben si compran cosas. En resumen, todo les da miedo. ¿No es eso ser excesivamente cauto? Esto es ser más precavido de la cuenta. ¿Acaso no están locas? Algunas personas tienen esta clase de mentalidad, se preocupan todo el día sobre esto y aquello y el resultado es que no se atreven a lidiar con ningún asunto ni a salir a encontrarse con gente y solo pueden quedarse en casa. ¿Qué clase de persona es esta? (Una loca). Está loca; es anormal, es una no humana. Carece de cualquier capacidad para hacer juicios, no tiene principios ni estándares mínimos en nada de lo que hace; esta clase de persona es una bestia reencarnada, no tiene humanidad normal y su excesiva precaución no es cautela. ¿A qué se refiere la cautela? La cautela significa hacer cosas de una forma medida, metódica y que se atiene a las reglas y, sobre la base de este principio, actuar con bastante rigor y mantener la calma cuando sucede algo, no tener prisa ni ser imprudente o impulsivo, así como ser capaz de buscar los principios-verdad y buscar métodos sabios. A esto se le llama cautela y solo esta cautela es un mérito de humanidad.

Hay muchas personas a las que les encanta fanfarronear y alardear. Esta es también una tendencia de la sociedad malvada. Muchas personas exageran al hablar, se inventan las cosas despreocupadamente y no paran de parlotear. Lo que dicen no se conforma a los hechos en absoluto y dicen muchas cosas vacías. Todavía se creen competentes, no tienen ningún sentido de la integridad ni de la vergüenza. ¿Son tales personas dignas de confianza? (No). ¿Tienen tales personas integridad o dignidad? (No). Tales personas no tienen integridad ni dignidad, no son dignas de respeto ni de confianza. Entonces, ¿se les puede confiar el manejo de asuntos importantes? (No). Por tanto, ¿qué clase de problema es la pasión por alardear? (Es un defecto de la propia humanidad). Es un defecto de humanidad, pero además tienes que fijarte en la humanidad de esta persona; si su humanidad es malvada y si puede aceptar cosas positivas. Si es meramente ruin e, influida por su vida familiar o el entorno social a lo largo de muchos años, ha desarrollado el mal hábito de que le encante alardear y fanfarronear, hablar de forma irresponsable y sin considerar las consecuencias, entonces esto es meramente un defecto de su humanidad. No es mala persona; simplemente está al nivel de ser gravemente ruin. Si tal persona, además de que le encante alardear, también actúa de una manera bastante dominante y cruel al relacionarse con los demás y su propósito al fanfarronear y alardear es reprimir a otros y hacer que las cosas de las que alardea y exagera parezcan más elevadas de lo que son, mejor que las cosas que otras personas han hecho o poseen y por encima de ellas, entonces esto ya no es un problema de que sean ruines. ¿Qué clase de problema es? (Es el problema de la humanidad malvada). Este es el problema de la humanidad malvada. Por tanto, ¿hay un carácter corrupto implicado aquí? (Sí). ¿Qué clase de carácter corrupto? (Uno cruel). Tienen un carácter arrogante, cruel. A algunas personas les encanta alardear solo porque son gravemente ruines. Esto viene causado por sus hábitos de vida y su entorno de vida. Simplemente no entienden lo que significa hablar con sinceridad, hablar desde el corazón, discutir las situaciones reales o hablar sobre la vida y sobre asuntos apropiados. Carecen de esta conciencia. Tal educación está ausente en su familia y entornos de escuela e incluso más ausente después de entrar en la sociedad. En consecuencia, su ruindad innata es muy severa. Son frívolas y carecen de un comportamiento adecuado y simplemente les encanta fanfarronear y alardear para jactarse y obligar a otros a tenerlas en alta consideración. En su corazón, no tienen otras ambiciones, deseos o necesidades. Si solo exhiben estas manifestaciones, esto es mera ruindad; este es un defecto de su humanidad. Sin embargo, si su alarde tiene un objetivo y por medio de alardear se presentan a sí mismas como altamente competentes y excepcionalmente capaces, además de superiores a las personas corrientes, distintas a ellas y muy por encima de estas, entonces esto ya no es un problema de ser ruin. Su pasión por alardear viene guiada por el pensamiento específico, impulsada por un ansia de estatus, ambición y deseo. Se sirven de alardear para reprimir e impresionar a los demás, para hacerles sentir inferiores y no tan buenos como ellas, de modo que les muestren deferencia y las obedezcan. Esta es la maldad de su humanidad. Su pasión por alardear tiene como objetivo quedar por encima: “Tengas lo que tengas, yo también lo tengo. Sea lo que sea que puedas hacer, yo también puedo. Sepas lo que sepas, yo también lo sé. Hayas visto lo que hayas visto, yo también lo he visto. ¡No soy inferior a ti!”. Se da incluso el caso de que, si has comido algo en particular, a pesar de que resulta obvio que ellos no lo han comido nunca, asegurarán que lo han hecho; y no solo eso, dirán que lo han comido más y que lo que comieron fue mejor que lo que comiste tú. Alardearán incluso sobre cosas que simplemente no sucedieron. ¿Qué propósito tiene su alarde? Es para eclipsarte, competir contigo y hacerte sentir que son mejores que tú, que son iguales que tú en cada detalle. Les impulsa la ambición y el deseo. Por tanto, ¿es la manifestación de humanidad que está impulsada por tal ambición y deseo meramente ruindad o acaso es malvada humanidad? (Es malvada humanidad). ¿Hay un carácter corrupto implicado aquí? (Sí). Estar impulsado por la ambición y el deseo; este es un carácter corrupto. ¿Qué clase de carácter corrupto? (Arrogancia y crueldad). Exacto. Hay dos tipos de carácter corrupto: arrogancia y crueldad. Asimismo, también hay un poco de perversidad. Es decir, digas lo que digas, siempre lo meditan en su fuero interno, siempre intentan sacar algo de ello y siempre lo abordan con pensamientos perversos e ideas extremas. Por ejemplo, si dices: “El coche de mi familia es un Toyota; es un coche japonés”, dicen: “Los coches japoneses no son buenos. Los alemanes son mejores. El coche alemán que solía conducir yo no solo daba un excelente rendimiento, sino que además funcionó durante más de diez años sin estropearse; ¡eso es mucho mejor que tu coche!”. Tienen que superarte por completo. Tú dices: “Ni siquiera me gradué de bachillerato”, ellos dicen: “Yo me gradué de bachillerato. Tienes celos de mí, ¿verdad?”. En realidad, ni siquiera se graduaron de secundaria, pero siempre quieren estar por encima de ti. Disfrutan de la sensación de que otros tengan celos de ellos, los tengan en alta estima y los admiren. Mira, su respuesta a la información que reciben de cualquiera siempre es perversa y extrema. Carecen del pensamiento de la humanidad normal. Una persona normal, al oír que otro tiene algo bueno, podría decir: “Es genial que tengas eso. ¿Me podrías hablar sobre sus características y ventajas concretas? Me gustaría aprender más al respecto”. Alguien con humanidad normal respondería de esta manera. Pero las personas a las que les encanta alardear no tienen humanidad normal. Piensan: “¿Por qué deberías tener tú esto y yo no? Aunque yo no lo tengo, ¡sigo necesitando decir que lo tengo y, es más, tengo que decir que el mío es mejor que el tuyo!”. Si les pides que lo saquen y te lo enseñen, dirán: “¡No te dejaré verlo!”, cuando en realidad es que no lo tienen en absoluto. ¿Esto es perverso? (Sí). En otras palabras, cuando algo les sucede o cuando ven o reciben cualquier información, su respuesta siempre es extrema, inconsistente con la humanidad y perversa, de modo que también hay algo de perversidad en su carácter. Dicho de otra manera, cuando conversas o compartes con ellos con normalidad y sientes que no has dicho nada que podría provocar una reacción mental injustificada, su mente ya está llena de multitud de pensamientos. Ya tienen celos de ti, se muestran desafiantes y odiosos contigo, mientras que también quieren reprimirte. Su mente está consumida por estas cosas. ¿No dirías que esto es perverso? (Sí). Las personas perversas no son puras. La mayoría de las expresiones, palabras y acciones que revelan son inconsistentes con la conciencia y razón de la humanidad normal. Es posible que haya algo de agresividad en sus palabras; aparte de contener agresividad, algunas de sus palabras puede que no sean ciertas y algunas pueden ser para jactarse. Esto es porque tienen pensamientos perversos dentro de ellas e, impulsadas por estos pensamientos perversos, las palabras que dicen son todas mentira, todas se originan de Satanás y de los diablos. Tales personas no tienen humanidad; son no humanas. A las personas a las que les gusta alardear y fanfarronear se las puede dividir en dos tipos. Se las debería calificar en función de la esencia de su humanidad. Es decir, uno debe fijarse en si son ruines y en si su humanidad es malvada para juzgar qué problema tienen. Si tienen humanidad malvada y son gravemente ruines, capaces de cometer muchas acciones malvadas, entonces no son buenas personas y se las debería calificar como malvadas. Sin embargo, si meramente participan en un poco de fanfarronería y tienen un poco de ruindad, pero no se atreven a hacer nada malo, todavía tienen algo de conciencia y razón y pueden hacer también algunas cosas buenas, entonces se las puede seguir considerando personas con buena humanidad. Este no es un asunto importante y, si su calibre es bueno, puede que incluso sean elegidas supervisoras o líderes u obreros. Aunque en estos dos tipos de personas todas fanfarronean y les encanta alardear, la cuestión es si su humanidad es buena o malvada. Si son meramente ruines, este es un defecto de su humanidad y no implica una actitud corrupta. Sin embargo, si su alarde lleva detrás una intención y una ambición, entonces indica humanidad malvada e implica un carácter corrupto. En cuanto a su humanidad, es malvada; las actitudes corruptas que implica esto son arrogancia, perversidad o crueldad. Implica tanto una mala calidad humana como actitudes corruptas, ¿verdad? (Sí).

