46. Hablar sobre los defectos de los buenos amigos hace que la amistad sea larga y buena
En 2023, me pusieron a colaborar con Ye Xun para cumplir deberes relacionados con textos. Ye Xun tiene mejor capacidad de trabajo que yo y también es más eficiente. Por lo general, si yo tenía algún tipo de estado, ella compartía las palabras de Dios para ayudarme. Nos llevábamos muy bien. En febrero de 2024, durante una reunión, Ye Xun incorporó las palabras de Dios para entender su propio carácter arrogante, pero tenía una comprensión muy general. Más tarde, Lan Xin señaló algunos de los comportamientos arrogantes y limitantes de Ye Xun al cumplir su deber. Dijo que, normalmente, Ye Xun le hablaba con cierto desdén cuando le señalaba sus problemas, lo que la limitaba mucho. Durante un tiempo, sintió que tenía poca aptitud y que no daba la talla para cumplir su deber. Ye Xun dijo con desdén: “Si realmente no puedes hacerlo, ¡simplemente puedes renunciar!”. Cuando escuchó esto, se sintió muy negativa. Mientras Lan Xin hablaba, el rostro de Ye Xun se ensombreció de a poco. Cuando Lan Xin terminó su plática, Ye Xun se puso a llorar, dijo que había limitado a Lan Xin y que había hecho el mal, y se sumió en el abatimiento. Pensé que Ye Xun no había aceptado del todo los problemas que Lan Xin había señalado, pero, luego, también pensé que Ye Xun daba mucha importancia a su imagen y que era normal que no pudiera aceptar de inmediato que Lan Xin le señalara sus problemas. Probablemente se sentiría un poco mejor después de un rato, así que no dije nada más. Mientras comíamos, Lan Xin buscó varias veces a Ye Xun para charlar, pero Ye Xun la ignoró. El ambiente era un poco incómodo. Ye Xun y yo trabajábamos en la misma oficina y, después del almuerzo, Lan Xin vino a ayudarme con la computadora. Entonces, Ye Xun salió como si estuviera evitando a Lan Xin a propósito. Antes, ambas solían charlar y reír juntas, pero, ahora, era como si ella fuera una persona diferente. Me di cuenta de que Ye Xun se había predispuesto contra Lan Xin. Quería preguntarle sobre su estado y señalarle que su actitud era del tipo que no aceptaba la verdad y que hacía sentir limitadas a las personas. Pero luego cambié de opinión: “Lan Xin acaba de señalarle sus problemas y aún no ha corregido su estado. Si voy y la critico ahora, ¿no se pondrá aún más negativa? Si después tiene una mala opinión de mí y me ignora, ¿qué haré? Compartimos oficina y nos vemos todo el tiempo. Si nuestra relación se enfría por completo, será muy difícil llevarnos bien en el futuro. Más adelante, si tengo algún estado o encuentro problemas en mi trabajo, ¿qué haré si ella no quiere ayudarme? ¿No estaré simplemente haciendo el ridículo?”. Cuando pensé en esto, me tragué las palabras que estaba a punto de decir. Sin embargo, podía ver con claridad que el estado de Ye Xun no era bueno y sentí remordimientos por no hablar sobre ello. Entonces, reuní el valor para preguntarle: “Pareciera que tu estado no es muy bueno. ¿Se debe a que es difícil aceptar de inmediato los problemas que te señaló Lan Xin? Si algo te preocupa, puedes sincerarte y hablar sobre ello. ¡No te reprimas!”. Ye Xun dijo en voz baja: “Estoy bien. Lo estoy asimilando”, y luego no dijo nada más. Al ver que no quería sincerarse ni hablar sobre el tema, de repente, me quedé sin saber qué decir. Me preocupaba que, si decía algo más, le generaría antipatía y tendría una mala opinión de mí. Por lo tanto, solo dije unas pocas palabras de aliento y terminé la conversación de forma apresurada.
