27. Cuando me enteré de que alguien había traicionado a Dios después de que lo atraparan y torturaran
Un día, a finales de 2022, me enteré de que Lin Hui, un líder de la iglesia, había traicionado a Dios después de que lo arrestaran y se había convertido en un judas. Durante el interrogatorio, la policía amenazó a Lin Hui para que revelara información sobre las finanzas de la iglesia y sobre los hermanos y hermanas. Le dijeron que iría a la cárcel si no confesaba y usaron el futuro de su hija para coaccionarlo. Por temor a sufrir en la cárcel y preocupado por que su hija perdiera su futuro, se convirtió en cómplice del PCCh. Llevó a la policía hasta una casa donde estaban guardados los libros de las palabras de Dios y hasta ayudó a los policías a lavarles el cerebro a los hermanos y hermanas que habían arrestado. Al ver que Lin Hui había quedado al descubierto como un judas y lo habían expulsado de la iglesia, me quedé pensando: “Lin Hui había estado cumpliendo su deber como líder durante muchos años. Solía compartir con los hermanos y hermanas con bastante claridad. Lo lógico era que alguien como él, que perseguía con entusiasmo, debería haber tenido cierta estatura. ¿Cómo pudo convertirse en un judas después de que lo arrestaran? Hasta Lin Hui, que perseguía de esa manera, no pudo mantenerse firme en su testimonio. Yo no he sido líder y no entiendo muchas verdades; ¿qué pasaría si un día me arrestan? Si la policía me condena o usa el futuro de mi familia para amenazarme, ¿seré capaz de mantenerme firme en mi testimonio? Si no puedo mantenerme firme y me convierto en un judas, ¡estaré condenada para toda la eternidad! ¿No significaría eso que no tendría un buen futuro ni un buen destino? ¿Cómo podría obtener la salvación y entrar en el reino?”. Cuanto más lo pensaba, más abatida me sentía, y perdí la motivación para cumplir mi deber. Cada vez que oía que habían arrestado a hermanos y hermanas de alguna iglesia, me daba mucho miedo y me preocupaba sin cesar de que la policía también pudiera arrestarme a mí, y que un día no pudiera mantenerme firme. Durante esa época, el estado de algunas hermanas que estaban a cargo del trabajo de depuración no era bueno y les hacía falta compartir para resolver sus problemas. Había fijado una hora y un lugar para reunirme con ellas. Más tarde, al enterarme de que había riesgos de seguridad en esa área, no quise ir. “¿Y si me arrestan?”. Luego, una hermana compartió conmigo y, al final, fui y no retrasé las cosas.
Después, busqué cómo debería entender que Lin Hui traicionara a Dios después de que lo arrestaran. Leí las palabras de Dios: “El hombre será hecho completamente perfecto en la Era del Reino. Después de la obra de conquista, el hombre será sometido al refinamiento y la tribulación. Los que puedan vencer y mantenerse firmes en su testimonio durante esta tribulación son los que al final serán hechos completos; son los vencedores. Durante esta tribulación, al hombre se le exige aceptar este refinamiento y este refinamiento es la última ocasión de la obra de Dios. Es la última vez que el hombre será refinado antes de la consumación de toda la obra de la gestión de Dios y todos los que sigan a Dios deben aceptar esta prueba final y deben aceptar este último refinamiento. Los que son asediados por la tribulación no tienen la obra del Espíritu Santo y la guía de Dios, pero los que han sido realmente conquistados y ciertamente buscan a Dios, al final se mantienen firmes; son los que poseen humanidad y verdaderamente aman a Dios. No importa qué haga Dios, estos victoriosos no serán despojados de las visiones y seguirán poniendo en práctica la verdad sin fallar en su testimonio. Son los que al final emergerán de la gran tribulación. Aunque los que pescan en aguas turbulentas todavía pueden aprovecharse hoy, nadie es capaz de escapar de la tribulación final y nadie puede escapar de la prueba final. Para los que venzan, esa tribulación es un tremendo refinamiento; pero para los que pescan en aguas turbulentas, es la obra de descarte total. No importa cómo sean probados, la lealtad de los que tienen a Dios en su corazón se mantiene sin cambios; pero para los que no tienen a Dios en su corazón, una vez que la obra de Dios no es favorable para su carne, cambian su opinión de Dios y hasta se apartan de Dios. Así son los que no se mantendrán firmes al final, que solo buscan las bendiciones de Dios y no tienen el deseo de entregarse a Dios y dedicarse a Él. Todas estas personas tan viles serán expulsadas cuando la obra de Dios llegue a su fin y no son dignas de ninguna simpatía. Los que carecen de humanidad no pueden amar verdaderamente a Dios. Cuando el ambiente es seguro y fiable o hay ganancias que obtener, son completamente obedientes a Dios, pero