Debatamos sobre otra manifestación: el descuido. ¿En qué aspecto se encuadra ser descuidado en todo lo que hace uno? (Un defecto de la propia humanidad). Tales personas lo contemplan todo de una manera aproximada y general, incapaces de captar los puntos clave. Todo lo que hacen es chapucero. No pueden hacer trabajo meticuloso, como el basado en textos o gestión de documentos. Tampoco pueden lidiar con tareas que requieran precisión. Al hacer ropa, a veces cosen piernas de pantalón donde debería ir una manga, a veces hacen mangas largas en vez de cortas o una cintura de 26 pulgadas que debería ser de 24. Hacen la ropa demasiado grande o demasiado pequeña. Da igual lo que hagan, siempre son descuidadas, imprudentes y tan torpes que no pueden hacer nada bien. ¿Hasta qué punto pueden ser descuidadas? Cuando salen a ocuparse de algo, puede que incluso olviden lo que deben llevar. Por ejemplo, cuando se reúnen con un abogado para una demanda, olvidan llevar su identificación, además de la prueba que pidió el abogado. Se dejan muchas cosas. A veces, ni siquiera saben dónde han colocado sus pertenencias importantes y no se esfuerzan por recordarlo. El resultado es que a menudo pierden y olvidan cosas y tanto lo que hacen como su vida diaria es un completo embrollo. Tales personas nunca son sinceras en cómo tratan su trabajo o su deber. Hagan lo que hagan, siempre es superficial y chapucero; solo obtienen una impresión aproximada de los asuntos que observan, solo obtienen un entendimiento aproximado de las palabras que oyen, lo único que dicen son cosas de manera aproximada y general, así como solo retienen un esquema aproximado de las cosas en su memoria. Como resultado, son incapaces de lidiar con ningún trabajo importante o confidencial; no son aptas para tales tareas. Si su descuido solo afecta a su vida personal o a su higiene, sin afectar a otras personas ni a cualquier asunto importante, entonces es un mero defecto de su humanidad; cada vez que surgen problemas, solo pueden responsabilizarse y eso es todo. Sin embargo, si implica deber, trabajo importante, el porvenir y las expectativas de alguien, si alguien se queda o se va y demás, entonces tales personas no son aptas para manejar estos asuntos porque son demasiado descuidadas. Por un lado, no son meticulosas respecto a estos asuntos; Solo echan un vistazo aproximado, son demasiado holgazanas para usar el cerebro o dedicar sus pensamientos y su energía a lidiar con ellos. Por otro lado, su estilo y enfoque al hacer las cosas es superficial y chapucero de manera consistente y a menudo pierden y olvidan cosas. Si esto solo involucra a su vida personal, no es un problema enorme. Sin embargo, si implica trabajo importante o asuntos confidenciales, puede estropear las cosas o incluso causar un desastre importante. Por ejemplo, alguien necesita con urgencia ir a París, pero debido a su descuido, en su lugar compra un billete a Roma. Incluso se siente bastante complacido, dice: “¡El billete que he comprado hoy era muy barato!”. Otros lo miran y dicen: “Por supuesto que es barato; se supone que tenías que ir a París, ¿por qué has comprado un billete a Roma?”. ¡Esto es ser demasiado descuidado! Tales personas lo contemplan todo con una postura desdeñosa y superficial. Solo echan un simple vistazo a algo para obtener una idea aproximada sobre ello y con eso basta. Esta es precisamente la clase de postura irresponsable que tienen. Por supuesto, esta postura también se califica como no querer dedicar su corazón a nada y como holgazanería; son demasiado holgazanes para dedicar su corazón a algo, para usar su cerebro o para aplicar pensamientos cuando lidian con cualquier asunto. Las personas descuidadas como esta no son apropiadas para el trabajo importante, en especial para las tareas que implican trabajo relacionado con textos, gestión de documentos o trabajo que implique habilidades confidenciales. Entonces, si tales personas se convierten en líderes, ¿pueden estar a la altura de la tarea? (No. Su trabajo nunca se hace de manera adecuada; siempre se hace de manera aproximada, a grandes rasgos, y siempre se deja incompleto. No pueden hacer trabajo real). Tales personas carecen de detalle en su trabajo; siempre son descuidadas y chapuceras, se ocupan de las cosas de una manera superficial, negligente. Sus palabras también son siempre vagas y tienden a usar términos como “aproximadamente”, “tal vez”, “probablemente” o “posiblemente”. Tales personas no pueden conseguir nada. Muchos puntos del trabajo en la casa de Dios, como el trabajo administrativo, el trabajo de personal, el trabajo relacionado con la vida de iglesia y el trabajo evangélico, implican detalles específicos. Al afrontar trabajo detallado, a tales personas descuidadas les da dolor de cabeza y se sienten confundidas y sofocadas; no están dispuestas a dedicarse a un trabajo tan detallado. Tienen esta actitud holgazana, así que, en lo que se refiere a hacer trabajo, siempre piensan: “Está bien hacer un trabajo aproximado; después de todo, esto se acerca lo suficiente a lo que dicen los arreglos del trabajo”. Siempre mantienen esta postura de “con que se acerque, ya vale”; ¿se puede hacer bien el trabajo así? (No). Cuando evalúan a las personas, también lo hacen de manera aproximada, evalúan a los líderes y obreros de ese modo y también a los supervisores de cada equipo. Cuando alguien pregunta: “¿Cuánto hace que cree en Dios ese supervisor?”, responden: “Parece que hace más de tres años”. Pero una persona que ha creído en Dios durante tres años podría no haber establecido una base aún; ¿puede tal persona ser fiable como supervisora? La gente descuidada simplemente no puede desentrañar esto. Por eso su discurso siempre está salpicado de términos como “aproximadamente”, “probablemente”, “tal vez”, “posiblemente” y “parece que”; en definitiva, nunca usan las palabras precisas. Cuando alguien pregunta: “¿Ha servido él alguna vez como líder mientras creía en Dios?”, responden: “Parece que no, porque no se lo he oído mencionar”. Mira, nunca tratan nada con rigor. Si los presionas para que den detalles, simplemente confían en sus sentimientos e impresiones. No dirán: “Iré a preguntar sobre ello de inmediato para confirmarlo”. Simplemente no lo tratan con rigor. Consideran que todo está bien mientras esté “aproximadamente bien” o “se acerque bastante”. Hay quien dice: “¿Por qué tiene que vivir uno de manera tan meticulosa?”. Si bien esto es cierto en un sentido —en cuanto a los asuntos relacionados con la vida carnal, puedes ser un poco aproximado—, en lo que respecta al trabajo de la iglesia, no puedes ser aproximado. Ser aproximado en el trabajo impacta en su resultado. Los buenos resultados en cualquier punto del trabajo solo se logran debido a la planificación, los arreglos, el seguimiento, la supervisión y la incitación específicos. Si las tareas se llevan a cabo de una manera aproximada, superficial, ningún trabajo puede dar nunca resultados. Por tanto, el descuido es un defecto de la humanidad de uno y tales personas descuidadas no son acordes al trabajo importante; en particular, no cumplen con el trabajo de los líderes y obreros: sea cual sea el asunto, lo único que oyen tales personas es un esquema aproximado y luego asumen que lo entienden. Por ejemplo, en el trabajo de fundar iglesias, el de cómo fundar una, cuántas personas hacen falta para fundar una iglesia, cuántas iglesias forman un distrito, cuántos distritos forman una región; los arreglos del trabajo de la casa de Dios tienen reglas específicas para todo esto, también con reglas específicas adicionales para circunstancias especiales. Sin embargo, las personas descuidadas no buscan ni intentan conocer estas reglas, pese a ello todavía aseguran que saben cómo proceder. Cuando se les pide que den detalles, responden: “Solo es fundar iglesias. Una vez que haya cierto número de personas, fundas una”. Pero cuando se les pregunta: “¿Cómo en concreto se debería fundar?”, no lo saben y no pueden aportar detalles. Si es alguien nuevo en el puesto de líder y aún no sabe cómo se funda una iglesia, sería entendible. El problema es que no sabe, pero además no es riguroso al respecto y no estudia ni tampoco busca. ¿Pueden tales personas hacer bien el trabajo de iglesia? (No). Para tales personas, solo tenemos una palabra: “¡Apártate!”. No están a la altura del trabajo de liderazgo. Ningún trabajo es más complejo que el que implica a las personas. Si careces de un corazón cauto y responsable y tu trabajo es aproximado y no se hace con meticulosidad, entonces da igual lo bueno que sea tu calibre, seguirás sin estar a la altura de ese puesto. Ser demasiado descuidado, hacerlo todo aproximadamente, enfocarse solo en las líneas generales, en actuar por inercia, sin centrarse en los detalles ni saber cómo tratar las cosas con rigor; todo esto significa que no estás en absoluto a la altura del trabajo de los líderes y obreros. ¿Entendido? (Sí).