Luego, Ye Xun se metió de lleno en su comida y su trabajo durante dos días seguidos. Básicamente, no decía absolutamente nada, excepto cuando le preguntábamos algo, y entonces decía unas pocas palabras. Antes, cuando había problemas que yo no podía desentrañar en nuestro trabajo, Ye Xun expresaba de forma proactiva sus opiniones y daba algunas sugerencias. Si había partes de mis cartas de trabajo en las que mis enseñanzas no estaban claras, ella me ayudaba a mejorarlas. Sin embargo, durante esos dos días, Ye Xun ni siquiera hablaba sobre los problemas que encontrábamos en nuestro trabajo. Quería mencionarlos y hablar sobre ellos, pero cuando vi que Ye Xun no estaba de buen humor, pensé que sería difícil hablar sobre el trabajo y lograr algún resultado, así que se no los mencioné. Como consecuencia, el trabajo se vio afectado. Después, quise poner al descubierto el comportamiento de Ye Xun para que pudiera tomar conciencia de sus problemas. Pero luego pensé que Lan Xin solo había mencionado su carácter arrogante de forma breve, y eso bastó para que el estado de Ye Xun estuviera así de mal. Si volvía a mencionar que ella no aceptaba la verdad, ¿no se predispondría contra mí y cumpliría su deber con una barrera en su corazón? ¿Cuán difícil sería llevarnos bien entonces? Por lo tanto, dije a Ye Xun con sutileza: “Si algo te preocupa, puedes hablar sobre ello. Si sigues así, sin decir nunca nada, limitarás a las personas. Dios dispuso este tipo de entorno para permitirnos reflexionar sobre nuestras propias actitudes corruptas. Beneficia nuestra entrada en la vida”. Ella dijo en voz baja: “Lo estoy asimilando de a poco. Estoy bien. Es mejor así. Si hablo menos en el futuro, no haré que las personas se sientan limitadas”. Cuando vi que Ye Xun hablaba como si aún estuviera molesta, volví a vacilar. “Si le señalo sus problemas y no los acepta, ¿me ignorará entonces a mí también? Ni hablar; mejor espero a que esté dispuesta a sincerarse y comparto en ese momento”. Más tarde, cuando hablábamos del trabajo juntas, Ye Xun seguía sin decir mucho. Lan Xin vio cómo se comportaba Ye Xun y no sabía muy bien qué hacer. Creía que era su culpa y sentía un gran remordimiento. También tenía un estado un poco abatido. Durante esos dos días, lo único en lo que podía pensar era en este asunto. Ni siquiera podía calmar mi corazón al cumplir mi deber. Oré a Dios para contarle sobre mi estado y pedirle que me guiara para entenderme a mí misma.
Más tarde, leí estas palabras de Dios: “La mayoría de las personas desean perseguir y practicar la verdad, pero gran parte del tiempo simplemente tienen la determinación y el deseo de hacerlo; la verdad no se ha convertido en su vida. Como resultado, cuando se topan con las fuerzas de la perversidad o se encuentran con personas malvadas y malas que cometen actos malvados o con falsos líderes y anticristos que hacen las cosas de una forma que viola los principios —con lo que perturban el trabajo de la iglesia y perjudican a los escogidos de Dios— pierden el coraje de plantarse y decir lo que piensan. ¿Qué significa cuando no tienes coraje? ¿Significa que eres tímido o poco elocuente? ¿O que no tienes un entendimiento profundo y, por tanto, no tienes la confianza necesaria para decir lo que piensas? Ninguna de las dos cosas; esto es principalmente la consecuencia de estar limitado por actitudes corruptas. Una de las actitudes corruptas que revelas es un carácter falso; cuando te sucede algo, lo