cuando lo que desean está comprometido o finalmente se les niega, de inmediato se rebelan. Incluso, en el transcurso de una sola noche pueden pasar de ser una persona sonriente y ‘de buen corazón’ a un asesino de aspecto espantoso y feroz, tratando de repente a su benefactor de ayer como su enemigo mortal, sin ton ni son. Si estos demonios no son expulsados, estos demonios que matarían sin pensarlo dos veces, ¿no se convertirían en un peligro oculto? La obra de salvar al hombre no se logra después de que se complete la obra de conquista. Aunque la obra de conquista ha llegado a su fin, la obra de purificar al hombre no lo ha hecho; esa obra solo se terminará una vez que el hombre haya sido completamente purificado, una vez que los que verdaderamente se someten a Dios hayan sido hechos completos y una vez que esos que se disfrazan, que no tienen a Dios en su corazón, hayan sido echados. Los que no satisfacen a Dios en la etapa final de Su obra serán descartados por completo y los que son descartados son de los diablos. Ya que no son capaces de satisfacer a Dios son rebeldes contra Dios y, aunque estas personas siguen a Dios en la actualidad, esto no prueba que son los que finalmente permanecerán. En las palabras, ‘los que siguen a Dios hasta el final recibirán la salvación’, el significado de ‘siguen’ es mantenerse firmes en medio de la tribulación. Hoy, muchos creen que seguir a Dios es fácil, pero cuando la obra de Dios esté a punto de terminar, tú sabrás el verdadero significado de ‘seguir’. Solo porque hoy puedas todavía seguir a Dios después de haber sido conquistado, esto no prueba que seas de los que serán perfeccionados. Los que no pueden soportar las pruebas, que no pueden ser triunfadores en medio de la tribulación, no podrán, al final, mantenerse firmes y no podrán seguir a Dios hasta el final. Los que verdaderamente siguen a Dios pueden resistir que se examine su obra, mientras que los que no siguen a Dios realmente no pueden resistir ninguna de las pruebas de Dios. Tarde o temprano serán expulsados, mientras que los victoriosos permanecerán en el reino. Que el hombre verdaderamente busque a Dios o no lo determina el examen de su obra, es decir, las pruebas de Dios, y no tiene nada que ver con lo que el hombre mismo concluye. Dios no rechaza a ninguna persona a la ligera; todo lo que Él hace es para que el hombre pueda ser completamente convencido. No hace nada que sea invisible para el hombre ni ninguna obra que no pueda convencer al hombre. El que la creencia del hombre sea verdadera o no lo prueban los hechos y no lo puede concluir el hombre. Sin duda, ‘el trigo no se puede hacer cizaña y la cizaña no se puede hacer trigo’. Todos los que verdaderamente aman a Dios al final permanecerán en el reino y Dios no tratará mal a nadie que verdaderamente lo ame” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra de Dios y la práctica del hombre). Al reflexionar sobre las palabras de Dios, entendí que en los últimos días Dios hace la obra de separar a cada uno según su tipo. La cizaña y el trigo, los buenos y malos siervos, las ovejas y las cabras solo pueden revelarse por medio de pruebas y tribulaciones. Hay una razón por la que Dios permite que suframos la persecución y la tribulación. Es para perfeccionar a quienes creen sinceramente en Dios y para revelar y descartar a quienes buscan bendiciones con oportunismo y son atolondrados. Quienes quieren de forma genuina a Dios no lo negarán ni lo traicionarán, independientemente del tipo de persecución o tribulación que enfrenten, y pueden buscar la verdad y mantenerse firmes en su testimonio. Pero quienes no siguen a Dios con sinceridad, aunque, en apariencia, puedan renunciar y entregarse por un tiempo, y lograr así disfrazarse de creyentes en la casa de Dios, una vez que el entorno que Dios dispone se vuelve desfavorable para su carne y su deseo de obtener bendiciones se hace añicos, son capaces de negar y traicionar a Dios de inmediato. Quienes, en medio de las pruebas, pueden practicar la verdad y mantenerse firmes en su testimonio son los que Dios quiere salvar y perfeccionar. Quienes no pueden mantenerse firmes en su testimonio son la cizaña que queda revelada. ¡La obra de Dios es tan sabia! Pensé en el hermano de la película de la iglesia “Memorias de juventud”, que tenía solo 20 años. Por su fe en Dios, fue arrestado y perseguido por el PCCh. Para forzarlo a negar y traicionar a Dios, la policía derramo sobre su cuerpo, con crueldad, tazas de agua hirviendo. Pero el hermano estaba convencido de que este era el camino verdadero y no negó ni traicionó a Dios, a pesar de padecer todo tipo de torturas. También está la película “Fuego de fundidor”, donde la policía, sin vergüenza alguna, desnudó a la hermana y la electrocutó