El descuido es un defecto de humanidad. Entonces, ser meticuloso y riguroso al hacer las cosas, así como ser capaz de captar el meollo, los puntos clave, ser capaz de identificar dónde radican los problemas y desentrañar la esencia de estos; ¿es este un mérito de humanidad? (Sí). La postura de las personas meticulosas al hacer las cosas es bastante adecuada; son bastante meticulosas y serias al hacer las cosas; son capaces de calmarse y de no precipitarse; este es un mérito de humanidad. Aunque una persona que posea este mérito de humanidad pueda emprender trabajo a tiempo completo, si es demasiado lenta al hacer las cosas y la eficiencia de su trabajo no es alta, entonces los resultados no serán muy buenos. ¿Qué implica esto? Implica calibre, una de las condiciones innatas. ¿Crees que alguien que es meticuloso puede hacer necesariamente buen trabajo? Esta opinión es incorrecta. Algunas personas son demasiado meticulosas al hacer las cosas, hasta el punto de ser un poco neuróticas. Por ejemplo, al lavar las verduras, lavan la parte delantera de las hojas y luego el dorso, retiran todas las hojas amarillas y cortan cada mordedura de insecto, con lo que se aseguran de dejarlas completamente limpias. Ser muy meticuloso al hacer las cosas es un mérito de humanidad, pero si uno es excesivamente meticuloso, hasta el punto de no tener principios y hacer cosas demasiado triviales, entonces esto se vuelve innecesario e ineficiente. Esto indica escaso calibre, ser incapaz de conseguir las cosas y no ser competente para asumir trabajo. Algunas personas que son meticulosas al hacer las cosas captan los principios, captan el meollo, los puntos clave, actúan con presteza y agilidad, juzgan con rapidez y son capaces de resolver enseguida los problemas; esto es tener buen calibre. Ser meticulosas al hacer las cosas no equivale a ser eficientes ni a lograr buenos resultados al hacerlas. Solo significa que son capaces de mantenerse enfocadas con paciencia, de estar calmadas, de no precipitarse y no ser ostentosas ni imprudentes. Como mucho, esto solo es un mérito de humanidad y no alcanza a ser buen calibre. Algunas personas son bastante meticulosas al hacer las cosas, parecen bastante concienzudas, no se precipitan ni se ponen nerviosas y son bastante calmadas. Sin embargo, no son eficientes al ocuparse de los asuntos, no pueden priorizar las cosas según su importancia y urgencia. Se aferran a una tarea insignificante y trabajan en ella sin cesar, hacen que los demás se sientan ansiosos y exasperados, que quieran desesperadamente darles una buena patada. Trabajan demasiado despacio, sin ninguna eficiencia en absoluto; ¡simplemente son unos inútiles! Una persona con capacidad de supervivencia normal trabaja diez o veinte veces más rápido que ellas. Hacen las cosas demasiado despacio y, por mucho que hagan, no dan con un buen método, no pueden encontrar principios, no tienen madera para ello y carecen de eficiencia. Una tarea que debería llevarles una hora puede llevarles un día entero, una tarea que debería llevarles un día puede llevarles cinco y una que debería llevarles cinco días a ellas puede llevarles diez, lo que te hace sentir tanto enfadado como exasperado al observarlas. Algunas mujeres se ocupan muy despacio de los asuntos. Aunque saben muy bien que hace falta que salgan a ocuparse de algo con prontitud, insisten en lavarse el pelo. No dan con un método para lavárselo. En lugar de lavárselo todo de una vez, se lo lavan mechón por mechón y a la media hora no han terminado aún. ¿Acaso no están locas? Por estar lavándose el pelo, acaban demorando asuntos importantes. Mientras más urgentes sean las cuestiones, menos urgencia sienten e incluso se centran en lidiar con esos asuntos insignificantes, demorando los importantes sin sentirse ansiosas ni agobiadas. Si les metes prisa, ponen incluso un montón de excusas: “¿Cómo voy a dejar sin hacer estas cosas importantes?”. Cuando ves a tales personas, ¿qué piensas para tus adentros? Te dan muchas ganas de darles una patada. ¿Acaso esas personas no merecen que las pateen? (Sí). En cuanto a las personas así, aunque haya trabajo que hacer, no hay necesidad de obligarles a hacerlo. ¡Trabajan demasiado despacio y son demasiado ineptas! Cuando veis a tales personas que hacen las cosas a paso de tortuga, ¿os sentís ansiosos? (Sí). Dicen: “¡Soy meticuloso en mi trabajo!”. Yo digo: “¿De qué sirve tu meticulosidad? Otros no son mucho menos meticulosos que tú, pero hacen más trabajo que tú y lo hacen mejor. ¿Puede tu meticulosidad lograr resultados? Esta es la clave. Si eres meticuloso al hacer las cosas y además logras eficiencia y buenos resultados, entonces esta meticulosidad tiene valor. Pero si solo eres meticuloso al hacer las cosas y al final no logras resultados ni eficiencia, ¿eso es útil? ¡Es inútil!”. Algunas personas son sumamente meticulosas haciendo ropa, pero nunca aciertan con las tallas. No pueden juzgar con precisión si la ropa le quedará bien a aquel que se supone va a ponérsela, no pueden distinguir si las mangas son demasiado largas o demasiado cortas o si la prenda es demasiado apretada o demasiado suelta, no conocen la anchura estándar del puño y no saben si el cuello es adecuado. Desde luego, la ropa que hacen tales personas no será acorde al estándar. Si uno es meticuloso y tiene principios, esto es ciertamente un mérito de humanidad. Pero si uno es meramente meticuloso y no tiene principios, es incapaz de captar los puntos clave y siempre monta alboroto respecto a asuntos triviales y los rumia sin sentido, eso es molesto. La mayoría de las personas considera generalmente la palabra “meticuloso” como un término positivo, pero no todos los ejemplos de meticulosidad son méritos. Depende de la situación. Algunas personas son meticulosas a ciegas, sin principios. Esto no es meticulosidad, sino ser neurótico e incapaz de captar los puntos clave; indica un escaso calibre y supone no ser capaz de encontrarle el truco a hacer las cosas y ser incapaz de captar los principios. Por tanto, en Mi opinión, aunque la meticulosidad como manifestación o manera de hacer las cosas es un mérito de humanidad, también necesitas fijarte en el calibre de la persona. Si el calibre no se tiene en cuenta, entonces, sin embargo, tener una postura meticulosa al hacer las cosas es bueno. Si alguien tiene bastante calibre y eficiencia al hacer las cosas y puede atenerse a los principios y además es meticuloso, esta meticulosidad es realmente la guinda del pastel y es auténticamente un mérito de humanidad.