primero que piensas es en tus propios intereses, lo primero que consideras son las consecuencias, si te beneficiará. Este es un carácter falso, ¿verdad? Otro es un carácter egoísta y vil. Piensas: ‘¿Qué tiene que ver conmigo una pérdida para los intereses de la casa de Dios? Si no soy líder, ¿por qué debería importarme? No tiene nada que ver conmigo. No es responsabilidad mía’. No piensas de manera consciente estos pensamientos y palabras, estos representan el carácter corrupto que se revela cuando la gente se topa con un problema, son una creación de tu subconsciente. Tales actitudes corruptas gobiernan tu forma de pensar, te atan de manos y pies, y controlan lo que dices. En tu interior, quieres levantarte y hablar, pero tienes reticencias, e incluso cuando llegas a hablar, te vas por las ramas y dejas un margen de maniobra, o bien vacilas y no cuentas la verdad. La gente perspicaz lo ve; de hecho, en el fondo sabes que no has dicho todo lo que debías, que lo que has dicho no ha tenido efecto alguno, que simplemente actuabas sin convicción y que no se ha resuelto el problema. No has cumplido con tu responsabilidad, pero dices abiertamente que has cumplido con ella o que no tenías claro lo que estaba sucediendo. ¿Es eso cierto? ¿Y de verdad es lo que piensas? ¿No estás entonces completamente bajo el control de tu carácter satánico? Aunque parte de lo que dices se ajusta a los hechos, en puntos clave y en temas cruciales, mientes y engañas a la gente, lo que demuestra que eres alguien que miente y vive de acuerdo con su carácter satánico” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Tercera parte). Dios pone al descubierto que, muchas veces, las personas están dispuestas a practicar la verdad, pero, como las dominan sus actitudes corruptas de egoísmo y falsedad, tienen demasiada consideración con sus propios intereses y, aunque ven con claridad los problemas de sus hermanos y hermanas, no se atreven a señalarlos ni exponerlos. Incluso si los señalan, lo hacen de manera indirecta, no dicen la mitad de las cosas y no tienen consideración con los intereses de la casa de Dios. Yo me encontraba precisamente en este estado. Había visto que Ye Xun no había aceptado que Lan Xin la guiara y la había ignorado cuando Lan Xin habló con ella, lo que había limitado a Lan Xin. Yo debería haber compartido y ayudado a tiempo. Sin embargo, me preocupaba que, si en ese momento señalaba que ella no aceptaba la verdad, no lo aceptaría de inmediato, tendría una mala opinión de mí y, más adelante, no me ayudaría si tenía alguna dificultad. Por lo tanto, me limité a preguntarle con tacto sobre su estado. Cuando vi que no estaba dispuesta a sincerarse, me volvió a preocupar que exponer sus problemas haría que me tuviera antipatía, así que me tragué las palabras que iba a decir. Más tarde, el estado de Ye Xun seguía sin mejorar. Durante varios días seguidos, apenas habló con nosotras y no podíamos comunicarnos ni hablar del trabajo con normalidad. Tampoco podíamos obtener buenos resultados al poner en práctica el trabajo. Había visto con claridad los problemas de Ye Xun, pero no me había atrevido a ponerlos al descubierto porque quería protegerme a mí misma. Me había quedado de brazos cruzados mientras el estado de Lan Xin y el trabajo de la iglesia se veían afectados. Lo único que había en mi corazón eran mis propios intereses. No había protegido el trabajo de la iglesia en absoluto. ¡Había sido demasiado falsa y egoísta!