con porras para obligarla a traicionar a Dios. La hermana soportó una humillación y un tormento inmensos. En su dolor, oró a Dios y juró que moriría antes que someterse a Satanás, no negó a Dios, no lo traicionó, y dio un testimonio hermoso y rotundo que avergonzó a Satanás. Vi que los hermanos y hermanas que realmente creen en Dios no lo niegan ni traicionan, por muchos peligros o tribulaciones que enfrenten. Pero Lin Hui, que había sido líder en la iglesia durante mucho tiempo, se convirtió en un Judas y vendió los intereses de la iglesia después de que lo arrestaran, haciéndose cómplice y lacayo del gran dragón rojo para evitar que lo torturaran con crueldad, asegurar el futuro de su hija y tratar de salvar su propio pellejo. Había creído en Dios durante muchos años y solía compartir muchísimo con los hermanos y hermanas, pero no creía que el destino de las personas estuviera en manos de Dios. Cuando llegó el momento crítico, fue capaz de negar y traicionar a Dios. Entonces, ¿no eran todas las pláticas que había dado a los demás solo palabras y doctrinas? Los hechos revelaron que no tenía ninguna realidad-verdad. Era solo un incrédulo que se había infiltrado en la casa de Dios esperando obtener bendiciones por conveniencia. En el pasado, solo me había fijado en su comportamiento exterior. Como había sido líder y podía hablar con elocuencia, pensé que tenía realidad-verdad. Fue gracias a la revelación de Dios que adquirí discernimiento. Al mismo tiempo, también vi mi verdadera estatura. A menudo, cuando no me había enfrentado a ninguna situación peligrosa, hasta pensaba que tenía algo de fe, pero había vivido con miedo y cobardía tras enterarme de que alguien había sido torturado y había traicionado a Dios. No busqué la verdad para aprender lecciones ni pensé en cómo defender mi deber. Vi que no tenía ninguna realidad-verdad. Ahora es el momento en que Dios verifica el trabajo de las personas. Debo equiparme con más verdad para poder mantenerme firme en las pruebas y tribulaciones.
Más tarde, también reflexioné sobre la raíz de mi negatividad. Leí las palabras de Dios: “Por tanto, ¿sabéis qué cosas se encuentran en lo más profundo del corazón de la gente? (La fe en Dios para obtener bendiciones; esto es algo que reside en el corazón de la gente). Eso es. La gente cree en Dios para ser bendecida, recompensada y coronada. ¿Esto no se encuentra en el corazón de todo el mundo? Es un hecho que sí. Aunque la gente no suele hablar de ello e incluso encubre su motivación y su deseo de recibir bendiciones, este deseo y esta motivación que hay en el fondo del corazón de la gente han sido siempre inquebrantables. Sin importar cuántas teorías espirituales comprenda la gente, qué conocimiento vivencial tenga, qué deber pueda cumplir, cuánto sufrimiento soporte ni cuánto precio pague, nunca renuncia a la motivación por las bendiciones que oculta en el fondo del corazón, y siempre se esfuerza silenciosamente a su servicio. ¿No es esto lo que hay enterrado en lo más profundo del corazón de la gente? Sin esta motivación por recibir bendiciones, ¿cómo os sentiríais? ¿Con qué actitud cumpliríais con el deber y seguiríais a Dios? ¿Qué sería de la gente si se eliminara esta motivación por recibir bendiciones que se oculta en sus corazones? Es posible que muchos se volvieran negativos, mientras que algunos podrían desmotivarse en el deber. Perderían el interés por su fe en Dios, como si su alma se hubiera desvanecido. Parecería que les hubieran robado el corazón. Por eso digo que la motivación por las bendiciones es algo oculto en lo más profundo del corazón de las personas” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Seis indicadores de crecimiento vital). Al verme a mí misma a la luz de las palabras de Dios, finalmente me di cuenta de que mi deseo de obtener bendiciones era el principal impulsor de mi negatividad y falta de motivación. En el pasado, cuando el entorno era cómodo, buscaba con entusiasmo y cumplía mi deber de forma activa. Pero, al echar la vista atrás, mi motivación provenía principalmente de la noción de que solo podría tener un buen futuro y destino si cumplía bien con mi deber. Ahora, al ver que Lin Hui se había convertido en un judas y había traicionado a Dios, me preocupaba que, si me arrestaban, yo sería como Lin Hui y no lograría mantenerme firme en mi testimonio, por lo que no tendría un desenlace ni un destino buenos, así que empecé a retroceder. Incluso cuando cumplía con mi deber, lo hacía por inercia y, si había algún peligro, me iba corriendo a casa de inmediato para esconderme, sin preocuparme por cómo cumplía mi deber, con tal de estar a salvo. Creía en Dios solo para obtener bendiciones y un buen destino, y no quería enfrentar ningún peligro ni tribulación. No buscaba la verdad para aprender lecciones en las situaciones que Dios disponía. ¿Qué diferencia había entre mi fe en Dios y la de los incrédulos que se infiltran en la casa de Dios y no persiguen la verdad, con la vana esperanza de obtener bendiciones? Si no buscaba la verdad para resolver este estado, seguro que caería cuando tuviera que pasar por las pruebas. Esta vez, Dios me había revelado a través de esta situación, y fue la salvación de Su parte. Le di gracias a Dios con el corazón.