Hablemos sobre otra manifestación: la pasión por presumir. ¿En qué se encuadra este tipo de asunto? (En las actitudes corruptas). Por ejemplo, algunas personas teclean muy rápido. Para dejar que otros sepan que tienen esta fortaleza, pulsan intencionadamente las teclas con mucha fuerza, como diciendo: “¡Solo hace falta que escuches el ritmo al que tecleo para saber lo rápido que lo hago!”. Hay quienes son graduados universitarios, así que suelen decir cosas como “cuando iba a la universidad”, “nuestros profesores universitarios”, “nuestro campus universitario” y demás. ¿Qué clase de manifestación es esta? (Presumir). A esto se le llama presumir. Algunas personas compran un coche nuevo y les da miedo que otros no sepan que es de una famosa marca de lujo. Después de salir del coche, en lugar de irse, se ponen a buscar huellas dactilares en las ventanas y después a comprobar si hay arañazos en la pintura. ¿Por qué no se alejan del coche? Es solo para dejar que otros sepan que el coche es suyo. ¿Qué clase de manifestación es esta? (Presumir). Hay quienes tienen un teléfono de alta gama. Para que otros lo vean, fingen estar en una llamada incluso cuando el teléfono está sin batería. ¿Cómo se le llama a esto? (Presumir). ¿Por qué presumen? ¿Se trata de vanidad? Hay quienes llevan un abrigo de visón y no se lo quitan ni siquiera después de entrar en una habitación calurosa. Cuando alguien les pregunta: “¿No tienes calor?”, responden: “No, llevo un visón; ¡es muy abrigado!”. ¡Asumen que los demás no saben nada al respecto! Al quitárselo, se aseguran de lucir la etiqueta, la pasean entre la gente: “No solo es un abrigo de visón, sino que también es de tal o cual, una marca de diseño de lujo. ¡Ni siquiera la conoces!”. Si otros no lo conocen, ¿para qué presumes siquiera? ¿No es eso presumir para nada? Algunas personas incluso se presentan ante Mí y dicen: “¿Llevas una chaqueta de plumón? ¡Deberías llevar un abrigo de visón, es muy abrigado!”. Yo digo: “¡Es abrigado, pero pesa mucho!”. Llevan un abrigo de visón e incluso se exhiben delante de Mí. Dime, ¿acaso esas personas a las que les encanta presumir no son superficiales? En cuanto a su humanidad, tienen dos problemas. Uno es que son particularmente superficiales. En lo que respecta a las posesiones externas y a las cosas materiales como los alimentos que comen, la ropa que llevan y los artículos que usan, quieren presumir de todo ello. No pueden reprimir el deseo de alardear y siempre quieren exhibir estas cosas con otros, hacer saber a los demás qué ropa llevan y que las cosas que usan son todas de alta gama y excepcionales. ¿Qué importa que otros lo sepan? Aunque otros las vean y no tengan una opinión muy elevada de ellas, siguen presumiendo. ¿No es esto superficial? (Sí). Son superficiales e infantiles; este es el otro problema con las personas a las que les encanta presumir. Dime, ¿qué pueden ganar de presumir así? ¿Es solo para hacer sentir su presencia? ¿Es necesario? ¿Acaso no es superfluo? (Sí). En los años 80 y 90, si se gastaba de manera desigual la suela de los zapatos de piel de alguien, se les ponían tapas de hierro, las cuales hacían mucho ruido al caminar. Algunas personas sentían la necesidad de clavarle tapas de hierro a sus zapatos de piel nuevos antes incluso de ponérselos, simplemente para que otros supieran que poseían un par de zapatos de piel. Esto les daba confianza y les provocaba una sensación de disfrute. Creían que: “Tener la atención de otros es bueno. Eso prueba que tengo encanto y que se valida mi existencia. Así que tengo que compartir mis virtudes, mis puntos fuertes y las cosas buenas que poseo con todo el mundo”. ¿De veras es esto compartir? A esto se le llama jactarse. ¿Acaso no hay mucha gente en este mundo a la que le encanta jactarse? (Sí). Todo el mundo piensa que esto es bastante normal, ¿verdad? Nadie desdeña a tales personas ni les echa miradas extrañas, porque el mundo está lleno de tales personas que están obsesionadas con toda clase de placeres materiales y monetarios, así como con los placeres del estatus. Por tanto, este mundo glorifica estas cosas. En la casa de Dios, tales personas hacen sentir a otras repugnancia y desdén. ¿Por qué? A aquellos que creen en Dios, desde el principio en el que sientan una base, hasta poco a poco entender la verdad y el valor y el significado de ser humanos, empiezan a importarles menos los placeres materiales y algunas de las cosas superficiales del mundo. Decrece su impulso interior de buscar las posesiones externas, cambian los objetivos y la dirección de su búsqueda y las necesidades de su mundo interior se vuelven diferentes. Desarrollan una perspectiva diferente sobre las necesidades materiales, sienten que tales cosas son todas vacías y no pueden satisfacer las necesidades de su corazón. Por tanto, su tendencia a presumir y jactarse de toda clase de cosas disminuye. ¿Cuáles son algunas de esas cosas de las que, como mucho, los creyentes podrían presumir o jactarse? Podrían jactarse de cosas como sus habilidades o fortalezas. Por ejemplo, aquellos a los que les encanta cantar siempre quieren que otros oigan su voz. Dicen: “¡Escuchad lo bien que suena mi voz!”. Temen que otros no sepan que cantan bien y quieren constantemente presumir respecto a esto. En resumen, la pasión por presumir es un defecto de humanidad. Es una manifestación de inmadurez, infantilidad y superficialidad en la humanidad. Cuando las personas solo entienden algunas palabras y doctrinas y realmente no han obtenido la verdad ni han entrado en la realidad-verdad, es muy probable que exhiban el defecto de que les encanta presumir y este defecto de humanidad no es fácil de vencer. Esto es porque, antes de que las personas hayan obtenido la verdad, las cosas de las que pueden presumir y jactarse son su capital y su seguridad en sí mismas para vivir. Tienes confianza en tu conducta propia y tu motivación al hacer todas las cosas porque, para vivir, confías en cosas como la apariencia, el comportamiento, las fortalezas, el nivel de educación, las cualificaciones o las habilidades profesionales. Por tanto, la mayoría de las personas, en diverso grado, exhiben el defecto de que les encanta alardear, un defecto que no es fácil de vencer y ante el que no es fácil rebelarse. Cuando las personas entienden la verdad y entran en la realidad-verdad, tienen cierta estatura y les preocupan menos las cosas sin relación con la verdad, con el tiempo ven que no hay necesidad de presumir o jactarse y que estas cosas no representan que una persona tenga humanidad ni tenga estatura; y por supuesto, incluso más si cabe, que no representan que una persona se haya salvado o sea capaz de someterse a la verdad y a Dios. Por tanto, en cuanto a algunas personas a las que solía encantarles presumir, a medida que entienden la verdad y entran en la realidad-verdad, este deseo se desvanece poco a poco y este defecto de humanidad se vence inconscientemente y desaparece. Por ejemplo, fíjate en alguien que lleva una camiseta ligeramente cara. Cuando se ensucia un poco por accidente, le entra mucha ansiedad. Otro le dice: “¿Por qué te provoca tal ansiedad? ¿Acaso no se soluciona con solo lavarla?”. Responde: “¿Sabes que esta camiseta cuesta 200 yuanes?”. Insiste en mencionar el precio para que los demás lo sepan; solo entonces se siente satisfecho. Si esa persona entiende la verdad, puede abordar tales asuntos correctamente cuando se los vuelve a encontrar. No mencionará el precio y, llegado este punto, su vanidad se frenará en cierta medida. ¿Acaso no muestra esto que su humanidad se ha vuelto madura en comparación y ya no es superficial ni infantil? (Sí). Vencerá así su pasión por presumir, este defecto de su humanidad.