Más tarde, leí las palabras de Dios y llegué a obtener cierta comprensión de la raíz de mi incapacidad para practicar la verdad. Dios Todopoderoso dice: “Hay un dogma en las filosofías para los asuntos mundanos que dice: ‘Callarse los errores de los buenos amigos hace la amistad larga y buena’. Esto significa que, para preservar una relación amistosa, uno debe guardar silencio sobre los problemas de su amigo, incluso si los percibe claramente, que debe respetar los principios de no pegarle a la gente en la cara ni llamarle la atención por sus defectos. Han de engañarse mutuamente, ocultarse el uno del otro, intrigar contra el otro; y aunque sepan con claridad absoluta qué clase de persona es el otro, no lo dicen abiertamente, sino que emplean métodos taimados para preservar su relación amistosa. ¿Por qué querría uno preservar esas relaciones? Se trata de no querer hacer enemigos en esta sociedad, dentro del propio grupo, lo cual significaría someterse a menudo a situaciones peligrosas. Al saber que alguien se convertirá en tu enemigo y te perjudicará después de que le hayas llamado la atención por sus defectos o le hayas hecho daño, y al no desear colocarte en esa situación, empleas el dogma de las filosofías para los asuntos mundanos que dice que ‘Si pegas a otro, no le pegues en la cara; si increpas a alguien, no le llames la atención por sus defectos’. A la luz de esto, si dos personas mantienen una relación de este tipo, ¿consideran que son verdaderos amigos? (No). No son verdaderos amigos, y mucho menos el confidente del otro. Entonces, ¿de qué tipo de relación se trata exactamente? ¿No es una relación social fundamental? (Sí). En este tipo de relaciones sociales, las personas no pueden expresar sus sentimientos, tener intercambios profundos ni hablar sobre lo que les venga en gana. No pueden decir en voz alta lo que hay en su corazón o los problemas que perciben en el otro, ni tampoco palabras que puedan beneficiar al otro. En cambio, optan por decir cosas agradables para conservar el favor del otro. No se atreven a decir la verdad ni a defender los principios por temor a suscitar la animadversión de los demás hacia ellos. Cuando nadie amenaza a una persona, ¿acaso esta no vive en relativa tranquilidad y paz? ¿No es este el objetivo de las personas que promueven el dicho ‘Si pegas a otro, no le pegues en la cara; si increpas a alguien, no le llames la atención por sus defectos’? (Así es). Es evidente que se trata de una forma de existencia taimada y engañosa, con un elemento defensivo, cuyo objetivo es la propia preservación. Las personas que viven así no tienen confidentes, ni amigos íntimos a los que puedan decirles lo que quieran. Están a la defensiva unos con otros, se explotan mutuamente y se superan en astucia unos a otros, y cada uno toma de la relación lo que le conviene. ¿No es así? En el fondo, el objetivo de ‘Si pegas a otro, no le pegues en la cara; si increpas a alguien, no le llames la atención por sus defectos’ es evitar ofender a otros y ganarse así enemigos, protegerse no causando daño a nadie. Se trata de una técnica y un método que uno adopta para evitar ser lastimado. Si observamos estas facetas diversas de su esencia, ¿es noble exigir de la conducta moral de la gente ‘Si pegas a otro, no le pegues en la cara; si increpas a alguien, no le llames la atención por sus defectos’? ¿Es positivo? (No). Entonces, ¿qué es lo que enseña esto a la gente? Que no debes ofender ni herir a nadie para que no seas tú el que termine herido; asimismo, que no se debe confiar en nadie. Si haces daño a un buen amigo tuyo, la amistad empezará a cambiar sutilmente; pasará de ser un buen amigo, un amigo íntimo, a ser un desconocido