Más tarde, también reflexioné: ¿por qué tuve una reacción tan fuerte cuando vi que habían arrestado a un líder que se había convertido en un judas? Pensaba que los líderes eran personas que entendían bastante bien la verdad, que tenían realidad y que, si los arrestaban, deberían ser capaces de mantenerse firmes en su testimonio. ¿Acaso mis opiniones estaban de acuerdo con la verdad? Mientras buscaba, leí las palabras de Dios: “Cuando alguien es elegido líder por los hermanos y hermanas, o la casa de Dios lo asciende para que lleve a cabo determinado trabajo o deber, esto no significa que tenga un estatus o una posición especiales, que las verdades que comprenda sean más profundas y más numerosas que las de otras personas, y ni mucho menos que esta persona sea capaz de someterse a Dios y no traicionarlo. Desde luego, tampoco significa que conozca a Dios y que sea una persona temerosa de Él. De hecho, no ha logrado nada de esto. El ascenso y el cultivo son solamente ascenso y cultivo en el sentido simple, y no es lo mismo que Dios los haya predestinado y aprobado. Su ascenso y cultivo simplemente significan que ha sido ascendida y está a la espera de ser cultivada. El resultado final de este cultivo depende de si esta persona persigue la verdad, y de si es capaz de elegir la senda de búsqueda de la verdad” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (5)). “Tomar las palabras de Dios y poder explicarlas descaradamente no significa que poseas la realidad; las cosas no son tan simples como te las imaginas. Tener la realidad no se basa en lo que dices, sino en lo que vives. Solo cuando las palabras de Dios se convierten en tu vida y en tu expresión natural, se puede decir que tienes la realidad, y solo entonces puede contarse como haber recibido el verdadero conocimiento y la estatura real. Debes ser capaz también de soportar exámenes durante largos períodos de tiempo y de vivir la semejanza que Dios requiere. No debe ser solo una pose, sino que debe fluir naturalmente de ti; solo entonces tendrás realmente realidad y solo entonces habrás ganado vida” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo se posee la realidad si se pone en práctica la verdad). A través de las palabras de Dios, llegué a entender que Su casa promueve y cultiva a las personas según las necesidades del trabajo de la iglesia. Hay quienes tienen aptitud y cumplen los requisitos para ser líderes u obreros y se los elige como tales o se los promueve para hacer cierto trabajo, lo que les da oportunidades para formarse. Sin embargo, esto no significa que posean realidades-verdad ni que su estatura sea mayor que la de otros hermanos y hermanas. Solo significa que los deberes que cumplen y las funciones que desempeñan son diferentes. Al verme a mí misma a la luz de las palabras de Dios, vi que mi perspectiva sobre los líderes y obreros no era correcta. Por ejemplo, cuando vi que arrestaron a Lin Hui, pensé que, como era líder y compartía con bastante claridad, seguro que perseguía la verdad y tenía realidades, y que, si lo arrestaban, debería ser capaz de mantenerse firme en su testimonio. Cuando lo vi convertirse en todo un judas, no lo pude entender. Hasta me preocupaba que, como yo no había sido líder ni obrera, no sería capaz de mantenerme firme si me arrestaban. Ahora entendí que el hecho de que una persona tenga realidad-verdad no lo determina el deber que ha cumplido o cuánto pueda hablar de doctrinas, sino principalmente si puede practicar la verdad cuando se enfrenta a los hechos. Pensé en una hermana anciana de la iglesia que estaba a cargo de custodiar las ofrendas. Cuando un judas llevó a la policía a registrar su casa y la amenazaron y trataron de obligarla a entregar las ofrendas, la hermana no tuvo miedo de las fuerzas malignas de Satanás y arriesgó su vida para proteger las ofrendas, confió en Dios para responder sabiamente a la policía y, una vez que se fueron, trasladó de inmediato las ofrendas a un lugar seguro. A los ojos de las personas, la hermana anciana no había sido líder y no podía compartir ni dar sermones, pero, cuando se enfrentó a los hechos, fue capaz de ignorar su propia seguridad para proteger las ofrendas y salvaguardar los intereses de la casa de Dios. Esa persona dio testimonio.