La siguiente manifestación es desdeñar al pobre y favorecer al rico. Algunas personas, cuando ven a alguien que es rico, buscan de inmediato ganarse su favor, dicen cosas como: “Tienes una piel genial. Tienes buen aspecto. Eres muy noble, ¡hasta un escupitajo tuyo vale más que nosotros, la gente pobre!”. Al hablar con personas ricas y con aquellos con posición y estatus, son especialmente gentiles. Pero cuando ven a un agricultor, siempre quieren reírse de él y, directa o indirectamente, lo menosprecian con sus palabras. Adoptan posturas completamente diferentes hacia los pobres y hacia los ricos. Están dispuestos a servir las necesidades del rico, hasta el punto de convertirse voluntariamente en sus esclavos. Pero con los pobres, es una historia diferente; cuando el pobre afronta dificultades y pide ayuda, lo ignoran. Su tratamiento de las personas de baja posición y bajo estatus social es totalmente diferente a su tratamiento de aquellos con alto estatus social. Esto es desdeñar al pobre y favorecer al rico. ¿Qué clase de problema es este? (Un defecto de humanidad). ¿Es un defecto de humanidad? ¿Qué clase de problema en la humanidad es este? (Tener una calidad humana baja). Es un problema de calidad humana dentro de la humanidad; tener una calidad humana baja. Cuando ven a personas ricas, se vuelven unos subordinados sumisos, se comportan de una manera demasiado servil. Cuando ven a personas pobres, quieren actuar como si fueran el amo. ¿Qué clase de criaturas son? ¡Tratar a las personas de esta manera demuestra que no tienen principios! Las personas pobres solo andan un poco cortas de dinero y tienen unas condiciones de vida ligeramente peores; ¿a ti en qué te han ofendido? ¿Los pobres tienen necesariamente mala humanidad? ¿Acaso tienen los ricos necesariamente buena humanidad? ¿Las personas que desdeñan y favorecen a los ricos valoran a los demás y opinan sobre ellos según los principios-verdad? Está claro que no. Creen que cualquiera que tenga dinero es noble y genial y cualquiera que sea pobre es miserable e inferior. Su estándar para medir a las personas es el dinero. ¿Son buenas tales personas? ¿Cómo es su humanidad? (Su humanidad es mala). Cuando ven a una persona rica, se les dibuja una sonrisa aduladora; cuando ven a una pobre, su rostro se oscurece de inmediato; ¡les cambia muy rápido la cara! Incluso están dispuestas a cargar con un orinal de una persona rica, pero no a darles siquiera un vaso de agua a una pobre. ¿Qué clase de criaturas son? ¿Acaso su calidad humana no es inferior? (Sí). ¿Es bueno que tales personas sean líderes? (No). ¿Por qué no? ¿De qué maneras no son aptas para el papel de líderes? (No tienen principios a la hora de tratar a las personas y su selección y uso de las personas no se basa en los principios-verdad, sino más bien en si alguien tiene estatus social y dinero. Si se convierten en líderes, ascenderán a aquellos con estatus y dinero. Si estas personas que ascienden son malvadas, entonces las que tengan el poder en la iglesia serán personas malvadas y eso será un desastre). Tales personas no son aptas para ser líderes. Por un lado, son de calidad humana inferior y no tienen estándar de conciencia en lo que hacen. Por otro, si se las hiciera líderes, convertirían la iglesia en algo parecido a la sociedad; la iglesia que lideran se convertiría en un grupo social. Ascenderían a aquellos que son ricos e influyentes, a los que tienen una posición, estatus y conexiones y prosperan en la sociedad, con lo que los convertirían en líderes de equipo y supervisores, mientras pisotearían a los agricultores, a los pobres, así como a aquellos que tienen una educación escasa y no se les da bien decir palabras que suenan agradables, pues, aunque tengan buena humanidad, tengan calibre y persigan la verdad, son de un estatus social bajo. ¿Acaso esto no haría que la iglesia fuera justamente igual que la sociedad? ¿Qué diferencia habría? En la sociedad, ¿no son aquellos que son ricos y tienen estatus los que tienen el poder? ¿Acaso no son aquellos con posición, conexiones, poder e influencia los que tienen estatus y son el centro de atención a todos los niveles, en todos los campos y en todos los grupos de la sociedad? Si la casa de Dios fuera como la sociedad, ¿sería todavía la casa de Dios? Ya no sería la casa de Dios y no se la podría llamar una iglesia; sería un grupo social. La consecuencia de que las personas que desdeñan al pobre y favorecen al rico se conviertan en líderes es exactamente esta. Tales personas se convierten en lacayos de cualquiera con estatus. Dime, ¿las que actúan como lacayos tienen algún principio? ¿Tienen límites en su conducta propia? (No). Tales personas no tienen principios ni límites en su conducta propia. Cuando se enfrentan a un entorno peligroso, podrían convertirse en Judas. Si su país fuera a caer, se convertirían en traidores. Si llegaran a ser líderes del gobierno, se convertirían en traidores nacionales. ¡Esta es exactamente la clase de criaturas que son! Por tanto, no son aptas para ser líderes. Esto es porque no harían trabajo real y harían daño a los hermanos y hermanas, con lo que pisotearían a todos aquellos que persiguen de veras la verdad y tienen humanidad, al tiempo que ascienden a aquellos con humanidad malvada, que tienen estatus y son prominentes e influyentes en la sociedad; esto se opone por completo a los principios de la casa de Dios para ascender a las personas. Si tales personas reinaran y tuvieran el poder en la casa de Dios, ¿podría el trabajo de la iglesia avanzar de manera fluida y sin obstáculos? (No). El trabajo de la iglesia y del pueblo escogido de Dios se arruinaría en manos de estas personas. Estas se confabularían entre sí, se usarían y se apoyarían mutuamente. Los hermanos y hermanas que persiguen la verdad serían marginados y excluidos; puede que incluso los asignaran a los grupos B o los echaran, sin dejarles una salida. ¿Acaso no podría ser este el caso? (Sí). ¿Cómo es la relación entre estas personas? Cuando se reúnen, se llaman colega el uno al otro, se rodean con los brazos y se jactan de sus gloriosas historias en la sociedad, hablan sobre lo que pueden hacer el uno por el otro y luego preguntan lo que el otro puede hacer por ellos, de modo que se usan mutuamente. ¿Cómo de diferentes son estas personas a las de la sociedad? Cuando están juntas, no comen ni beben la palabra de Dios, no comparten sobre la verdad, no comparten su entendimiento vivencial personal, no hablan sobre conocerse a sí mismas y no diseccionan sus actitudes corruptas. En su lugar, solo hablan sobre el éxito que han tenido en la sociedad, las cosas que han hecho que las colocan en el centro de atención, sus historias gloriosas, con qué funcionarios han tomado vino y han cenado, el favor de qué funcionarios han tratado de ganarse; de lo único que hablan es de estas cosas. ¿Son estas personas creyentes en Dios? Compiten las unas con las otras por estatus, trasfondo, capacidades y medios, mientras también confabulan entre sí y se usan; así son sus relaciones. Si eres una persona corriente o un agricultor que no puede hacer nada por ellos, te ven como inservible, alguien totalmente indigno de su atención, y te dan de lado. ¿De qué hablan cuando están juntas? Discuten que marca de ropa acaba de sacar una nueva prenda, qué coche nuevo se ha lanzado, quién ha comprado un diamante de varios quilates, de quién es la propiedad que se ha subastado, qué acciones han bajado o subido, qué compañía ha salido al mercado, quién se ha congraciado con los funcionarios del gobierno, quién se ha confabulado con qué bando, quién dio cuántos regalos y gastó tanto dinero para que se hiciera algo; todas estas cosas. Dime, ¿no es esto asqueroso? Si siempre hablan sobre estas cosas en la iglesia, ¿acaso no arruinarán la vida de iglesia y el trabajo de la iglesia? Dime, ¿se puede elegir líderes a esas personas? (No). Son oportunistas. Una vez que descubrís a tales personas en la iglesia, deberíais dejarlas en evidencia y depurarlas; la casa de Dios no retiene a tales personas. Los oportunistas en la casa de Dios solo están allí para salir del paso y manipular para conseguir bendiciones. No aceptan la verdad en absoluto ni aceptan ninguna cosa positiva. Además, estas personas hacen su deber sin ninguna sinceridad; no quieren entregarse en absoluto y solo quieren obtener beneficios. Si no hay beneficios, no harán nada. Mientras que los hermanos y hermanas están centrados en hacer sus deberes y trabajar con diligencia, ellas dejan de lado sus deberes y se ocupan de asuntos personales, incluso disfrutan de comer, beber y divertirse. También entran a menudo en internet y gastan mucho tiempo investigando las cosas que más les gustan o más quieren, como la moda, la belleza, los peinados y los productos de salud de alta gama. Vayan donde vayan, se pavonean y engañan a otros; buscan a personas de su clase y se llevan bien de inmediato con aquellos similares a ellas que se encuentran. No pueden llevarse bien con los auténticos hermanos y hermanas y en la iglesia son unos inadaptados y no humanos. Cuando veáis a tales personas, debéis apartaros de ellas. Además, si la mayoría de las personas o vuestros líderes no tienen discernimiento y todavía las consideran como hermanos y hermanas que creen realmente, debéis dar un paso al frente y dejarlas en evidencia y depurarlas. ¿Lo entendéis ahora? ¿Por qué se debe depurar a tales personas? (Porque tales personas causan fácilmente perturbaciones en la iglesia, traen una atmósfera negativa y pueden influir en otros al hacer su deber y perseguir la verdad). Exacto, quebrantan la atmósfera de la iglesia. Ellas mismas no persiguen la verdad y además influyen en otros, los frenan. Para hacer un trabajo de un dólar, exigen diez dólares de salario. Usar a tales personas ni siquiera merece tanto la pena como criar a un perro. ¡Al menos un perro puede vigilar la casa y es leal a su dueño! No hace maniobras oscuras entre bambalinas y no tienes que preocuparte de que luego cause problemas. ¿Cuáles serían las consecuencias si la iglesia permitiera que hubiera personas que desdeñan al pobre y favorecen al rico? ¿Podrían ayudar al pueblo escogido de Dios? ¿Podrían ser beneficiosas para otros? (No). Una vez que se las revela y otros las desentrañan, se las debería depurar. Si se les permite quedarse, solo trastornarán y perturbarán, solo crearán problemas y solo traerán calamidad a la iglesia. Si esperas a que causen un enorme desastre y te limitas a limpiar luego el desaguisado, eso sería muy problemático. No queremos problemas; preferiríamos ahorrarnos la preocupación. Hay tareas y deberes de sobra que se deberían hacer; no os busquéis estos problemas.