o un enemigo. ¿Qué problemas se resuelven enseñando a las personas a actuar así? Aunque al actuar de esta manera no te crees enemigos e incluso pierdas unos cuantos, ¿acaso esto hará que la gente te admire o te apruebe y te tenga siempre como amigo? ¿Con esto se alcanza plenamente el estándar de conducta moral? En el mejor de los casos, no es más que una filosofía para los asuntos mundanos. ¿Se puede considerar una buena conducta moral la obediencia a este enunciado y a esta práctica? En absoluto” (La Palabra, Vol. VI. Sobre la búsqueda de la verdad. Qué significa perseguir la verdad (8)). Las palabras de Dios me permitieron ver que la razón por la que no me había atrevido a señalar a Ye Xun sus problemas de forma directa era que había estado viviendo según filosofías satánicas para los asuntos mundanos. Había adoptado ciertas máximas, como: “Callarse los errores de los buenos amigos hace la amistad larga y buena” y “Si pegas a otro, no le pegues en la cara; si increpas a alguien, no le llames la atención por sus defectos” como si fueran mi propia estrategia para tratar con los demás. Pensaba que, para llevarme bien con las personas, debía hacer concesiones, hablar de una manera que fuera fácil de aceptar y no ofenderlas, y que solo así podría proteger mis relaciones con los demás y encontrar mi lugar entre la multitud. Cuando no creía en Dios, si alguien hacía algo mal, no me atrevía a señalárselo directamente. Incluso si mencionaba algo, lo hacía con mucha sutileza, lo que me permitía llevarme muy bien con mis compañeros de trabajo. Después de empezar a creer en Dios, seguí confiando en estas filosofías para los asuntos mundanos para llevarme bien con mis hermanos y hermanas. Cuando veía que mis hermanos y hermanas hacían cosas que contravenían los principios y no beneficiaban el trabajo de la iglesia, no me atrevía a señalarlo por miedo a perjudicar la armonía del ambiente. En particular, cuando vi que Ye Xun no aceptaba los problemas que Lan Xin había señalado y que estaba viviendo con un carácter corrupto y obstaculizando nuestros deberes, debería haber compartido con ella, dado consejos y ayudado a entender las graves consecuencias de no aceptar la verdad. Sin embargo, tenía miedo de que esto afectara nuestra relación, así que solo le pregunté de forma indirecta sobre su estado, sin señalarle sus problemas. Como consecuencia, ella estuvo siempre enojada y no cumplió con su deber de forma adecuada, lo que obstaculizó el trabajo. Me di cuenta de que vivir según filosofías satánicas para los asuntos mundanos no es ser sincera ni ayudar realmente a las personas, y tampoco protege el trabajo de la iglesia. Además, hace que sea cada vez más falsa y egoísta: ¡Es realmente perjudicial para los demás y para una misma! Cuando las personas que verdaderamente tienen humanidad ven que sus hermanos y hermanas están viviendo con un carácter corrupto, hablan con amor sobre las palabras de Dios y los ayudan a entender sus propias actitudes corruptas. Sin embargo, yo solo había considerado si Ye Xun tuviera una mala opinión de mí y si nos resultaría más difícil llevarnos bien en el futuro después de que le señalara sus problemas. Lo único en lo que había pensado era cómo protegerme a mí misma. No había tenido ninguna consideración con la entrada en la vida de mi hermana ni el trabajo de la iglesia. Me di cuenta de que, aunque llevaba muchos años creyendo en Dios, no había cambiado en lo más mínimo. No tenía una humanidad normal y había hecho que Dios me aborreciera de verdad. Cuando lo entendí, mi corazón se llenó de remordimiento y arrepentimiento. También oré a Dios sobre mi estado para que me guiara a ser capaz de practicar la verdad.