Una de las razones por la que Lin Hui había fracasado fue por su miedo a sufrir en la cárcel. Otra razón fue que, cuando el gran dragón rojo utilizó el futuro de su hija para amenazarlo, no creyó que el destino de las personas está en las manos de Dios. Al pensar en mi propio estado, que era similar, busqué las palabras de Dios sobre este aspecto de los estados. Leí las palabras de Dios: “La suerte del hombre está controlada por las manos de Dios. Tú eres incapaz de controlarte a ti mismo: a pesar de que el hombre siempre va apresurado y se ocupa de sus propios asuntos, sigue siendo incapaz de controlarse. Si pudieras conocer tus propias perspectivas, si pudieras controlar tu propio sino, ¿seguirías siendo un ser creado? […] El destino del hombre está en manos del Creador, por tanto, ¿cómo podría el hombre controlarse a sí mismo?” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Restaurar la vida normal del hombre y llevarlo a un destino maravilloso). Al reflexionar sobre las palabras de Dios, entendí que Dios es el Creador y el hombre es un ser creado, y que el porvenir de las personas está en las manos de Dios. Él ha determinado y dispuesto el porvenir de cada persona desde hace mucho tiempo. Incluso si las personas hacen planes y urden tramas a su favor, no pueden controlar su porvenir. En verdad, me preocupaba que la policía del PCCh usara el futuro de mi familia como amenaza porque, de raíz, no entendía plenamente la soberanía de Dios. Llegué a entender que, si algún día realmente me arrestaban y encarcelaban, estaba en manos de Dios que mi familia se viera implicada o no. Soy un ser creado y ni siquiera puedo controlar mi propio porvenir, pero aun así me preocupaba por el futuro de mi familia. ¡Qué estúpida fui! Incluso antes de que me arrestaran, ya me preocupaba que me revelaran como un judas, así que me escondía en casa para intentar salvar mi pellejo, ni siquiera cumplía los deberes que debía cumplir y no tenía ninguna lealtad a mi deber. En apariencia, no había traicionado directamente a Dios como lo había hecho Lin Hui al convertirse en un judas, pero, al no cumplir bien con mi deber, ¿no había caído en la trampa de Satanás y había perdido mi testimonio? Así que oré a Dios: “Dios mío, Lin Hui ha quedado revelado como un judas. Yo he revelado muchas opiniones incorrectas y he sido cobarde y temerosa, pero, a través de esta revelación, he visto con claridad mi verdadera estatura y cuán poca fe tengo. Dios mío, te ruego que me guíes para mantenerme firme en mi testimonio cuando cumpla mi deber en el futuro”. Después, pensé en las hermanas que estaban a cargo del trabajo de depuración, cuyo estado no era bueno, y pensé en el trabajo pendiente del que todavía necesitaba hablar con ellas. Así que fijé una hora para reunirme con ellas, y nuestra reunión logró algunos resultados.
Esta vez, la revelación de un judas me permitió reconocer mi verdadera estatura y ver lo fuerte que era mi deseo de obtener bendiciones. También obtuve cierta comprensión sobre mi carácter satánico, egoísta y despreciable. Al mismo tiempo, también me hizo ver con mayor claridad que creer en Dios para ganar la verdad en un país que gobierna el PCCh no es cosa fácil. ¡Uno realmente debe arriesgarse la vida! Aunque mi estatura sigue siendo pequeña, estoy dispuesta a someterme y experimentar las palabras y la obra de Dios en este tipo de entorno. ¡Gracias a Dios!