Hay otro tipo de personas: aquellas a las que les gusta buscar ganarse el favor de los que tienen poder. ¿Son las personas que buscan ganarse el favor de aquellos que tienen poder buenas o malas? (Son malas). ¿De qué forma son malas? Esta clase de persona es profundamente pedante. Cuando ven a alguien con estatus, hacen constantemente todo esfuerzo posible para buscar ganarse su favor; toman la iniciativa de hablar y sincerarse con él, le sirven comida, le lavan la ropa y limpian para él. No hay nada que no estén dispuestas a hacer. Si no tienes estatus, fingen no verte y, si tomas la iniciativa de acercarte a ellas, cuando te ven, su expresión se vuelve agria de inmediato. ¿Son buenas tales personas? ¿En qué aspecto se encuadra este problema? (Esta clase de persona es de calidad humana baja y su humanidad es escasa). Su humanidad es mala y su calidad humana es baja. ¿Hasta qué punto es mala su humanidad? (No tienen integridad ni dignidad). ¿Son buenas personas las que tratan activamente de ganarse el favor de aquellos que tienen poder? (No). Entonces, ¿qué clase de personas son? ¿Cómo es la calidad humana de las personas a las que les gusta buscar ganarse el favor de aquellos que tienen poder? Tienen dos rostros diferentes cuando lidian con la misma persona. No les asusta que los demás las desentrañen e incluso permiten que estos lados suyos se muestren libremente. ¿Tienen estas personas algún sentido de la integridad o de la vergüenza? (No). ¿Pueden estas personas que no tienen sentido de la integridad o de la vergüenza categorizarse como personas malvadas? (Sí). ¿Por qué se las puede categorizar como personas malvadas? Tienen dos rostros diferentes en su trato hacia los demás. Analicemos la raíz de estos dos rostros diferentes. A estas personas les encanta particularmente el estatus y les encantan aquellos que tienen posición y poder. Cuando ven a gente con estatus, son todo sonrisas, son completamente obedientes; los adulan y buscan ganarse su favor sin ningún escrúpulo y los halagan de manera desvergonzada. Con independencia de si su objetivo es congraciarse con esas personas o de si tienen el motivo oculto de querer que las valoren y las asciendan, su postura hacia otros es problemática y vulnera los principios-verdad. Entonces, ¿Por qué tienen esta clase de postura hacia las personas con estatus? (En aras de sus propios intereses). Esto prueba que les encanta particularmente el estatus. Ellas mismas carecen de capacidad y no tienen cualificaciones, condiciones u oportunidades para lograr estatus. Sin embargo, al buscar ganarse el favor de aquellos con estatus y acercarse a ellos, logran satisfacer su deseo de estatus. Por tanto, pueden buscar ganarse el favor de los demás y adularlos sin ningún escrúpulo o vergüenza. Su calidad humana es bastante baja. No les preocupa qué clase de persona es la que tiene estatus ni tampoco disciernen si su humanidad es buena o mala, o si esta persona es malvada. Mientras esta persona tenga estatus o dinero, incluso si es malvada, seguirán buscando ganarse su favor. ¿Acaso no carecen completamente de principios? (Sí). Para ellos, cualquier cosa que las personas con estatus digan que es correcta y buena, sea como sea que hablen, es aceptable. Mientras que alguien tenga estatus, son buenos con esa persona. Carecen completamente de principios y son anormalmente buenos hacia esa persona. No pueden decir que tienen sentido de la integridad o de la vergüenza. No les importa cómo los contemplan o evalúan los demás. Les da igual lo que otros piensen de ellos. Piensan para sí: “Solo me gustan las personas con estatus. Solo quiero ser bueno con ellas. ¿Qué tiene de malo tener estatus? ¡Vosotros los que no tenéis estatus no sois dignos de mi amabilidad!”. La gente como esta no tiene principios ni dignidad. No les importa cómo los ven otros ni cómo los evalúa Dios. Estas personas son de baja calidad humana. Al actuar de esta manera, su conciencia no siente nada y su razón no tiene estándar de juicio. No tienen estándares mínimos y son pusilánimes a la hora de comportarse. Al encontrarse con alguien con estatus, se empequeñecen de inmediato y se humillan y pasan a ser iguales que esclavos, a asumir la posición de un subordinado sumiso. Quienquiera que tenga estatus se convierte en su amo. ¿Tienen tales personas integridad o dignidad? (No). Son incluso capaces de dedicarse a la adulación más repulsiva hacia las personas con estatus y se atreven a hacerlo delante de cualquier número de personas. No les importan las opiniones de otros ni cómo los vean y solo tienen como objetivo satisfacer sus propios deseos. Así es cómo actúan con las personas con estatus. Pero ¿qué sucede cuando una persona con estatus lo pierde? Su cara cambia entonces. ¿Cómo tratan entonces a esa persona? (Empiezan a ignorarla de inmediato). Su rostro se oscurece de inmediato y su postura se vuelve completamente diferente: “¿Has perdido tu estatus y sigues queriendo que sea bueno contigo? ¡Sigue soñando!”. Si una persona que ha perdido estatus les pide un vaso de agua, la ignoran. Si les pide que le echen una mano, la ignoran. Si quiere tener una charla sincera con ellas, dicen: “¿Eres digno? ¿Estás cualificado para hablar conmigo? ¿Quién te crees que eres?”. ¡Qué cruel es su carácter! ¿Es un crimen no tener estatus? ¿Cambia alguien una vez que se le ha apartado de su puesto de funcionario? ¿Acaso no es todavía la misma persona? ¿Por qué ahora no es digna de hablar con tales personas? ¿Por qué no pueden tales personas echarle una mano? Aunque se tratara de un animal en dificultades que necesitara ayuda humana, por sentido de la conciencia, todavía lo deberían ayudar, cuidarlo con gentileza y atenderlo; con mayor razón si se trata de un ser humano, ¿no? Sin embargo, carecen siquiera de un ápice de amabilidad humana. Además de estas manifestaciones, algunas personas van incluso más allá. Piensan para sí: “Antes era bueno contigo porque tenías estatus. Ahora que has perdido tu estatus, ¿sigues esperando que te respete y te permita salvar tu imagen, que evite ponerte en posiciones incómodas durante las conversaciones y obedezca tus órdenes como antes? ¡Ni de broma! ¡Deberías estar agradecido de que no te pisotee!”. Simplemente, ¿qué clase de criaturas son? Cuando alguien está en dificultades, no solo lo ignoran, sino que también lo atacan por la espalda, buscan oportunidades para acosarlo y reprimirlo. ¿Qué clase de personas son? (Son personas malvadas). Su verdadero rostro como personas malvadas aparece de esta manera, ¿verdad? Se comportan como subordinados sumisos con las personas con estatus, con esmerada pulcritud, saludándolos con sonrisas. Se les da genial darles la razón a los demás de forma servil. Si algún funcionario dice que se pueden cultivar patatas en la luna, intervendrán para decir: “¡Las patatas que se cultivan en la luna son realmente deliciosas!”. Pero cuando ese funcionario pierde su estatus, su postura cambia por completo. Diga lo que diga ahora el exfuncionario, no lo escucharán, incluso si es correcto. Aunque este antiguo funcionario tenga auténtico entendimiento, lo ignoran y se niegan a aceptarlo, solo lo encuentran desagradable. En su fuero interno, piensan: “No tienes estatus, así que nada de lo que digas tiene ningún peso. Aunque lo que digas sea correcto, ¿de qué sirve? Aunque tengas la realidad-verdad, sigues sin gustarme. Es solo que disfruto de pisotear a la gente sin estatus; ¡si no la pisoteo, es una oportunidad perdida!”. ¿Qué clase de criaturas son? Si no tienes estatus, les pareces desagradable. Da igual lo bueno que seas con ellas, es inútil. Da igual que las coloques al mismo nivel que tú y que las trates de acuerdo con los principios, eso no puede cambiar su postura hacia ti. ¿Tienen humanidad tales personas? (No). ¿Cuál es la manifestación de su falta de humanidad? ¿Acaso no es la crueldad? (Sí). El carácter de las personas a las que les encanta buscar ganarse el favor de aquellos que tienen poder es sumamente cruel y tales personas me parecen simplemente repugnantes. A ojos de tales personas, cuando tienes estatus, todas tus faltas y defectos son vistos cómo méritos y puntos fuertes. Pero cuando no tienes estatus, todos tus puntos fuertes y méritos se ven como carencias y defectos. Nada de lo que dices tiene ningún peso y todo lo relacionado contigo les parece desagradable. Siempre quieren acosarte, pisotearte y reprimirte. Tienen un carácter cruel, ¿verdad? (Sí). Acosan como les viene en gana a aquellos sin estatus. Sienten que es un pecado no acosar a las personas débiles. Aunque no las provoques, te encontrarán faltas, te acosarán y te pisotearán de manera activa, te mirarán con tremendo desprecio. Es como si no tener estatus fuera un pecado, te volviera indigno de vivir o de estar en su presencia; como si te hubieras causado problemas a ti mismo y merecieras infortunios si no tienes estatus. ¿Qué clase de criaturas son? ¿Se debería permitir a tales personas permanecer en la iglesia? (No). ¿Pueden ser elegidas líderes las personas con un gusto especial por buscar ganarse el favor de aquellos que tienen poder? (No). ¿Por qué no? Así es