Después, vi un video de un testimonio vivencial que citaba dos pasajes de las palabras de Dios, los cuales me resultaron especialmente útiles. Dios Todopoderoso dice: “A veces, la armonía significa paciencia y tolerancia, pero también mantenerse firme y defender los principios. La armonía no significa transigir sobre los principios para facilitar las cosas, tratar de ser ‘complaciente’ o seguir la senda de la moderación; y, ciertamente, no significa congraciarse con alguien. Estos son principios. Una vez que los hayas captado, sin darte cuenta hablarás y actuarás según las intenciones de Dios, y vivirás la realidad de la verdad; de este modo es fácil lograr la unidad. En la casa de Dios, si las personas viven según las filosofías para los asuntos mundanos, y si dependen de sus propias nociones, inclinaciones, deseos, motivaciones egoístas, de sus propios dones y de su astucia para llevarse bien con los demás, esa no es forma de vivir ante Dios, y son incapaces de lograr la unidad. ¿Por qué? Porque cuando las personas viven de acuerdo con un carácter satánico, no pueden lograr la unidad” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. La cooperación en armonía). “Si tienes las motivaciones y la perspectiva de un ‘complaciente’, entonces, en todos los asuntos, serás incapaz de practicar la verdad y acatar los principios, y fracasarás y caerás siempre. Si no despiertas y no buscas nunca la verdad, entonces eres un incrédulo, y nunca obtendrás la verdad y vida. Así pues, ¿qué deberías hacer? Cuando te enfrentes con esas cosas, debes orar a Dios y llamarle, suplicando salvación y pidiéndole que te otorgue más fe y fuerza, y te permita acatar los principios, hacer lo que debas hacer, manejar las cosas de acuerdo con los principios, mantenerte firme en la posición que debes defender, proteger los intereses de la casa de Dios y evitar que la obra de esta sufra daño alguno. Si puedes rebelarte contra tus propios intereses, tu orgullo y tu punto de vista de complaciente y si haces lo que debes hacer con un corazón honesto e íntegro, entonces habrás derrotado a Satanás y habrás ganado este aspecto de la verdad. Si siempre insistes en vivir según la filosofía de Satanás, proteges tus relaciones con los demás, nunca practicas la verdad y no te atreves a acatar los principios, ¿podrás entonces practicar la verdad en otros asuntos? Seguirás sin tener fe ni fuerza. Si nunca eres capaz de buscar o aceptar la verdad, entonces ¿esa fe en Dios te permitirá obtener la verdad? (No). Y si no puedes obtener la verdad, ¿puedes ser salvado? No puedes. Si siempre vives según la filosofía de Satanás, totalmente desprovisto de la realidad-verdad, entonces nunca podrás ser salvado. Debe quedarte claro que obtener la verdad es una condición indispensable para la salvación. ¿Cómo, entonces, puedes obtener la verdad? Si eres capaz de practicar la verdad, si puedes vivir según ella, y si esta se convierte en la base de tu vida, entonces obtendrás la verdad y tendrás vida, y así serás uno de los que se salven” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Tercera parte). Dios dijo que la verdadera armonía no es solo la paciencia y la tolerancia, sino que también hay que tener principios y mantenerse firme. No puedes aferrarte a la senda de la moderación ni ser alguien complaciente. Solamente puedes actuar conforme a la intención de Dios cuando tratas a las personas y colaboras con ellas siguiendo los principios-verdad. Si vives constantemente según las filosofías satánicas para los asuntos mundanos, proteges tus relaciones interpersonales, no puedes defender los principios-verdad ni practicar las palabras de Dios, entonces, en última instancia, seguro que no podrás obtener la verdad y estarás entre las personas que Dios descarta. Yo había estado viviendo según los pensamientos y las opiniones de alguien complaciente. Sabía con claridad que debía señalar a Ye Xun sus problemas y ayudarla a conocerse a sí misma para que cambiara su estado, pero me preocupaba constantemente que, si se los señalaba, dañaría nuestra relación. Por lo tanto, no había practicado sincerarme y compartir. En apariencia, las dos teníamos una relación armoniosa, pero ella nunca había entendido sus problemas y su estado había empeorado cada vez más. Todos estábamos limitados, y el trabajo se había visto afectado. Todas estas cosas se debían a que yo no había practicado la verdad. No podía seguir así. Debía practicar conforme a las palabras de Dios y señalar a Ye Xun la naturaleza de su comportamiento de no aceptar la verdad. Si ella aceptaba la verdad tras la plática y la exposición, eso sería bueno para ella y le sería de verdadera ayuda. Sin embargo, si seguía sin aceptarlo y continuaba sintiendo resistencia después de la plática, entonces, yo tendría que ganar cierto discernimiento. Esa noche, oré a Dios y le supliqué que me diera fe para poder señalar a Ye Xun sus problemas. Después de orar, tomé la iniciativa de preguntarle sobre su estado y señalé sus comportamientos de no aceptar la verdad y tenerle aversión. Después de escucharme, Ye Xun obtuvo cierta comprensión sobre su estado y estuvo dispuesta a corregirlo. Vi que estaba dispuesta a aceptar la verdad, pero, para empezar, estaba viviendo con un carácter corrupto y no podía corregirlo de inmediato. También experimenté que, cuando practicas conforme a las palabras de Dios, tu corazón se siente tranquilo y en paz.