justamente como se comportan hacia las personas con estatus; si ellas mismas obtuvieran estatus, ¿acaso no se convertirían en autoritarias, se volverían supremas por sí mismas? ¡Eso sería desastroso! Ignorarían los arreglos del trabajo de la casa de Dios, los decretos administrativos de la iglesia y las sugerencias de los hermanos y hermanas, e incluso reprimirían a aquellos sin estatus, dijeran lo que dijeran o hicieran lo que hicieran. Arruinarían a la iglesia. Las personas como esta tienen un deseo sumamente fuerte de poder y, una vez que consiguen lo que quieren, las consecuencias son inimaginables. Las personas que buscan ganarse el favor de aquellos que tienen poder son particularmente crueles y son de una calidad humana especialmente baja. ¿Cuáles son las principales características de su carácter corrupto? (La crueldad). La perversidad, la crueldad y sentir aversión por la verdad. Lo que es especialmente perverso es cómo usan dos caras del todo diferentes para lidiar con la misma persona; cambian sumamente rápido. ¿Acaso no es esto perverso? (Sí). Aunque las personas sin estatus no las provoquen, tomarán la iniciativa de atacarlas, acosarlas y pisotearlas. ¿No es esto cruel? (Sí). Con independencia de si la otra persona tiene estatus o no, no pueden actuar acorde a los principios ni tratarla de manera equitativa. Cuando les dices: “En la casa de Dios, la verdad tiene poder y se trata a las personas con equidad”, ¿lo aceptan? (No). Por un oído les entra y por otro les sale y piensan: “¿Qué equidad? Las personas son simplemente altas o bajas, nobles o miserables. Aquellas con estatus son nobles; ¡aquellas sin estatus son basura inservible!”. Esta es su lógica y principio para contemplar y tratar a las personas. No aceptan los principios-verdad y todavía expresan su retorcido razonamiento. ¿Acaso no sienten aversión por la verdad? (Sí). Abordan el estatus y el poder usando su propia lógica y principios para los asuntos mundanos y sus propias perspectivas respecto a los asuntos mundanos y usan sus propios principios y métodos para los asuntos mundanos a fin de lidiar con estas cuestiones, en lugar de los requerimientos y principios de la casa de Dios relativos a cómo tratar a las personas. ¿Acaso no es esto aceptar la verdad, oponerse abiertamente a ella? En su corazón piensan: “Si tienes estatus, entonces en mi corazón eres el jefe”. Dios y la verdad no tienen lugar en su corazón. ¿Qué clase de carácter es este? Ser tan prepotente y tan neciamente obstinado, ¿acaso no es esto no aceptar la verdad? ¿No es esto tener aversión a la verdad? (Sí). Este es precisamente semejante carácter. Solo en cuanto a su humanidad, tales personas son de baja calidad humana, son sumamente repugnantes y no merece la pena asociarse con ellas. Sin embargo, en términos de su carácter, no es solo cuestión de si merece la pena asociarse con ellas. Estas personas tienen actitudes crueles y perversas; no son objeto de salvación. Todas serán castigadas y morirán; sus obras equivalen a una ofensa capital. Estas personas buscan ciegamente ganarse el favor de aquellos que tienen poder y exhiben el comportamiento servil de los perros falderos, lo cual es repugnante. Tales personas son un peligro en el puesto de líderes de la iglesia. Si elegís a tales personas como líderes de la iglesia, os enfrentaréis a la calamidad. Algunos líderes de distrito, al ser necios e incapaces de desentrañar a las personas, incluso designan a este tipo de persona como candidata para líder de iglesia, lo cual resulta en que se engañe a los hermanos y hermanas en la iglesia. A las personas de este tipo, a las que se le da bien adular a los demás y buscan ganarse el favor de aquellos que tienen poder y que, desde fuera, parecen muy fervientes y obedecen cada palabra de los líderes, es fácil elegirlas candidatas. Esto es porque a algunos líderes y obreros les agradan estos que los adulan y son obsequiosos con ellos; no son capaces de desentrañar las consecuencias que este tipo de personas hipócritas acarrearán a la iglesia una vez que se conviertan en líderes. A menudo, una vez que tales personas son seleccionadas y ganan estatus, sale de inmediato su lado malévolo y empiezan a perturbar a la iglesia. Los líderes que las seleccionaron se arrepienten cuando ven que eligieron a personas malvadas, pero no pueden remediar las consecuencias que sus acciones han traído a la iglesia. Esto es por completo consecuencia de que los líderes y obreros tengan actitudes corruptas y actúen sin principios. Aquellas que reverencian el estatus y el poder no son personas que aman la verdad. Buscan ganarse el favor de cualquiera que tenga estatus y se les dibuja una sonrisa aduladora cada vez que ven a los líderes y obreros. Algunos líderes no pueden soportar esta tentación; se sobreexcitan cuando ven a personas con una sonrisa aduladora y quieren ascenderlas para presumir de su propia capacidad. De hecho, cuando estas personas adulan y sonríen de esa forma, tienen motivaciones siniestras, pero estos líderes piensan que son realmente buenas. Una vez que esas personas se convierten en líderes, no se someten a nadie e ignoran a los propios líderes que las ascendieron. Solo entonces se dan cuenta esos líderes de que estas personas no son buenas y que ascendieron a las equivocadas. En semejante situación, ¿qué se debería hacer? ¿Acaso no se debería remediar esta situación? (Sí). ¿Cómo se debería remediar? (Debería dejarse en evidencia de inmediato a estas personas y luego destituirlas). No pueden hacer trabajo real; no son más que personas atolondradas que solo saben buscar ganarse el favor de aquellos que tienen el poder y adularlos. Los líderes deberían destituirlas de inmediato; lamentan que en ese momento sus ojos y su corazón estuvieran ciegos y fueran incapaces de discernirlas, con lo que eligieron a las personas equivocadas. Ahora todavía hay tiempo de remediar de inmediato la situación. ¿Eres ahora capaz de desentrañar a tales personas que buscan ganarse el favor de aquellos que tienen poder? (Sí). Tales personas no son buenas.

A continuación, hablemos sobre manifestaciones que involucran a las condiciones innatas. Tener una memoria excepcional; ¿en qué aspecto se encuadra esta manifestación? (En las condiciones innatas). Tener una memoria especialmente buena, recordar las cosas con precisión, memorizar artículos, pasajes de las palabras de Dios, himnos o un arreglo del trabajo con especial claridad y precisión, ¿en qué aspecto debería encuadrarse esto? (En el buen calibre, una condición innata). Esta es una condición innata. En cuanto a los aspectos específicos de las condiciones innatas a los que pertenece. Creo que no debería encuadrarse en el calibre. Si es meramente tener buena memoria, ser capaz de recordar cosas, recordar mucho, recordar con precisión y recordar las cosas con firmeza, como máximo, esto se encuadra en la categoría de las fortalezas, talentos y capacidades innatos. En cuanto a si el calibre de alguien es bueno o no, eso depende de cómo sea su capacidad de comprensión. Si alguien tiene una memoria excepcionalmente buena, es capaz de memorizar una estrofa de canción, un pasaje de conocimiento y doctrina o una habilidad profesional especialmente bien, especialmente rápido y con especial firmeza, pero lo que memoriza son meramente algunas cosas prescriptivas e inflexibles que no implican principios-verdad y que no pueden aplicarse o ponerse en marcha en la vida real o el trabajo —si simplemente tienen buena memoria—, entonces, esto es solo una fortaleza y una capacidad dentro de sus condiciones innatas, no llega al nivel de involucrar a su calibre. Como discutimos antes, ¿qué es el calibre? (La eficiencia y eficacia al hacer cosas). Si tienes buena memoria y además buen calibre, ¿qué clase de manifestaciones y características deberías tener? Es que, en cuanto a las cosas que oyes, sobre la base de ser capaz de recordar con precisión, puedes captar los puntos clave, encontrar los principios, encontrar una senda de práctica y un plan para la puesta en marcha y luego ser capaz de aplicarlos realmente en la vida y el trabajo reales, hacer las cosas con eficiencia y eficacia. Significa que las palabras de Dios y los principios-verdad que has memorizado no se quedan en el nivel teórico, sino que se ponen en marcha en el cumplimiento de tu deber y se convierten en tu realidad-verdad, produciendo resultados en el trabajo que las personas pueden ver y mejorando la eficiencia del trabajo. Esto no solo es tener buena memoria, sino también tener buen calibre. No es que tener buena memoria equivalga a tener buen calibre. En su lugar, tener capacidad de comprensión, ser capaz de buscar la verdad y encontrar los principios de practicar la verdad cuando te sobrevienen las cosas, así como poner en marcha el trabajo sin desviación y hacerlo con precisión, rapidez y eficacia; solo esto es tener buen calibre. El buen calibre no consiste en entender algunas doctrinas y luego ser capaz de escupir muchas de ellas. En cambio, consiste en entender y captar algunos principios-verdad y luego ser capaz de aplicarlos con flexibilidad en tu trabajo y tu