En la reunión del día siguiente, cuando Ye Xun habló sobre su estado, dijo que sabía que su carácter arrogante estaba limitando a los demás y que no aceptaba la verdad. Sin embargo, no había entendido la naturaleza y las consecuencias de actuar de esta manera. Empecé a sentirme en conflicto de nuevo. “Quizás deba señalarle las cosas otra vez para que tenga una comprensión más detallada. Si solo entiende una idea general de las cosas, no le servirá para cambiar ni en su entrada en la vida en el futuro. Pero, si se lo señalo, ¿pensará que le estoy exigiendo demasiado? ¿Qué pasa si no puede aceptarlo y vuelve a caer en la negatividad? Si se predispone contra mí, ¿cómo haremos para llevarnos bien en el futuro? Tal vez deba dejar que lo entienda de a poco por sí misma”. Cuando lo pensé, volví a retroceder un poco. En ese momento, me di cuenta de que mi vacilación seguía debiéndose a que quería mantener mi relación con ella. Oré en silencio a Dios y le rogué que me diera fe y que pudiera tratar a mi hermana con un corazón sincero. Recordé estas palabras de Dios: “¿Cómo se expresa el discurso constructivo? Principalmente, se trata de animar, orientar, guiar, exhortar, comprender y reconfortar. Además, en casos especiales, se hace necesario sacar directamente a la luz los errores de otras personas y podarlas para que adquieran conocimiento de la verdad y deseen arrepentirse. Es entonces cuando se consigue el efecto pretendido. Esta forma de practicar beneficia enormemente a la gente. Le supone una verdadera ayuda y es muy constructiva, ¿verdad?” (La Palabra, Vol. VI. Sobre la búsqueda de la verdad. Qué significa perseguir la verdad (3)). Las palabras de Dios me hicieron entender que no solo las palabras de ánimo y exhortación ayudan a las personas. La poda relacionada con los problemas de las personas y con señalar sus defectos y carencias es de más edificación. Puede ayudar a las personas a entender mejor su estado, buscar la verdad para resolver los problemas y también beneficia su entrada en la vida. En ese momento, Ye Xun no entendía la naturaleza ni las consecuencias de no aceptar la verdad. Al señalárselo, podía ayudarla a conocerse mejor. Esto beneficiaría tanto su propia entrada en la vida como el trabajo de la iglesia. Lo que Ye Xun pensara de mí no era importante. Lo más importante era que yo debía practicar las palabras de Dios y brindar ayuda genuina a mi hermana. Por lo tanto, leí varios pasajes de las palabras de Dios relacionadas con el estado de Ye Xun y señalé que tenía una comprensión general que carecía de detalles. Luego, incorporé las palabras de Dios y hablé sobre la naturaleza y las consecuencias de actuar de esa manera. A través de la plática, Ye Xun admitió que, en ese momento, no tenía una comprensión muy profunda y estuvo dispuesta a enmendarse y cambiar. También se disculpó con Lan Xin en ese mismo momento. Lan Xin también habló sobre su propio estado. Todas nos sinceramos y ya no hubo más barreras entre nosotras. Experimenté verdaderamente que practicar conforme a las palabras de Dios brinda ayuda a las personas y las beneficia. Siempre que las personas estén dispuestas a aceptar la verdad, entonces, señalar los problemas, ayudarse mutuamente, compartir y exponerse entre hermanos y hermanas no solo hará que las personas no se vuelvan negativas, sino que las ayudará a conocerse mejor y todos avanzarán en su entrada en la vida. Esto es lo que se gana al practicar la verdad.