deber, de modo que formen parte de tu vida real, así como transformarlos de teoría a realidad, lo que permite que los principios-verdad tengan un efecto en las personas y logren resultados en ellas, con lo que obtendrán beneficios y ventajas. Esto es lo que significa tener calibre. Si te quedas estancado en el nivel de entender palabras y doctrinas y no puedes poner en marcha el trabajo ni puedes encontrar los principios ni los medios; es decir, si este aspecto del principio-verdad siempre permanece para ti únicamente como una teoría y no tienes ninguna forma, método ni senda para convertirlo en realidad; esto es lo que significa no tener calibre o tener escaso calibre. Da igual lo buena que sea tu memoria, aunque sobrepase a la de la gente corriente hasta el punto de ser casi una capacidad extraordinaria, eso no significa que tengas buen calibre. ¿A qué se refiere el buen calibre? ¿Cómo se mide el calibre? (Se juzga según si una persona puede entender los principios del trabajo y ponerlos en marcha de manera adecuada para lograr resultados). Se juzga según la eficiencia y la eficacia, ¿verdad? (Sí). Algunas personas pueden recordar los arreglos del trabajo con rapidez y precisión, así como también pueden entenderlos teóricamente. Sin embargo, en lo que respecta a su puesta en marcha, si alguien les pregunta: “¿Cómo se debería hacer este trabajo? ¿Tienes ideas, planes o pasos?”, responden: “No, no sé cómo hacerlo”. Esto no es tener calibre. Como mucho, es meramente una fortaleza en un campo. Recuerdo que la primera vez que compartimos este tema, debatimos este asunto. Puede que lo hayáis olvidado y esta vez de nuevo categorizarais la memoria excepcional como calibre. Es un grave error malinterpretar siempre las fortalezas y talentos de una persona; categorizar siempre cierta fortaleza o talento bajo el buen calibre es un error grave. Si este problema se resuelve y entendéis qué es una fortaleza, qué es un talento o una capacidad y qué es el verdadero calibre, será beneficioso para discernir a las personas y para vuestro propio crecimiento de vida. Como poco, puede ayudaros a frenar un poco vuestro carácter arrogante, de modo que ya no creáis erróneamente que tenéis un excelente calibre solo porque sabéis cantar o bailar bien. Por tanto, ¿aún podéis evaluar ahora este asunto de tal manera? (No). Entonces, ¿qué deben poseer realmente las personas que saben cantar para tener buen calibre? (Necesitan tener capacidad de comprensión, saber qué manera de cantar es acorde a los principios y además tener percepción). La percepción es muy crucial. Fíjate, todas estas personas saben algo de teoría musical, pero el efecto cuando cantan es diverso. Algunas pueden tantear y buscar una senda para cantar. Escuchan diversas canciones, diferentes melodías y diferentes estilos de canto de diversas personas, así como escuchan qué técnicas de canto son conmovedoras y disfrutables. Encuentran una cierta sensación a partir de este proceso y luego continúan explorando y formándose a partir de ella. Pasado algún tiempo, sienten que cantan mejor y otros están dispuestos a escucharlo. Paulatinamente, comparan esto con las teorías y confirman que esta senda de práctica es correcta. Son capaces de descubrir la senda de práctica para cambiar su manera de cantar y corrigen sus métodos incorrectos de canto anteriores. Entonces pueden seguir poniendo en marcha y aplicando en su propio canto los elementos buenos, correctos y positivos que han trabajado. Pueden percibir qué forma de cantar es correcta y cuál incorrecta, así como qué manera de cantar produce una buena sensación y cuál produce una mala. Esto es tener buen calibre. Si solo tienen conocimiento teórico, pero no pueden integrar la teoría en su canto real y su comprensión está distorsionada, entonces su calibre no es bueno. Fíjate en algunas personas que cantan; cuando otros señalan que están usando una voz falsa, son capaces de aceptarlo y, después de uno o dos años de formación, lo corrigen. Aunque todavía no sean muy competentes en el canto, ya están cantando con su tono y su voz auténticos. Por otra parte, algunas personas cantan con una voz falsa y eso está claro para cualquiera que las oye, pero siguen pensando que están cantando con su verdadera voz, con su tono y su voz auténticos, son incapaces de detectar la diferencia. Esto muestra una ausencia de calibre y de percepción, una incapacidad para percibir las cosas. Esta es la diferencia entre el calibre y una fortaleza. Si eres talentoso al cantar, esta es tu fortaleza; es una condición innata. Sin embargo, si puedes cantar bien y percibir la esencia, los principios y fundamentos en este campo, en esta profesión, eso es una cuestión de calibre. Si puedes percibir la esencia, los fundamentos y los principios, entonces te puedes convertir en cantante, en un vocalista experto. Si disfrutas de cantar, aprendes con rapidez y dominas con precisión la melodía, el ritmo y la entonación, a esto solo se le puede llamar una fortaleza innata y que se te da bien esta habilidad profesional particular. Sin embargo, debido a tu calibre tan promedio y limitado, siempre permanecerás dentro de los límites de que se te da bien sin más. Serás incapaz de alcanzar el nivel de dominar los fundamentos y de convertirte en un auténtico cantante y un vocalista experto. Esta es la limitación impuesta por tu calibre. Las personas de buen calibre tienen potencial y margen de desarrollo, mientras que aquellos con calibre promedio o escaso no tienen potencial ni margen de desarrollo. Por tanto, sea cual sea el campo en el que se hallen tus fortalezas, si tu calibre es escaso, te verás inevitablemente limitado por tu calibre. Por muy talentoso que seas en cierto campo, cuánto te guste o cómo de grande sea tu interés, no tendrás potencial para el desarrollo debido a tu escaso calibre, porque no puedes superar a tu calibre. ¿Lo entiendes? (Sí). Ahora que he dicho esto, ¿perderéis la confianza al cantar? Simplemente, estoy hablando del tema en cuestión, usando una de vuestras fortalezas como ejemplo para compartir la distinción entre el calibre y las fortalezas. Sin embargo, la casa de Dios no requiere que os convirtáis en auténticos vocalistas expertos, que cantéis con cierto alto grado de precisión, desarrolléis un estilo de canto particular o logréis gran éxito cantando. Estos no son los requisitos. Solo basta con hacer uso de vuestro calibre y vuestras fortalezas existentes. Mientras haya una expresión de auténtico sentimiento y sinceridad, eso es suficiente. Bueno, no os desaniméis ni os rindáis solo porque yo dijera que alguno de vosotros tenéis escaso calibre o un calibre promedio con poco margen de desarrollo. Eso es innecesario. ¿Os sentiréis desalentados? (No). Debéis considerar este asunto correctamente. Si no usara vuestras situaciones como ejemplo, es posible que no lo entendierais, podríais no tener un entendimiento meticuloso y, cualquier cosa que Yo dijera no os la tomaríais en serio. Para ayudaros a entender meticulosamente, tengo que dar unos cuantos ejemplos para que todo el mundo pueda tener un mejor entendimiento. De esta manera, vuestro entendimiento de la distinción entre el calibre y las fortalezas también se volverá más preciso. ¿Os importa esta forma de compartir? (No, no nos importa). Está bien que no os importe. Considerad esto de la manera correcta. Practicad como os corresponde. Poner tu corazón en ello y practicar en pos de un buen objetivo y dirección siempre será mejor que no hacer progresos o estar estancado en tus antiguos comportamientos. Aunque tu calibre sea limitado o escaso, todavía necesitas hacer un esfuerzo por practicar y esforzarte para lograr lo máximo que puedas dentro del ámbito de tu calibre limitado. Debemos dedicar todo nuestro corazón y esfuerzo, desempeñar este deber y llevar a cabo este trabajo adoptando una postura de responsabilidad y lealtad. Este es el principio de práctica que deberías seguir. No debes volverte negativo ni rendirte solo porque tu fortaleza no tenga potencial de desarrollo y no vayas a poder ser el centro de atención en el futuro. Eso no es aceptable y claramente no es el principio-verdad que deberías seguir al tratar este asunto. ¿Lo entiendes? (Sí).

En cada uno de estos tres campos —las condiciones innatas, la humanidad y las actitudes corruptas— hay muchos detalles específicos que hace falta entender. ¿Es necesario que compartamos estos asuntos? (Sí). En cuanto a muchos aspectos, las personas solo tienen un entendimiento superficial y no pueden explicarlos con claridad. Puede que tengan algunas fortalezas y luego piensen que son de una calidad humana noble, que se crean honorables y libres de actitudes corruptas, con buena humanidad y alto calibre. Todo esto proviene de la incapacidad de las personas para discernir estos diversos problemas con claridad. Mientras más detalles impliquen esta clase de cuestiones, más hay que compartir; no se puede abarcar en solo una o dos sesiones, sino que requiere múltiples charlas. Muy bien, terminemos aquí nuestra charla por hoy. ¡Adiós!

14 de octubre de 2023

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